En el último tiempo descartó varias propuestas para volver a la televisión, pero ni bien le ofrecieron la posibilidad de participar de Masterchef Celebrity, no lo dudó. Analía Franchín es una de las famosas que pondrán a prueba sus capacidades culinarias en el programa conducido por Santiago del Moro, a pesar de las adversidades: a principios de septiembre se contagió de coronavirus.
Afortunadamente, la periodista transitó la enfermedad sin grandes complicaciones, tal como contó a Teleshow: “Empecé re asintomática. De hecho, no sé muy bien cuándo me lo agarré, ni sé de dónde. Porque la realidad es que estuve toda la cuarentena en el campo, fui cuatro días nada más a Buenos Aires. Pero un día me desperté con un cansancio inusual y justo una persona que vive en el campo se había quedado sin olfato. Entonces dije: ‘Por las dudas voy y me chequeo’”.
“Tengo como un resfrío normal, parecería. De esos con los que, tomándote un ibuprofeno o un paracetamol, podés ir a trabajar tranquilamente. No tengo dolores corporales ni ese famoso dolor de cabeza del que todos hablan. Tuve solo un día una molestia en la cabeza, pero re tranquila. Y la verdad es que lo único que me jode es que perdí el olfato y el gusto”, reveló.
Este lunes, en diálogo con Moskita Muerta, por Radio La Once Diez, dijo estar arrepentida de no haber “descansado un poco más” los días que estuvo enferma: “En este momento noto como un cansancio que capaz no tenía. Pero no me banco sentirme enferma y soy culo inquieto. Me decían ‘descansá, tranquilizate’. Y yo: ‘No, no, no, tengo que seguir’. Me parece que eso fue una cagada”.
Franchín recibió el alta el 12 de septiembre pero su camino no quedó completamente allanado para demostrar -tal como dijo Santiago del Moro- que es una gran cocinera: todavía no recuperó el gusto ni el olfato.
“Obviamente, para la competencia me juega re en contra. Todavía no los recuperé y hago todos los días mi ejercicio con vinagre. Desde el segundo día que tengo la enfermedad que estoy así: va un mes que estoy sin gusto ni olfato”, contó la periodista.
Respecto a cómo se las va a ingeniar para cocinar en estas circunstancias, manifestó: “Encima soy obsesiva con los olores. ¡Por favor, que vuelva! Obviamente que por las papilas te das cuenta, por ejemplo, si es salado o dulce, pero no el sabor. Es muy loco. No sé cómo voy a hacer. Le haré oler a un compañero”.
Según su testimonio, los médicos le informaron que eso es algo “normal” en los pacientes con COVID-19 y le anticiparon que los síntomas pueden prolongarse en el tiempo aún más.
Dijo que tiene “unos nervios de locos” de cara a su participación en el reality gastronómico que se estrenará el 5 de octubre: “Obviamente estuve viendo otras temporadas de Masterchef y de otros países y me doy cuenta de que es una competencia, primero, absolutamente real y auténtica. El hecho de que no haya público involucrado en la votación, a mi modo de ver, lo hace aún más transparente”.
Al ser consultada por qué aceptó esta propuesta, respondió: “Me habían llegado propuestas interesantes, inclusive se estaba manejando algo con el nuevo magazine de Flor Peña en Telefe y habíamos conversado, pero nada me cerraba. Esto me enamoró. Dije: ‘Me encanta este proyecto, es algo tan distinto’. Si bien es un reality, en el sentido de que somos todos conocidos y vamos atrás del mismo premio, para mí no tiene barro. Podemos discutir si yo corté la zanahoria mejor que vos y te dieron el punto a vos, pero no si fuiste a otro programa, esa chicaneada a la que estamos acostumbrados. Es muy transparente y tiene una producción que nunca la vi en mi vida”.
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