Benito Fernández y Elsa Serrano se conocieron hace 30 años. Los unió el mundo de la moda y su pasión y talento a la hora realizar diseños de alta costura. Hasta ese entonces, la relación era “educada y cordial” de dos colegas que se encuentran en distintos eventos laborales. “Nunca habíamos sido amigos”, advierte el modisto en diálogo con Teleshow. Sin embargo, en enero pasado coincidieron en el jurado de Corte y Confección -ciclo de El Trece que conducía Andrea Politti por la pantalla de El Trece- y allí se dieron cuenta de que tenían muchas otras cosas en común.
Y entre programa y programa, lograron forjar un vínculo inquebrantable: “En ocho meses generamos una amistad adolescente que no tuvimos en 30 años". “Nos conectamos de una manera increíble. Hablábamos todos los días”, continúa y califica a su colega y amiga como “una persona maravillosa”.
VER TAMBIÉN “Mamá falleció”: el mensaje de la hija de Elsa Serrano cuando todo era incertidumbre
"Todavía estoy en shock”, reconoce Benito y agrega que habló con Elsa hasta ayer a la tarde, apenas una hora antes de que comenzara el incendio que terminó con la vida de la diseñadora, cerca de las 20: “Me mandó un mensaje a las 18:10, yo le respondí cerca de las 19, pero ya no me leyó el mensaje...”, lamenta.
La última vez que el empresario vio a Elsa fue el 14 de marzo. Aquel día, la diseñadora lo invitó a su casa y fue la anfitriona de una comida de la que también participaron sus hijas. Lo que demuestra el vínculo real, íntimo y familiar que tenían los dos. “Después, vino la cuarentena y no la vi más, pero hablábamos todo el tiempo, a veces, incluso, hasta tres veces por día".
Durante la charla, a Benito se le quiebra la voz y le cuesta hablar de su amiga en pasado. La describe como una “persona deliciosa, generosa como ninguna, con un humor y una educación impresionante". “Tengo 60 años y desde los 20 que no hacía una amistad así. El vínculo que teníamos era como el que uno hace cuando es chico. Es increíble lo que tuvimos en tan poco tiempo. Fue muy raro lo que nos pasó. Yo la sentía tan cercana...”, agrega y el silencio se vuelve a apoderar de sus palabras.
El miércoles por la tarde, el empresario estuvo al frente de un evento virtual de moda y, Elsa -como una fiel amiga- se conectó desde su casa y lo vio a través de su teléfono. En paralelo, celebró el éxito que tuvo el diseñador. Y se lo hizo saber en privado. Él le respondió y se acostó a dormir más temprano que lo habitual.
Cerca de la una de la mañana, se despertó, chequeó su celular y se encontró con el peor de los escenarios: “Tenía el teléfono explotado de mensajes. Pedí por favor que me mantuvieran al tanto y el productor contó que su hija había confirmado la noticia”.
Elsa no logró leer el mensaje de Benito y Benito no pudo despedirse de Elsa como hubiera querido. En verdad, él todavía no sabe cómo se hubiera querido despedir a su amiga. Porque no lo esperaba. No quería. “Sigo dentro de un shock tremendo”, repite una y otra vez Benito Fernández, que hace tan solo ocho meses pudo conocer a Elsa Serrano en profundidad y lamenta que su amistad haya nacido 30 años después.
SEGUÍ LEYENDO