A raíz de la crisis generalizada que vive el país, en el último tiempo se hizo cada vez más habitual escuchar a familias que planean irse a vivir al exterior. Según los diferentes estudios que se vienen llevando adelante, como los de la consultora Toquión Research Strategy, ocho de cada diez argentinos se hace este planteo. Entre los ítems que llevarían a una persona dar ese paso, se encuentran situaciones como desconfianza en un mejor futuro, incremento de la angustia. “El acceso a oportunidades de desarrollo y el acceso al trabajo, son los elementos más importantes, los que más se tienen en cuenta”, advirtieron los investigadores. Al mismo tiempo, quienes desean irse son los que proyectan a largo plazo.
En ese grupo se encuentran los jóvenes, los que terminaron sus carreras universitarias y no encuentran la manera de integrarse al circuito laboral o, en su defecto, trabajan de otra cosa por la necesidad de subsistir. A raíz de esto, Guillermo Andino -en su programa Informados de Todo, por América- contó su experiencia con el tema. Padre de tres hijos, manifestó que Sofía, la más grande –también tiene a Victoria y a Ramón, fruto de su relación con Carolina Prat-, le planteó la posibilidad de irse a vivir a otro país. Si bien contó que no le hizo la propuesta formal, admitió que le empieza a preguntar sobre el tema, sobre las ganas de mudarse y probar suerte en otro lado, y eso lo llena de angustia.
En Informados de todo, habló del tema con su equipo: “Hay mucha preocupación generalizada de mucha gente que está pensando o averiguando cómo irse, sobre todo los pibes… La verdad que me preocupa bastante”, comenzó Andino. Enseguida fue interrumpido por una de sus panelistas: “Hay familias enteras buscando irse, yo no sé si me iría, sobre todo por mis hijos, pero tengo tres y es muy duro no poder verlos crecer jugando o andando en bicicleta en la calle”.
Inmediatamente Guillermo se vio identificado con esa imagen y se explayó sobre lo que vive en su casa, puertas adentro, y que ya se volvió un tema de conversación reiterado: “Yo tengo una hija, que está por cumplir 20 años, los chicos están desilusionados. Escuchan hablar a los políticos de una cosa y a los seis meses están haciendo otra cosa. El archivo te mata y los pibes no son giles: ‘¿Este no venía con otro discurso?’ Todo eso lo ven”.
Acto seguido, contó que en su cabeza está la idea de quedarse, de seguir poniéndole el hombro a la situación. También aclaró que él, personalmente y laboralmente, se encuentra bien y que eso le da cierta tranquilidad por sobre alguien que se encuentra en plena incertidumbre. Sin embargo, no todo su grupo piensa lo mismo. “Es un país que se ha vuelto para muchos inviable. Yo no me quiero ir, yo la quiero pelear acá pero la verdad se me pone la piel de gallina cuando viene mi hija y me dice: ‘Papá, ¿Australia cómo es? ¿España cómo es?’ Y ahí me pregunto: ‘¿Qué está pensado?’ Es el baldazo de agua fría”, remarcó el periodista.
En ese sentido, le preguntaron cuáles son sus respuestas cuando la joven le hace ese tipo de preguntas. Con toda su sinceridad, el conductor contó: “Hoy, con todo el dolor del mundo… Tenés que dejarlos volar a los chicos… ¿Qué me dolería y lloraría? Mil días…”
Luego le preguntaron cómo se dio esa charla en su casa y si cree viable que su hija lleve adelante sus intenciones. “A ver, es la primera vez que intuyo que me están preguntando por algo. Nadie te pregunta porque sí”.
En el programa, recordaron que Mariano Iúdica pasó por algo similar durante el verano 2019. En el caso del conductor de Polémica en el bar, vivió como su hija Valentina se mudó a España en busca de un futuro mejor. En aquella oportunidad, lo contó al aire y se quebró en su relato.
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