Cualquier estudiante avispado sabe que en los Estados Unidos no existe la monarquía, pero los que seguimos el reino Hollywood conocemos que cuenta con su propia realeza y esa coronita la lucen un reducido grupo de famosos. Entre los nobles sin trono Gwyneth Paltrow ocupa un sitio de honor. Es hija del productor y director Bruce Paltrow y la actriz Blythe Danner. Su padrino, Steven Spielberg fue quien le dio su primer papel en la película Hook.
Su primera gran actuación fue en Seven, aunque en ese momento lo que acaparaba la atención de todos y la envidia de muchas era su romance con Brad Pïtt. El reconocimiento como actriz, y no como novia, le llegó cuando filmó Shakespeare enamorado y se llevó un Oscar por su trabajo.
A Gwyneth no le faltaron los grandes amores. Además de Brad mantuvo un romance con Ben Affleck, estuvieron dos años juntos pero se dejaron. También tuvo una corta e intensa relación, confirmada por la Casa Real, con el entonces príncipe Felipe, hoy monarca español.
Uno de sus amores más largos y fuertes fue con Chris Martin. Parecían la pareja ideal, se acompañaban en todo y no se opacaban. Pero luego de una década casados y con dos hijos en común anunciaron su divorcio con una definición poco común: conscious uncoupling. Muchos de sus seguidores parafraseando a Arnold se preguntaban “¿De qué estás hablando Gwyneth?”, ella explicó que era un término de los 60 y que se trataba de “ir directamente al punto en el que somos amigos y recordamos que nos quisimos, y dar gracias constantemente por haber creado juntos a esos increíbles seres humanos”.
El mismo año que se separó de Martin, comenzó a salir con productor y guionista Brad Falchuk. En 2018 y luego de cuatro años juntos se casaron en una discreta ceremonia.
En el 2008 lanzó el sitio Goop como un simple boletín semanal con recomendaciones, en especial de belleza. Con el tiempo dejó de ser un lugar con algunos consejos para convertirse en líder del e commerce valuado en 250 millones de dólares.
El portal fue duramente criticado por ofrecer tanques de medusa para decorar la casa que cuestan casi 3.000 dólares, pesas para hacer ejercicio bañadas en oro que se obtienen abonando casi 115.000 dólares, repelentes de vampiros psíquicos por 30 dólares, enemas de café, y las insólitas velas que huelen según la promoción “a vagina de Paltrow”. Los productos que vende el sitio no son ilegales, pero sí parecen bastante superficiales y en algunos casos perturbadores.
La rubia no solo es famosa por sus relaciones y su por lo menos polémico portal, también por lo es por sus declaraciones. Para sus seguidores sus frases son sarcásticas y para sus detractores, ridículas. Como cuando aseguró que “moriría antes de dejar a mis hijos tomar sopa de sobre”, “soy como soy, no puedo fingir ser alguien que gana 25 mil dólares al año” o “no puedo vivir sin mayonesa vegetariana”. Sin inmutarse brindó la receta del batido que toma cada mañana pero sin aclarar que sus ingredientes cuestan casi 190 dólares o afirmó que “todas las madres pueden hacer ejercicio con sus hijos en su habitación” desconociendo que muchas viven en apenas 50 metros cuadrados y trabajan 9 horas, más dos de viaje.
Y en esta “caja de sorpresas” que parece ser Paltrow no deja de asombrar su rol de consejera sexual. Es que la etérea actriz parece que es experta y además una fanática del sexo oral. Durante una cena con un grupo de amigas se dio la típica charla de chicas y una comentó que había tenido una gran pelea con su marido y que lo único que deseaba era gritar y gritar. Fue entonces que la ex de Brad Pitt soltó: “Lo que debes hacer es precisamente lo contrario. Solo tienes que ir hacia él con amor y darle una mamada”.
Otra situación entre desenfadada e indiscreta se vivió cuando participó en el podcast Literally With Rob Lowe. El actor está casado con Sheryl Berkoff, una conocida maquilladora. La charla transcurría cuando Paltrow narró: “Conocí a Sheryl y me obsesioné inmediatamente con ella”. Siguió diciendo que Berkoff le parecía genial porque en ese momento era la novia de su ídolo, Keanu Reeves y además solían fumar juntas. Fue entonces que confesó que detrás de un remolque, la mujer del conductor le enseñó a hacer sexo oral y que ella pensó que era “la chica más genial de todos los tiempos”. Un detalle no menor es que cuando aprendió la técnica tenía entre 15 y 16 años.
La actriz también publicó un libro de autoayuda titulada Todo lo que siempre quiso saber sobre sexualidad, seducción y el deseo. En el manual se pueden encontrar sugerencias que pueden hacer ruborizar a más de una bisabuela. Van algunas:
-Atreverse al “placer prostático” el cual consiste en una incursión por esa zona, ya que puede ser “sumamente erótica”.
-Si se quiere armar un trío recomienda que el tercero o tercera sea un desconocido para ambos, no sea cosa que se rompa una relación o una amistad.
-Mirarse a los ojos cinco minutos para reconectarse. Si la estimulación no llega convertirse en una persona de “armas tomar” y recurrir a esposas, antifaces o látigos, siempre con el consentimiento de ambos.
-Ser creativo a la hora del sexo, salir del dormitorio y probar en otras partes de la casa o donde se les ocurra. Entre los lugares sugeridos figura una selva tropical, una fiambrería italiana o un barco pirata para niños.
Entre las recomendaciones de Paltrow no podía faltar el sexo oral. Por eso, asegura que una buena forma de medir el nivel de atracción sexual sobre otra persona es preguntarse: “¿Me gustaría pasar 20 minutos dándole placer oral?”. En caso de que la respuesta sea negativa, tal vez sea mejor seguir adelante con el próximo candidato.
En su espacio on line cambió de zona de placer y afirmó compinche que “si te excita el sexo anal, no estás sola” y agregó “Primero fue impactante, luego fue un momento cultural, ahora es prácticamente estándar en el repertorio de dormitorio moderno”. Cuidadosa pidió no practicarlo bajo los efectos de la droga o el alcohol porque es “la práctica sexual de mayor riesgo en términos de contracción de enfermedades de transmisión sexual como el VIH”.
Lejos de ser una Rampolla del primer mundo, desmintió la supuesta popularidad del acto. “La realidad sobre el sexo anal no es, de hecho, que todo el mundo lo hace”, escribió, citando un informe de los Centros para el Control y la Prevención de enfermedades estadounidenses (CDC, por sus siglas en inglés) en el que afirma que entre el 30 y 40 por ciento de las personas heterosexuales probaron esta práctica sexual al menos una vez en la vida.
Paltrow brinda sus consejos a la par que los matiza con recomendaciones de productos como un “anillo para el placer” del valor de 673 dólares, un juguete sexual del precio de 1505 dólares y un libro de fotos eróticas al precio de 1800 dólares. Es que dar sugerencias a amigas y seguidores está muy bueno, pero facturar en dólares parece ser mucho mejor.
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