El 25 de marzo, cuando recién había comenzado a regir el aislamiento social, preventivo y obligatorio en la Argentina, Susana Giménez contó que, después de mucho tiempo, había vuelto a cocinar. Por aquel entonces hizo un pollo al horno. La alegría fue tal que hasta su hija, Mercedes Sarrabayrouse, compartió la foto en las redes sociales.
"No lo vas a poder creer y yo tampoco”, bromeó la conductora cuando contó en televisión el menú que había hecho. En esos días, todavía estaba en su casa de Barrio Parque, en Buenos Aires. Y estaba acompañada por una empleada doméstica que vive con ella y no había regresado a su hogar para cumplir con la cuarentena. Y fue ella quien la ayudó a encender el horno para que cocinara el pollo. "Yo no sabía, tuve que esperar a que bajara Deolinda. A mí me daba miedo porque hacía chic, chic, chic”, recordó sobre el botón del artefacto.
Seis meses después -y ya desde su casa de Punta del Este, a donde se fue junto a su hermano Patricio para pasar el resto de la cuarentena-, la diva volvió a incursionar en los dotes culinarios. Según registró el cantante en sus redes sociales, Susana intentó pelar una cebolla. Sin revelar cuál sería el próximo menú, el cantante se enfocó en el accionar de su hermana.
“No paro de reír. Susana chef. Lo importante es intentarlo, pero con una vez alcanza”, bromeó Patricio en el posteo que realizó en su cuenta de Instagram junto al video. En las imágenes se ven las manos de la conductora y se la escuchó con algunas dudas sobre lo que estaba haciendo. “¿Cómo se casa el coso este, la cáscara?”, preguntó mientras manipulaba la cebolla.
De fondo, se escuchaba la risa de su hermano. “Y así, boludo, no ves que lo tengo que cortar así”, se respondió a ella misma. Al ver que no lograba hacerlo con el cuchillo que tenía en su mano -"con este no se puede"-, buscó otro en la cocina. Recostados sobre el piso de la cocina, y también testigos de los que sucedía, estaban sus adorados perros.
“Con este sí”, dijo segura y volvió a intentarlo. “¿Cómo se saca la cáscara marrón?”, repitió y aclaró que no sabía la respuesta. De todas formas, siguió probando, cortó la cebolla y descubrió algo que le llamó la atención. “¿Está podrida?”, preguntó y otra vez se contestó: “Sí, está podrida”.
Frustrada, y al ver que no podía seguir cocinando, agregó: “No hago nada. Mirá, todo todo y chau”. Todavía riéndose por la situación, su hermano le sugirió que llamaran a un delivery. “Vamos a pedir comida?". “Sí, anda a pedir”, asintió Susana y completó: “A mí no me gusta andar cocinando. Te queda olor en el pelo...”.
Susana había regresado el 28 de agosto a la Argentina para hacerse un tratamiento odontológico y para someterse a una cirugía por su dolor en el codo, provocado por la caída que había sufrido en chacra La Mary cuando subía las escaleras con su perra en brazos. El 3 de septiembre fue operada con éxito en el Sanatorio Otamendi, a cargo del doctor Alejandro Druetto.
La conductora cumplió con los 14 días de aislamiento, tal como indica el protocolo, y el domingo 13 de septiembre regresó a Punta del Este en un vuelo privado. “Me voy a la naturaleza. El brazo lo tengo bien. Me dolía mucho el yeso, así que me pusieron una codera, recomendada por el médico, que también me dio unos calmantes. En Uruguay voy a hacer fisioterapia, descansar, leer y estar con mis perros. Estoy feliz y tengo ganas de ir. Los extrañaba (a los perros) y ellos también a mí”, indicó la conductora a Farándula Show antes de embarcar.
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