Hace 10 días, Carmen Barbieri sufrió una lesión en un tobillo. Sucedió luego de trastabillar y caerse mientras ensayaba para el Cantando 2020. Si bien la artista se presentó al día siguiente de la lesión, por el fuerte dolor, que prácticamente no le permitía apoyar con normalidad, pidió un reemplazo. Convocaron a Fátima Florez y la actriz sacó de la galera su mejor versión. Aprovechando su talento y esa capacidad para imitar, se presentó en la pista caracterizada como la mismísima Carmen. Además de mostrarse igual, también rindió su presencia. Salvo una crítica al pasar de Nacha Guevara, se llevó un buen puntaje.
La semana pasada, la salud de Carmen se complicó producto de una culebrilla (herpes zóster), que le trajo aparejado una parálisis facial. Ante esto, una vez más tuvieron que salir a buscar a otra persona que ocupara su lugar. De antemano, se suponía que iba a volver Florez, pero la producción se movió por otro lado llamó a Luisa Albinoni. Justamente, a raíz de lo que se generó, la artista charló con Intrusos. “Me llamó (Federico) Hoppe dos días antes y me dijo si me animaba, y le dije que por supuesto, si había que solucionar un problema, lo hacemos, pese a que había poco tiempo de ensayo, más ahora con los protocolos”.
Sin embargo, ante lo que de público conocimiento, Jorge Rial le preguntó si tenía expectativas de seguir, teniendo en cuenta su gran labor y lo que se comentaba en las rede sociales. “Si, yo también noté eso. Tal vez la gente creyó que yo iba a seguir. Yo me sentí cómoda en esa pista, haciendo humor, me divierto. Incluso cuando terminé, a los 10 minutos la llamé a Carmen, después me llamó ella y me felicitó, me dijo que estaba súper emocionada y que no podía creer como la había hecho. Para mi fue una doble responsabilidad y se lo dije, que iba a cuidar el lugar más que si fuera mío”.
Por otra parte, le puso el pecho a los rumores que circulan en torno a su frustrada llegada reality como participante fijo. Primero se dijo que quiso ser jurado y luego que pidió mucho dinero. “Nunca pedí ser parte del jurado y lo de la plata tampoco. Toda mi vida dije ‘mi trabajo vale esto’, hace muchos años que hago esto, y es algo que hacemos todo. Pero no soy de las que piden cosas exorbitantes, soy ubicada, y más en ese momento. Si hago valer mi trabajo”.
Ante la consulta de si no sospechó cosas extrañas por no haber sido convocada nuevamente ante la ausencia de Barbieri, dijo: “Qué se yo”. Acto seguido, Rial le preguntó si le hubiese gustado seguir y en este punto, sentenció que es ella es una mujer de teatro y que prefiere eso antes que el estrés de la exposición que genera el reality, pero que lo hubiera analizado.
Por otra parte, hizo referencia a ese lugar que busca desde sus inicios y que le cuesta conseguir. “Yo soy una remadora, peleadora, batalladora…a veces no sé que más poner. Parece que tenés que venir con premios de otro universo. Siento que a veces, por ser mujer, se me castiga un poco y se me exige mucho -en un medio tan machista, ¿no?- mucho más que a otros hombres que hacen lo mismo. Y otros hombres que hacen lo mismo y no lo hacen tan bien los aplauden y yo digo ‘pucha, si llego a hacer eso y me aniquilan’”.
“Yo no quiero victimizarme, no quiero eso, pero si soy una mujer sensible, me corre sangre por las venas, y uno rema, rema y rema, pelea, escucha…parece que siempre se busca como la quinta pata al gato, el pelo en el huevo. ‘Hice todo, ¿qué más querés que dé...?’. No sé, ¿qué done un órgano quieren?”. A continuación, el conductor quiso saber si piensa que no es parte del sistema, si tiene que ver con que la representa su marido. “No entiendo…evidentemente soy muy tarada en ciertas cosas. Yo soy una mujer que trabaja mucho en el crecimiento personal, estoy siempre rindiendo. Siento que todo el tiempo estoy arriba de la bicicleta, siempre remando”.
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