Sudáfrica tiene 11 idiomas oficiales: zulú, xhosa, afrikaans, pedi, inglés, tswana, sotho, tsonga, swati, ndebele y venda. El dj y productor Master KG eligió este último para la letra de su canción “Jerusalema”, no solo por su musicalidad sino también por su cercanía con la región en la que se habla esa lengua, Limpopo, donde él nació. Detrás del éxito pegadizo que se baila en todo el mundo se esconde un mensaje espiritual en el que se rescata la idea de una Jerusalén celestial y de una antigua creencia religiosa: ¿existe un Dios Madre?
Venda significa “lugar agradable” y su pueblo fue uno de los últimos grupos africanos en migrar al sur del río Limpopo, tierras en las que eligieron establecerse. El pueblo venda no es muy numeroso y se destaca por su cercanía al plano espiritual, que expresa desarrollando la alfarería y los grabados en madera, siempre con su sello religioso. A diferencia de otras poblaciones africanas, las mujeres ocupan un lugar importante dentro de la cultura venda e incluso llegan a posicionarse de manera jerárquica dentro de esa sociedad.
“'Jerusalema ikhaya lami' significa ‘Jerusalema es mi hogar’ y ‘ngilondoloze’ significa ‘por favor, ven conmigo, por favor protégeme’. ‘Uhambe nami’ significa ‘por favor ven conmigo y protégeme y no me dejes atrás porque Jerusalema es mi hogar’”, explicaba Master KG en un video grabado con la cámara frontal de su teléfono celular y publicado en la plataforma norteamericana Brut.
El productor, que había lanzado el tema en diciembre de 2019, encontró el éxito en plena pandemia cuando se le fue de las manos y se hizo viral. Fue un abrir y cerrar de ojos entre los videos caseros en YouTube a la locura de TikTok. Los números mandan: al cierre de esta edición, “Jerusalema” supera los 35 millones de streams en Spotify y suma más de 160 millones de vistas en YouTube.
Según la alegoría de Sara y Agar, existe una Jerusalén de abajo, en la Tierra, y una Jerusalén de arriba, celestial. A esa Jerusalén le canta Nomcebo como en una plegaria: ‘Protégeme, bendíceme’
A la melodía del dj se sumó un factor imprescindible: la voz de la cantante Nomcebo Zikode. El mentor explicó: “La canción ‘Jerusalema’ es una canción que, de hecho, tuvo un primer impacto el año pasado. A finales del 2019 yo hice un beat y aquel beat ya fue muy espiritual. Yo recuerdo haberla escuchado una y otra vez intentando identificar una vocalista con la que pudiera compartirla porque yo soy un dj, un productor. Entonces, vino a mi mente mi hermana Nomcebo Zikode: era la única con la que podía hacer esta canción. La llamé, ella vino al estudio, nos sentamos juntos, se la hice escuchar y le dije que quería que la canción fuera lo más espiritual que pudiera ser. Ahí nos pusimos a bajar ideas y entonces este ‘Jerusalema, Jerusalema ikhaya lami’ salió así de la nada, mientras estábamos relajados. ¡Y nos gustó! Dijimos: ‘¿Está bien? ¡Sí, sí, sí! Vamos a dejarla así'. Entonces la grabamos y desde ese momento comenzamos a amarla”.
Según la alegoría de Sara y Agar, existe una Jerusalén de abajo, en la Tierra, y una Jerusalén de arriba, celestial. A esa Jerusalén le canta Nomcebo como en una plegaria: “Protégeme, bendíceme”. La Biblia usa muchas parábolas y expresiones simbólicas y en la alegoría, Agar representa a la Jerusalén actual, donde sus hijos sirven como esclavos, y Sara a la Jerusalén celestial, donde sus hijos son libres. Así está escrito en Gálatas 4:26: “Mas la Jerusalén de arriba, la cual es madre de todos nosotros, es libre”.
En Génesis y Apocalipsis podría haber indicios de un Dios Madre, y allí es donde ciertos estudios bíblicos se apoyan: “Dios se refirió a sí mismo como ‘hagamos’ y ‘nuestra’ cuando creaba al hombre, porque Dios Padre y Dios Madre juntos crearon al hombre a sus imágenes”. El macho y la hembra, el lugar del poder femenino en la cultura venda, Jerusalén como Dios Madre que espera en el Cielo. La voz de Nomcebo y las pistas de Master KG. Todo se combina.
El dj sudafricano hace música desde que es un adolescente, siempre con su computadora como aliada, pero recién con “Jerusalema” logró trascender: “El éxito es tan asombroso, para ser honesto, excede todo lo que podría haber imaginado. Nunca pensé que esta canción atraparía la atención de la gente en todas partes del mundo. Yo solamente hice la canción en un estudio tratando de hacer algo propio. Nunca pensé que en otros países la gente podría bailar mi canción, como pasó en los Estados Unidos, en Francia, en Portugal, en Italia y tantos otros sitios. Por eso yo siempre le agradecía a Dios porque es un trabajo hermoso, que también tiene un baile llevando esta canción al siguiente nivel. Ahora la canción está en todo el mundo. El baile Jerusalema se está apoderando del mundo”.
A mediados de este año un grupo de jóvenes subió un video bailando una coreografía y escuchando “Jerusalema”, mientras sostenían su almuerzo. “Es un baile que proviene de Sudáfrica que nosotros bailamos en los casamientos. Unos chicos en Angola que vieron la coreografía empezaron este movimiento, bailando la canción mientras sostenían platos con comida y el video se hizo viral”, explicó en Brut, su creador entusiasmado. El video ya fue replicado miles de veces, algunos usuarios lo subieron sin saber quiénes son esas personas exactamente, y lograron millones y millones de visitas. En TikTok fue la base del #JerusalemaChallenge, un desafío en el que hay que hacer la coreo en grupo, y si es sosteniendo algún elemento incómodo (como los platos con comida), mejor. El boom no tiene explicación.
Master KG nació con el nombre de Kgaogelo Moagi en 1996 en Limpopo, y compone desde los 13 años. Lanzó su primer álbum en 2018, Skeleton Move, y tuvo muy buenas repercusiones además de nominaciones y premios en todo el continente africano. Nomcebo Zikode es más grande, nació en 1985, pero su carrera había estado a la sombra de otros cantantes. Haberle puesto su voz a “Jerusalema” le permitió una exposición mundial que nunca había tenido hasta ahora. Recién este año logró lanzar su primer disco solista, Xola Moya Wam, en el que por supuesto participa su amigo KG.
“En Jerusalema se encuentra el destino del camino que yo quiero seguir” canta Micro TDH, el trapero venezolano que hizo su propio remix en castellano junto a la artista colombiana Greeicy, con la bendición de Master KG. Una canción con el nombre de la capital de Israel, compuesta y cantada por dos sudafricanos que causa furor en Europa y sigue haciendo eco en Latinoamérica. Un Dios Madre que espera en el Cielo para continuar con la vida eterna. “Jerusalema” llegó en plena pandemia para borrar fronteras y para que quien la cante pueda llenarse de optimismo y declarar, como en su versión en español: “Yo tengo fe”.
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