Hace ya un tiempo que Magalí Mora se alejó de la televisión, bajó el perfil y se volcó por completo a su trabajo como modelo y sus estudios de derecho. Esta semana todo cambió y la joven vuelve a ser noticia, aunque por un motivo que nada tiene que ver con su vieja faceta mediática: le encontraron dos cigarrillos de marihuana en el aeropuerto de Miami y fue deportada a la Argentina.
El encargado de contar la primicia fue Rodrigo Lussich en Intrusos. Luego, en diálogo con Teleshow, Magalí dio detalles de lo sucedido, contó que estuvo demorada en un cuarto en el aeropuerto y que tuvo ataques de pánico. “Era como una cárcel, fue horrible”, aseguró.
La modelo dijo que viajó a los Estados Unidos el lunes pasado, después de sacar su pasaje de manera regular a través de la página de Aerolíneas Argentinas- “no voy y vengo todo el tiempo ni me estaba esperando mi novio, como se dijo en televisión, sino que era uno de mis mejores amigos”, aclaró-. Cuando llegó a Migraciones le hicieron preguntas de rutina, como cuál era el motivo de su viaje, cuántos días pensaba quedarse y cuánto dinero llevaba encima, pero después la llevaron a una sala cerrada con llave para interrogarla.
“Me hicieron de vuelta las mismas preguntas y yo respondí lo mismo. Después me piden el celular, que es algo que hacen con todos por una cuestión de protocolo, no solo a mí, y lo revisan. Después quieren revisar mi valija. ‘Sí, revísenla, no hay problema’, les dije. Salimos de ese hall y me llevan a un lugar con una mesa larga, como en las películas. Me hacen jurar que todo lo que tenía en la valija era mío y que nadie me había dado nada. Lo juro y me empiezan a sacar las cosas. Yo estaba re tranquila. Pero abren la cartera y tenía dos porros”, relató.
“Me quedé helada -recordó-. Es una cartera que no usaba hace millones de años y la guardé en la valija sin mirar. Imaginate si voy a llevar dos porros cuando, seamos sinceros, en cualquier país del mundo si querés comprar conseguís lo que sea, ¿no? No voy a ser tan tonta de querer llevar dos porros a los Estados Unidos”.
Al ser consultada por Teleshow si existe alguna posibilidad de que alguien lo hubiera plantado a propósito en su valija, ella respondió: “Se ve que los tenía (los cigarrillos de marihuana) de cuando iba a bailar y me juntaba con una amiga en una previa. Los porros eran míos, obvio. Eso quiero creer. No me puedo acordar bien porque esa cartera no la usaba hace mil años”.
Volviendo al relato central, Magalí contó cómo siguió su odisea en el aeropuerto cuando la policía encontró la droga: “Me hicieron un quilombo bárbaro porque llevaba mucho dinero. Me empezaron a preguntar si trabajaba para la droga, si vendía o si tenía más. Estuve declarando seis horas: el avión llegó el martes a las ocho de la mañana y estuve hasta las cinco y media de la tarde declarando. Después de eso me informan que me iban a deportar a mi país”.
“Me llevaron a un cuarto. Aunque ellos decían que no, era como una cárcel, te tienen detenido. Me tuvieron hasta el miércoles a las ocho de la noche, que salía el vuelo, en un cuarto de dos por dos, donde tenía que hacer hasta mis necesidades. Tuve ataques de pánico porque era la primera vez que tuve que pasar una situación así. Pedí por favor que me dieran mi medicación, clonazepam, que tiene prescripción médica por mi psiquiatra y lo tomo solo cuando me agarran estos ataques. No me lo quisieron dar porque no tenía prescripción médica. Les dije ‘cómo la voy a tener si estoy en otro país’”, continuó con su relato.
La modelo aseguró que a pesar de sus reiterados pedidos nadie le permitió comunicarse con un psiquiatra ni acceder a su medicación. Estuvo lidiando con ataques de pánico aproximadamente por dos horas, según su relato, hasta que la escoltaron arriba del avión. Recién ahí, diez minutos antes de despegar, le entregaron su celular y se pudo comunicar con su familia, que estaba sumamente preocupada porque no recibió novedades de ella durante dos días.
Además de deportarla, le quitaron por cinco años la visa para ingresar a los Estados Unidos: “Me la podrían haber sacado por 15, 20 años o de por vida. No se trata de los dos porros en sí, sino de la cantidad de gramos. Tienen como un protocolo por el cual no importa si tenés un porro, dos o diez: ellos juzgan por el delito en sí. Dependiendo del grado del delito que vos cometas tenés una pena. En este caso, como lo mío fue mínimo, la pena fue mínima. Pero si hubiese llevado un poco más quizás estaría presa, o bajo fianza, que llega hasta los 250 mil dólares”.
Ya un poco más tranquila porque el mal momento quedó en el pasado, Magalí dijo que a pesar de todo no se sintió maltratada: “Fui tratada de manera muy estricta pero bien. La policía de allá es como ‘wow’, muy estricta. Cada vez que tenía hambre me dieron de comer y cuando pedía agua me daban. Nunca pasé por una cosa así: era horrible, no pasaban más las horas. Para colmo estaba la posibilidad de quedarme mucho más tiempo ahí porque no hay vuelos todos los días. Entonces, si no conseguía el vuelo con el que finalmente regresé, tenía que esperar seis días más”.
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