El contexto mundial, signado por la pandemia del coronavirus, obligó a muchas personas a reinventarse para poder salir adelante. Por eso, Pamela David aprovechó una nueva edición de PamLive para entrevistar a Sebastián Sosa, actual presidente de RE/MAX Argentina y Uruguay, quien desde hace un tiempo comparte sus conocimientos a través de una serie de podcast a los que denominó Emprende con propósito, para tratar de incentivar a la gente a luchar por sus sueños.
—No es fácil emprender con propósito, hacerse las preguntas correctas. Es un momento difícil en el que uno dice: "¿Emprender ahora que la gente se está quedando sin trabajo, que los locales están cerrando, que el mundo va para atrás? ¿Qué le decimos a aquel que está un poco decepcionado?
—Lo primero que yo diría es que es entendible qué la gente esté un poco decepcionada. Nadie se imaginaba esto hace unos meses. El mundo entero está atravesando una situación difícil. Y, a veces, daría la sensación de que encima la pifiamos. Porque, sumado a lo que pasa en el mundo, Argentina está atravesando un momento particular. Lo primero que tenemos que hacer es tener paciencia con nosotros mismos. A mí me pasa que me re frustro muchas veces y creo que tenemos que recordar que somos humanos. Lo segundo, no pensemos que emprender tiene que ver solamente con un proyecto o un negocio. Yo creo que en la vida se trata de emprender, de progresar, de ir para adelante. Si mis padres me llevaron hasta a un lugar, lo mejor que puedo hacer es progresar dos pasitos para adelante. Siempre cuento que yo viví afuera casi doce años, porque mi esposa tiene dos ciudadanías y yo tengo otra más. Y elegimos estar en este país. Pero no volví por necesidad, sino porque mis viejos sembraron en mí esta idea de que si el país me dio tengo que devolver un poquito. Y es desde ese lugar que yo hoy invito a la gente a emprender.
—Cuando los días se ponen difíciles, las noticias son todas malas y uno no ve la salida, ¿Cómo hago para tomar decisiones? ¿Podemos pasar tips?
—Primero tenemos que, de alguna manera, estar un poco locos. Cantarnos otra canción a nosotros mismos. Ir por la vida silbando y rodearnos de personas que compartan ese grado de demencia. Porque viene un extranjero a la Argentina, pasa una semana y le parece que es todo lindo. Pero cuando empieza a ver la realidad del país dice: “¡Dios mío!”. Entonces hay que rodearse de personas que compartan con vos esta locura de que sí se puede salir adelante. ¿Porque cuáles son las opciones? O te comprás un pasaje y te vas a Ezeiza o te largás a llorar.
—Muchos hablan de los gobiernos corruptos. ¿Por qué es tan importante tener una mentalidad positiva a la hora de pensar un proyecto?
—Si todos nosotros decimos que el país está podrido, que el que progresa hizo todo por izquierda y que está todo mal, nunca vamos a salir de acá. Si creemos que en toda la gente que nos gobierna no hay ninguno que lo esté haciendo por vocación, ¿para qué? Yo creo que tenemos que empezar a romper con algunos de estos prejuicios grandes que tenemos. Es verdad que el mundo entero está en una crisis de valores, no es que podemos decir: “Vamos para allá que está todo bien”. Pero nosotros tenemos que creer que cada uno desde su lugar puede hacer una diferencia. Mi consejo es cuidar mucho lo que metemos en la cabeza. La lengua es un órgano muy importante de nuestro cuerpo. porque todo el tiempo está declarando. Y no nos damos cuenta, pero por ahí todo el tiempo estas diciendo que sos un fracaso, que no hay manera de salir, que yo no tengo tal apellido, que vivo de este lado de las vías, que para qué trabajar...Entonces, quieras o no, nos estamos condenando solos.
—Es que si hacemos foco en lo negativo, no vamos a salir adelante porque le estamos poniendo énfasis a eso en vez de poner la emoción positiva en lo que queremos hacer.
-¿Viste estos locos que bajan de la montaña en bici cross y se tiran entre las piedras? La única cosa que te enseñan es que tenés que mirar por dónde tiene que pasar la bici. Muchas veces, nuestro miedo, nos lleva a ver la piedra. ¿Y qué termina ocurriendo? Que te vas hacia la piedra. Cuando yo voy diciendo que está todo mal, es como la profecía cumplida.
—La pandemia nos invitó a revisarnos, porque había muchos emprendedores trabajando en otra cosa porque la vida misma los llevó a hacer lo que no querían. Y hoy buscan intentar lo que realmente los apasiona. Pero, ¿cómo hacer para dar con el rubro exacto?
—Hay distintas teorías. Dicen que uno emprende por necesidad o porque hay algo que te quema. Con mi mujer, lo que nos pasó fue que dijimos: “Mirá esto qué interesante y en la Argentina no se está haciendo”. Y eso se juntó con las ganas de volver al país a hacer algo. Lo que yo diría es que a veces uno tiene que probar. Por supuesto que, entre más joven uno es, tiene más cartuchos para quemar. Es distinto cuando uno ya tiene sesenta años que tiene que jugar un poquito más seguro. El otro día estaba hablando con Zoom con un flaco que está estudiando en París y quiere volver. Cada tanto vamos a encontrar con gente que tiene este fuego.
—Es que, adónde te vayas, Argentina es única. Vos volviste cuando todavía estábamos con el sacudón de la crisis del 2001. Y siempre te dicen que no es el momento…
—Si vos vas a emprender, buscate algo que realmente te apasione. Con mi mujer tenemos la dicha de levantarnos todos los días y estar felices de hacer lo que hacemos. Se nos cruzó por el camino y lo identificamos. Quizá, no lo vayas a identificar tan fácilmente. Probá un par de cosas hasta que digas: “Esto es lo mío”.
“Si vos vas a emprender, buscate algo que realmente te apasione”
—¿Los primeros pasos para emprender?
—Buscar algo que digas: “Esto va a ser una necesidad”. A veces como emprendedor te enamorás de tu idea, pero con vos mismo. Tenés que pensar que el proyecto tiene que servirle al nicho específico en el que estás pensando. Y pensarlo de atrás para adelante, es decir: “Allá afuera, ¿va a servir?”. Entonces tiralo y testealo. No esperes a tenerlo todo resuelto. A veces uno tiene que lanzarse y probar, como funciona para recibir un poco de feedback. Y lo último: sepan que van a laburar como condenados, así que más vale que elijan algo que los levante con ganas a la mañana. Porque todos necesitamos ganar plata. Pero si vas a elegir algo solo por la plata, te vas a lamentar. A nosotros nos llevó seis años salir del rojo, le llegamos a deber plata a todo el mundo. Vendimos todo lo que teníamos, hipotecamos nuestra vida. Pero lo que nos llevaba todas las mañanas a la oficina de vuelta era que amábamos lo que hacíamos.
—O sea que hay que pensar en lo que necesita el otro y no esperar a tenerlo perfecto…
—Hay unos chicos con los que estuve charlando que están haciendo wafles con proteínas para los deportistas y me mandaron para probarlos. Les dije: “Sáquenlo”. Empezá y después vas ajustando el valor. Cuando nosotros empezamos RE/MAX el valor de la franquicia no era el mismo de hoy, porque el riesgo era mayor. Así que tirate. Por supuesto que tenés que patear el mercado. Nosotros hace quince años, antes de arrancar, lo que hacía era entrar como cliente a las inmobiliarias a preguntar, para ver cómo me sentía como cliente. Y después tenes que laburar mucho para no repetir el mismo cuento. Porque muchas veces salimos con un proyecto, producto o servicio pensando en algo distinto y nos terminamos convirtiendo en una réplica de lo que ya hay. Porque cuando el agua nos empieza a llegar al cuello, decimos: “Tiro los ideales”. Y me termino convirtiendo en más de lo mismo.
—Es que uno se compara con la competencia y por ahí no está viviendo su experiencia propia, para romper un poco con lo hecho y probar un poco con la locura que tenemos todos...
—Y tenemos que tener un grado de locura. Yo a veces digo; Wikipedia nunca va a escribir un capítulo sobre gente cuerda. Hacen falta más locos en el mundo. Locos buenos. Uno tiene que seguir adelante y no claudicar. Hay mucha gente que la primera no le salió, y tuvo que volver a la segunda y a la tercera. Pero es importante no abandonar los ideales.
—O buscar a alguien que te escuche y te acompañe en eso. Pero hay que intentarlo: no es que con soñar solamente alcanza.
—Es que en la medida que yo crea que toda la gente que tiene plata nació con plata, voy a morir donde estoy. Yo estaba cómodo con mi mujer cuando elegimos venir acá. Y la remamos. Pero si no nos sacamos los sesgos es complicado salir de ese lugar.
“Es importante no abandonar los ideales”
—Todos tenemos que pensar que tenemos posibilidades. Y nadie dice que es fácil, lo que vayas a emprender sabé que te vas a romper el alma para que funcione.
—Seguramente habrá gente a la que le resulte más fácil. Con mi mujer estuvimos cinco años sin auto, porque cuando vinimos teníamos una idea del proyecto. Y la realidad es que íbamos en colectivo y nos bajábamos una parada antes de llegar a la oficina para que no nos vieran. Hacíamos el chiste de que teníamos dos bicicletas y un globo aerostático antes de tener casa y auto. Esa es nuestra historia. Y se trata de contarle esto a otras personas para decirles: “Vos también podés”.
—Hay que concientizar que no tenemos que ponernos un techo si podemos más, aunque no sea fácil.
—Lo que pasa es que también se está perdiendo un poco la cultura del trabajo. Hace dos años empezamos con los podcast de Emprende con propósito, que lo único que busca es llevar un mensaje y tratar de inspirar a la gente para que se anime. Pero tenemos que demostrarle a la gente que es trabajando y esforzándose, que es lo que se está perdiendo en el mundo entero.
—Siempre escuché: “Este no es el momento”. Nos espera un nuevo mundo que no sabemos cómo va a ser, pero mientras tanto tenemos que estar armados. Para que nos encuentre parados y no temerosos.
—¿Viste que cuando vas llegando a un semáforo regulás y calculás cuándo se va a poner en verde? No importa cuántos caballos de fuerza tenga el auto que está detenido, si vos venís en segunda o tercera arrastrás inercia y podés seguir mientras el otro pone primera. La vida es así: siempre te va a ganar la persona que está en movimiento. No te quedes quieto. Lee, entrená, escucha podcast, mirá vivos, conversá con gente…
—Y llenate de eso. Lo mismo pasa con las redes sociales: si te querés llenar de miedo seguí las malas noticias, si te querés llenar de enojo seguí a los que rezongan e insultan. Pero si querés llenarte de cosas positivas, seguí gente positiva que a la larga algo te va a quedar.
—Es que si vos estás todo el tiempo rezongando, a la mañana vas a abrir todas las ventanitas que van a validar lo que estás pensando. No es que digo que la vida es una joda, para nada. Pero si digo que voy a ir para adelante, empiezan a aparecer otras personas que piensan como vos. Y tenemos que compartirlo más. Yo conozco gente que ha leído Padre pobre, padre rico en el subte pero con una carátula. Porque en el fondo dice: “Si vos prosperás, está mal”.
—Es fuerte el título, pero es importante porque te da una educación financiera.
-Yo lo súper recomiendo a ese libro. Pero tenemos que romper con las limitaciones. En nuestro séptimo año, con mi mujer nos compramos un auto, un BMW. Y una vez iba a visitar una oficina nuestra y lo estacioné lejos porque me daba cosa que me vieran bajar de ese coche. Llegamos a ese punto, de sentirse mal porque uno está progresando. Hasta que decís: “Pero si yo laburo quince horas por día, no me quedé con un centavo de nadie y estoy cuando otra persona me necesita, ¿por qué me voy a esconder?”.
—¿Cuándo pensás que se instaló en la sociedad que tener está mal?
—Viste esta frase que sale: “Hijo, nosotros seremos pobres pero buenos”. Yo la escuché varias veces.
—Son esos pensamientos limitantes que te quedan arraigados en el cerebro. Por eso hay que prestar atención a lo que decimos: porque lo terminamos cumpliendo.
—Exactamente. Pasan un montón de cosas en nuestro país. Pero, del cien por ciento, el ochenta por ciento soy yo y el veinte por ciento son factores externos. Hay que tratar de mirar lo menos posible eso. Es difícil cuando han pasado tantas cosas en la Argentina. Pero no le des el ochenta por ciento de tu atención a cosas externas, porque si no vas a ser una víctima de las circunstancias. Enfocate en lo tuyo. El mercado inmobiliario todos dicen que está pasando su peor momento. Pero yo me levanto a la mañana y a la gente que forma parte de nuestra red les digo: “Si se van a hacer cien operaciones en la ciudad de Buenos Aires, ¿quien dijo que vos no podés tener uno, dos tres o cuatro?”.
—Yo pensé que esta pandemia iba a hacer replantear la convivencia y que se iban a mover los alquileres para dividir en dos a buscar un lugar más amplio. ¿Ha pasado?
—Está pasando. Pero todavía no es el momento final de esta película. Nos queda tiempo de esto. Pero están los que hoy aprecian más el verde y las parejas que, para bien o para mal, están tomando decisiones. Estos momentos que te llevan al borde, son lo que uno tiene que sentarse a ver qué cosas quiero cambiar de mi vida. O, si esto se vuelve a repetir en un año, dónde quiero que me encuentre, con quién y haciendo qué. ¿Estoy haciendo lo que me hace feliz? Esto debería disparar esas conversaciones.
—Es clave saber que cuando alguien te dice que no vas a poder, esa persona habla de sus limitaciones. Por más que te quiera, habla por lo que ella misma cree que no va a poder.
—La gente no lo dice de mala persona que es, lo dice por sus propios temores. Me animo a tirar un tip: el emprendedor o la emprendedora, tiene que ser cabeza dura y al mismo tiempo saber a quién escuchar. Dónde está la línea, no lo sé. Pero vos tenés que ir para adelante. Y a la vez rodearte de personas a las que le tenés que encender el volumen para escucharlas. Yo corrí una sola maratón de 42 kilómetros. Y, cuando entrené, no fui a preguntarle a gente que nunca en su vida corrió una maratón.
“Me animo a tirar un tip: el emprendedor o la emprendedora, tiene que ser cabeza dura y al mismo tiempo saber a quién escuchar”
—Subile el volumen a las personas correctas para cada temática. No todos saben de todo y no hay que escuchar a los que no tienen idea de un tema.
—Hoy todo el mundo pega frases en las redes sociales. Pero no sigas a gente que te dice andá a un lugar donde nunca fue. Es muy importante saber a quién escuchar y que la gente que estás escuchando tenga autoridad moral para dar un consejo.
—Vos inspiras con el ejemplo.
—Exactamente. También es importante el trabajo en equipo. Yo no logré absolutamente nada solo. Con mi mujer no seríamos absolutamente nada sin esos locos que se sumaron cuando esto era una idea en una servilleta. Por eso es importante ser horizontales y tratar con todo el mundo. Y hoy están las redes, que democratizan la información. El celular es una herramienta súper valiosa al momento de emprender. Porque toda la información está al alcance de nuestra mano.
—¿Qué consejo le das a quien quiere emprender?
—Hay un libro muy bueno que se llama Diez por ciento emprendedor, que ayuda a empezar a emprender sin quemar todos los barcos. Nosotros quemamos todas nuestras naves. Pero también está la posibilidad de ir emprendiendo de a poco. Y si están en pareja, que uno se lance mientras el otro acompaña y sostiene un poco el hogar. Yo conozco muchas personas que trabajando ocho horas empiezan a emprender después de las seis de la tarde y se acuestan a dormir a las dos de la mañana. Ese es el precio que a veces uno tiene que pagar.
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