Afirmar que Adrián Barilari es dueño de una de las mejores voces de la escena argentina no resulta para nada exagerado. Si bien el público en general lo relaciona al heavy metal nacional -como uno de sus máximos exponentes sin dudas-, es interesante observar cómo puede desenvolverse con solvencia en otros géneros, como el tango por ejemplo.
El 16, 17 y 18 de octubre será una oportunidad única para verlo -y escucharlo- en tres facetas totalmente distintas. “Barilari x 3” se llama la propuesta en la que el artista interpretará, en esas tres noches, shows completamente diferentes con una apuesta arriesgada en seis escenarios.
En diálogo telefónico con Teleshow, narró cómo surgió la idea de sumarse a los conciertos por streaming en estos tiempos de pandemia, repasó parte de su carrera desde los comienzos y recordó los días en los que se gestó “Mujer amante”, uno de los grandes éxitos de Rata Blanca y de la música latinoamericana.
- ¿De qué se trata “Barilari x 3”? ¿Cómo surgió el proyecto de hacer tres fechas por streaming en las que interpretarás rock y metal, las llamadas “canciones doradas” y tangos?
- La idea nació hace un tiempo. Venía haciendo desde casa en los primeros meses de cuarentena algunas canciones para matar el tiempo con la guitarra o algún karaoke, subiendo a las plataformas. Todo muy casero hasta que en un momento determinado mi mánager me dijo: “¿Por qué no hacemos algo donde podamos trabajar todos? Incorporar a los músicos, a los asistentes...”. Digamos, a la gente del estudio, los sonidistas y todas las personas que trabajan detrás de un equipo como yo vengo haciendo en las giras...
Entonces la propuesta fue esta, de hacer un fin de semana como si fuese una minigira a nivel virtual por supuesto, como se hace ahora, y ponernos en marcha de alguna forma. El hecho era arrancar la maquinaria de nuevo y hacer algo un poco más arriesgado, por eso son tres noches con seis escenarios distintos, con invitados, interviews, sorteos para los que compran tickets, que ya de hecho los están haciendo.
La idea es mostrar tres facetas distintas de mi carrera solista obviamente anterior a Rata Blanca. Así que me pareció un desafío interesante para llevar adelante y vamos a hacer eso. El 16 de octubre iremos con la parte rock y metal, siempre mis temas de los discos solistas. El 17 vamos a hacer canciones doradas, que es un álbum que saqué en 2007 con piezas muy conocidas de pop internacional, canciones en español, adaptadas en versiones propias, con una banda distinta a la anterior; y el 18 voy a hacer tangos con un cuarteto de tangos. Temas clásicos con los cuales me inicié en el canto desde muy pequeño. Es volver a retomar esa vieja escuela que esta vez va a ser a nivel profesional por primera vez.
- Hablando de retomar esa vieja escuela, arrancaste cantando tango. ¿Venís de familia tanguera?
- Un poco sí. Mi tío tocaba el bandoneón y fue el que me inició de alguna manera. Lo hacía como un juego hasta que a partir de una edad mediana, 12 o 13 años, empecé a interesarme más por la música seriamente. Ahí empezó un recorrido de largos años de pasar por el pop, el rock internacional, el folklor, el folkrock en algún momento, el rock pesado, hasta llegar a los días anteriores a Rata Blanca. Después de recorrer mucho camino tuve la suerte al fin de cumplir el sueño de estar en una banda profesional.
- Lo primero que te motivó fue el tango. Todavía lo tenés muy presente porque vas a hacer un show interpretando canciones del género...
- Con el tiempo aprendí que el tango, al fin y al cabo, fue lo que me dio la posibilidad de crecer musicalmente. Ahora recuerdo y me doy cuenta de que es muy difícil cantar tangos, y más cuando tenés un bandoneón, un violín, un chelo, un contrabajo... Es bastante complejo pero yo lo tengo un poco insertado en la piel eso. Es retomar, ensayar y tratar de hacer un buen papel. Si bien no soy un cantante de tangos, me voy a animar a hacerlo con mucho respeto por supuesto.
- Recién a la pasada lo decías pero te lo quería preguntar para que lo desarrolles. ¿Tu viraje hacia el rock y el metal se da en la adolescencia o es más adelante en tu vida?
- Fue in crescendo. Pasé por todos los estadios musicales, desde la primaria, la secundaria e, incluso, la colimba. Pasé por el folklor, por el folklor/rock, la época de Sui Generis, Pastoral... Escuchaba todas esas bandas y después fui descubriendo a tipos como Pappo y bandas como Alas. Bandas setentosas que formaron parte de mi vida musical. Obviamente después vinieron Los Beatles, Creedence y todo eso fue un incentivo muy grande en mi adolescencia.
Pasé incluso a componer canciones melódicas y hacer algunas presentaciones en bares hasta llegar a tener varias bandas propias, y fui derivando de a poco al rock y al metal. Ya en el ’87 u ’88 venía de varias bandas de metal y rock hasta que aparece la posibilidad de Rata Blanca.
- Aparece Rata Blanca y te quería llevar ahí porque es inevitable. Te escuché decir que “Mujer amante” no iba a ir a aquel disco Magos, espadas y rosas, algo que ocurre bastante con los hits de muchas bandas. ¿Cómo fue eso? ¿Por qué estuvieron a punto de descartarla?
- “Mujer amante” fue un híbrido desde mi punto de vista porque teníamos el disco ensayado y armado para presentar en la disquera y obviamente esa canción, que tuve la oportunidad de ponerle parte de letra y después arreglar, era una balada más que iba a ingresar al disco. Pero, como ya había una anterior, no queríamos tener dos baladas. Entonces, se dejó de lado de alguna manera la canción.
Sin embargo, a la discográfica le parecía que había poco tiempo de música para lo que era el longplay en esa época así que había que ingresar alguna canción más. Y no teníamos otra más. Teníamos “Mujer amante” que se había quedado afuera para no repetir dos baladas. Así que ingresó por la puerta trasera digamos.
Sabíamos que era una buena canción porque la tocábamos en los ensayos y nos gustaba, pero no queríamos que fuera un corte de difusión porque la banda en ese momento se identificaba con el metal, con el rock duro... Y teníamos canciones muy buenas como “Días duros” o “La leyenda del hada y el mago”.
- Me imagino que habrá sido un shock para ustedes la repercusión que tuvo...
- Sí, en realidad después pasó todo solo. Se dio automáticamente. El público eligió esa canción e incluso recuerdo que teníamos que tocarla al final en algunos recitales porque si la tocábamos muy al principio del show la gente empezaba a retirarse. Querían escuchar ese hit. Entonces la corríamos para más abajo. (Risas).
Es que solamente teníamos dos discos, eran 15 o 17 canciones aproximadamente. Entonces, para recorrer esos dos discos, dejábamos “Mujer amante” para el cierre porque sino nos pasaba eso.
- ¿Te acordás cómo fue el proceso de composición de la canción? Esta pregunta tiene trampa porque algo sé al respecto pero quiero que lo cuentes vos...
- (Risas). Es muy común que suceda que la inspiración llega en el momento que llega o las ganas que uno tiene. Yo estaba casado hace muy poco tiempo, vivía en un departamento muy chiquito y, para estar en soledad digamos, me encerré en el baño. Bajé la tapa del inodoro, me senté con lápiz y papel y empecé a escribir escuchando un walkman, que creo era lo que tenía.
Estuve encerrado unas horas y fueron saliendo cosas. Había un perrito que teníamos, que ladraba mucho, y era muy difícil concentrarse. Salió parte de la canción y luego fue arreglándose. A medida que ensayábamos fue tomando forma. Pero el inicio fue un poco ese. Casual o no pero yo te puedo asegurar que después me encerré muchas veces más en el baño a componer y no tuve esa suerte. (Risas).
- Hablando de Magos, espadas y rosas, el álbum acaba de cumplir 30 años. ¿Qué te genera que no pierda vigencia con el paso del tiempo?
- Es realmente interesante lo que decís porque de repente uno empieza a entender que la música hace milagros. Nosotros siempre decimos que la música cura y se formaron tres generaciones a través de ese disco, se creó público nuevo que viene a vernos y es fabuloso andar por el mundo y que se escuchen estas canciones en cualquier parte. No es sólo en la Argentina.
Realmente es mágico lo que pasa. No ha pasado con otros discos. Es un ícono para nosotros, marcó un antes y un después por supuesto, y estamos agradecidos de que haya sucedido.
- Te traigo más acá en el tiempo. Tu último álbum fue Infierock, que tuvo una buena recepción. ¿Estás preparando o pensando en lanzar un nuevo disco? ¿Qué proyectos tenés para el corto plazo?
- Ahora estoy metido con esta nueva propuesta del streaming, esta cosa nueva que aparentemente vino para quedarse. Yo no soy muy devoto de estas cosas pero la verdad que después de tanto parate uno quiere volcarse de nuevo a lo que sabe hacer.
Poner en marcha la maquinaria es necesario, no solo para el bolsillo, para la cabeza más que nada; y no quedarse. No sé el año que viene lo que va a pasar. Lo que quiero es esperar, como dijimos con Walter (Giardino), a que esto pase. Ojalá sea el año que viene y podamos volver a estar un poco más normales en cuanto al arte. Nosotros no somos esenciales en este caso, así que estamos bastante complejos para la vuelta.
Por ahora estoy abocado a este streaming de tres noches que me está llevando mucho trabajo. Ya lo encaramos hace más de un mes y se trata de llevar adelante un evento grande porque son seis escenarios distintos, con tres bandas distintas, mucha gente trabajando y cuidando todo lo que hay que cuidar con el protocolo vigente.
Lleva mucho tiempo, me tiene bastante ocupado por suerte, que era lo que yo quería, y vamos a ver qué resultados tenemos. Veremos si esto va a quedarse o si realmente va a pasar de moda luego. Es una incertidumbre muy grande. Por ahora no puedo pensar en más que esto y si el año que viene sale la vacuna, Dios quiera que suceda, podamos volver a la normalidad. Ya con sacarnos los barbijos sería un gran avance.
- La última pregunta es cómo ves la industria musical en la actualidad. Por un lado, está el problema de la pandemia, que lo hablamos recién. Pero, por otro lado, quería consultarte por los artistas en sí. ¿Qué opinión tenés sobre la escena actual?
- Tuve la oportunidad de votar en los Premios Gardel y escuché bandas. Hay mucho movimiento nuevo. El trap aparentemente es algo que vino para quedarse. No soy seguidor de ese estilo porque para mí el trap es algo que nació hace muchísimo tiempo atrás. Recuerdo un disco que debe estar tirado por acá, en casa, que tenía 20 minutos de un lado y 20 del otro con una sola canción que se llamaba “La cotorra” y es un disco hablado. O sea, que el trap hace más de 20 años atrás existía. Habrá cambiado el nombre... Creo que no se está inventando algo nuevo pero no puedo opinar mucho porque no me puse a escuchar demasiado. No es lo que me gusta.
Sí escuché bandas nuevas. Siempre digo que no quiero opinar sobre las nuevas bandas de rock porque son propuestas que van a llevar tiempo. Con el tiempo se van a ver cuáles son las que realmente puedan subsistir, más teniendo en cuenta toda la demanda que hay a través de las redes. Hoy abrís una computadora o un teléfono y tenés una oferta increíble de grupos, músicos, artistas y no todos van a quedar en el tiempo por supuesto. Va a haber un filtro muy grande, más teniendo en cuenta que la industria discográfica prácticamente no funciona.
Pero sí sé que hay bandas que hacen propuestas, algunas muy buenas, algunas no tanto; pero esta es una carrera a largo plazo. Soy de la vieja data, sigo escuchando música de los ’80, me sigo quedando con las grandes bandas de esa época que me alegran mucho el alma. Por eso hago canciones doradas, que son canciones con las que crecí, siguen sonando hoy en día en las radios y siguen siendo hits. Aerosmith, Bon Jovi... Son grupos que si bien no son totalmente heavy metal, son interesantísimos y han marcado un efecto muy grande en el público de todo el mundo. Entonces, yo elijo esa parte, soy devoto más de esta música de los ’80 pero de lo nuevo poco y nada francamente.
*Adrián Barilari hará sus tres shows por streaming el 16, 17 y 18 de octubre y las entradas pueden adquirirse en tickethoy.com.
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