Agustín y un corazón. Lo publicó en su Instagram el 11 de junio de este año. Fue el día en que Abel Pintos le contó al mundo el nombre que eligieron junto a Mora Calabrese para su hijo. Así, sin misterios ni cálculo: una placa con el nombre de quien le cambió la vida.
Poco tiempo después -hace una semana exactamente- presentó el tercer tema de su próximo disco: “Piedra Libre”, dedicado justamente a Agustín. “Solo pienso en ti/ y en la libertad de abrazarte/ y ya no puedo esperar/ a que estés aquí”, dice en la canción.
Recluido en su casa junto a su familia, Abel vive la pandemia con la mayor ansiedad que tuvo en su vida: la de abrazar a su hijo, a quien conocerá cuando nazca en algún momento de este año.
Pero mientras tanto, espera de la manera en que siempre lo hizo, atravesado por la música. No solo por su reciente lanzamiento (cuyo videoclip por otro lado fue grabado en su propia casa), sino por un show en vivo que dará este sábado 12 de septiembre a las 21 horas. Será con su banda completa via streaming (las entradas se pueden adquirir en www.livepassplay.com), y también se podrá escuchar en vivo y de forma gratuita a través de Radio Nacional, una idea de Abel para que puedan acceder todos aquellos que no cuentan con una buena conexión a internet.
-Es la primera vez que tu momento artístico conduce la entrevista hacia la intimidad. ¿Cómo te llevás con el hecho de que hayan confluido tu momento biográfico digamos con tu trabajo?
-Bien, cómodo, porque me sienta bien que eso haya sucedido no por una decisión sino por necesidad. Es decir, para mí en un momento fue necesario poder compartir cosas mías porque lo que quería celebrar era la libertad que sentía, interna y emocional, de poder hacerlo. Siempre fui muy reservado, sigo siéndolo, pero de un tiempo a esta parte gané una cantidad de certezas emocionales, que las sentí con tanto cuerpo que las quise compartir. Y fue una necesidad eso, no fue una decisión. Entonces ahora no me tengo que encontrar hablando de todo lo que me encuentro hablando desde un lugar estratégico, sino que lo hago con alegría.
-Alguna vez dijiste que cuando fuera el momento de compartir algo privado lo ibas a hacer. Llegó ese momento.
-Es que yo nunca fui una persona reservada desde un lugar estratégico o en relación con mi carrera o con mi popularidad. Yo no fui una persona más abierta cuando no era tan conocido y dejé de serlo cuando fui más conocido, y ahora regreso a quien yo era y… No. No fue tan rebuscado todo, simplemente fui una persona que para poder hablar de ciertas cosas tenía que sentir que eso tenía cuerpo, que existía realmente.
-Por la pandemia estamos todos obligados a quedarnos en nuestros lugares. El video de Piedra Libre es, justamente, en tu hogar, ¿no?
-Sí, es mi casa.
-¿Cómo fue animarte a mostrar algo tan íntimo, siendo como sos?
-Cuando estabamos grabándolo me cayó la ficha de lo que estaba sucediendo, y fue un lindo momento también. Fue simbólico: me di cuenta de que para mí, mi hogar fueron siempre las personas que son un hogar para mi. No tanto los espacios físicos, porque sino podría decir que nunca tuve un hogar hasta ahora. Y entonces la llegada de Agustín y todo el proceso que estamos viviendo me permite abrirme a interpretar las cosas de distinta manera (y a interpretarme de distinta manera). Me lleva, por ejemplo, a hacer con naturalidad algo que en otro momento hubiera sido un súper rollo para mí, como mostrar mi casa en un video. Pero recién cuando lo estábamos haciendo me di cuenta de esto que acabo de contarte.
-La idea surgió de un sueño que tuviste, ¿es así? ¿Soñaste que jugabas a las escondidas con Agustín?
-Es cierto. Soñé que jugaba a las escondidas con él y lo que registramos en el video era el concepto de ese sueño, porque yo nunca lo veía a Agustín, lo escuchaba corriendo de un lugar a otro de la casa mientras yo lo estaba buscando, jugando a las escondidas. Y cuando charlamos de la idea se barajó que hubiera un niño en el video, pero dije que no porque yo realmente no lo veía a Agustín en el sueño.
-Además, si ponías a un chico iba a haber un actor, pero no iba a estar él, que por otro lado debe faltar poco para su llegada.
-Yo sé que él está ahí, lo sabemos, lo sentimos… Pero la ansiedad más grande que tenemos es la de poder verlo, de tenerlo con nosotros. De ahí lo que habla la canción: no me va el rollo por cómo serán los días, por cómo será el futuro o cómo voy a hacer con tal o cual cosa… Cero. Tengo claro que de ahora en más cada día va a ser una aventura distinta con ese ser. Por donde nos pasa con Mora es por la ansiedad de verlo. De hecho hicimos la famosa ecografía 4D para utilizar la tecnología y él no se dejó ver. Como que nos pidió que bancáramos, que ya falta poquito.
-Salió al padre… Maneja sus tiempos.
-Sí, de momento está demostrando ser reservado y tener su personalidad marcada también.
-¿Cómo te llevás con el protagonismo? Desde la llegada de un hijo suele decirse que el protagonista de la propia vida pasa a ser otro.
-Absolutamente. Y a mí me provoca una sensación de libertad. No hace mucho tiempo me preguntaban al respecto de la libertad y yo decía que no es una única cosa, que es una sensación. Y la paternidad para mí viene a ser uno de los símbolos de la libertad. Hace poco una amiga me preguntaba cómo me sentía y yo le decía que muy feliz, y que me sentía libre porque siento que ya no me pertenezco. Sinceramente, como dice Piedra Libre, mi mayor ambición es tener un día más para estar con él. Me quita cargas para llenarme de responsabilidades.
-Estamos en un tiempo de muchos activismos: por el clima, por la alimentación y los animales, por el amor propio, por la igualdad de derechos… ¿Cuáles te llegan? Te lo pregunto porque de algún modo es la pregunta de qué mundo querés para tu hijo.
-A mí como persona muchas cosas me preocupan y me ocupan. Me gusta, no me gustan. Les pongo el foco o las ignoro por completo. Pero esa es mí experiencia como ser humano. Y en ese sentido lo que considero es que todo lo que nos gusta o no, lo que elegimos o ignoramos, lo que nos ocupa y nos preocupa, creo que son las herramientas con las que nos construímos como personas. Construímos nuestras ideas y a raíz de esas ideas, nuestras acciones que soportan esas ideas, o que les dan entidad. Entonces: ¿a qué mundo quisiera traer a Agustín? Al que tenemos. Porque Agustín va a venir y va a curtir el mundo a través de sus experiencias y lo voy a ver formar sus ideas, probablemente muchas estén en sintonía con las mías y muchas no. No quiero traerlo a un lugar particular, lo traigo al mundo en el que estoy yo, en el que estamos todos. A la vez el mundo claramente es el que cada uno de nosotros ve. Bueno, él tendrá su mundo para ver y seguramente para ayudarnos a verlo.
-Hasta ahora conocemos tres temas de tu próximo disco: Quiero cantar, El Hechizo y Piedra Libre. El Hechizo, que habla del amor, también lo leo en clave biográfica. En un momento de la canción decís: “llegaste”. Y lo decís en un momento en que le contaste al mundo que estabas enamorado ¿Está bien leerlo así?
-Todas mis canciones son de alguna u otra manera autoreferenciales. Algunas están más cerca de lo que yo viví, otras son una historia creada para introducir la emoción. La diferencia entre, por ejemplo, Piedra Libre y El Hechizo es que El Hechizo también tiene su parte autobiográfica, pero es una canción escrita con varios autores. Lo que hicimos fue conversar mucho hasta que aparecieron ideas comunes. Y lo que hablábamos en esa oportunidad era de la parte mística del amor, y de nosotros de frente al amor. Quiero decir… yo enamorado, mi amigo Diego Cantero habiendo sido padre hacía muy poco y también enamorado de su pareja, Ariel mi hermano que ya comparte un amor desde hace muchos años con Sole, Beatriz Luengo que es parte de la canción, una persona de esas que cada vez que mira a su compañero o compañera le seguís notando el rostro enamorado, por más de que lleven una vida compartida… Y nos pusimos a hablar de cuán místicos somos capaces de ponernos los seres humanos cuando hablamos del amor o de las grandes oportunidades de la vida. Entonces, por más escepticos que seamos, de repente empezamos a hablar del universo conspirando a favor nuestro, de Dios regalándonos algo, de las sincronías destino… Nos gustó eso de la parte mística del amor, y de ahí venía el hechizo. Y yo hablaba del amor desde un concepto real y no desde una idea, claramente.
-Sé que tanto El Hechizo como todos los temas nuevos los vas a cantar en vivo por primera vez en un show por streaming. ¿Cómo va a ser eso?
-Es este sábado 12 de septiembre. Es con la banda completa. Por el momento van a ser dos horas de concierto. Vamos a tocar canciones de toda mi carrera y vamos a aprovechar para tocar los últimos lanzamientos, sí: Cien Años, Quiero Cantar, Y La Hice Llorar (que aunque no es un lanzamiento propio sino de Los Ángeles Azules, me siento parte), El Hechizo y Piedra Libre.
-No va a ser solo vía streaming, ¿no?
-Exacto, es un concierto en doble formato: en streaming y por radio, porque cuando estábamos barajando la idea yo pensaba que el streaming plantea una sensación de que llega a todas partes, pero realmente al día de hoy hay muchas regiones de la Argentina que por distintos motivos no tienen ni internet ni señal de teléfono con datos, donde la televisión y la radio siguen siendo los principales medios comunicadores con todo el mundo. Entonces, como la imagen ya la teníamos a través del streaming, se me ocurrió que canalizáramos el sonido también a través de la radio para asegurarnos de que todo el que quiera compartir esta experiencia en estos tiempos lo pueda hacer desde cualquier lugar.
-O sea, en vivo y en directo por streming para quien compre la entrada, y en vivo y en directo también de manera gratuita a través de Radio Nacional.
-Correcto. Según sabemos Radio Nacional va a transmitir hasta que el concierto termine, porque en principio dura dos horas pero a veces nos podemos extender un poco. Ja ja. Además vamos a hacer una previa a través de redes sociales en la que vamos a explicar paso a paso al público cómo entrar al concierto, porque es un formato que todos estamos descubriendo, incluso los que damos el show.
-¿Te entusiasma la idea del streaming en general como método?
-Yo lo veo como una nueva forma de compartir música. No lo veo como “la manera que tenemos ahora de hacer las cosas”, sino como un nuevo campo que se abre. De hecho, el día de mañana cuando regresemos a las giras o a las rutas estoy seguro de que cierto tipo de contenidos voy a seguir presentándolos en streaming, porque me parece que ofrece un nuevo espacio creativo. Por caso, yo no voy a emular un concierto como si estuviera con la gente en vivo, porque son imposibles de emular, así como también es imposible en vivo reproducir la precisión de un disco. Entonces esto vendría a ser una zona media.
-Y hablando de discos… ¿ya hay fecha? ¿hay nombre para el nuevo disco?
-Tenemos un nombre pero la realidad es que con el tercer single la intención era adelantar el nombre del disco, la tapa, un montón de cosas... Pero como el disco está esperando, todavía evidentemente es un proceso creativo abierto, aunque la mayor parte ya esté terminada. Nos pasó con la llegada de Piedra Libre, que nos hizo entender que hasta que no editemos el disco va a seguir siendo un proceso. Habíamos hecho una portada por ejemplo que cargaba un símbolo, pero cuando arrancó todo esto de la pandema dijimos cambiemos eso, y estamos empezando a crear otras ideas. El tiempo de editarlo va a tener que ver con estar más cerca de la posibilidad de salir a defenderlo en giras promocionales y giras de concierto.
-¿Cómo te llevás con la pandemia? Antes decías que de algún modo te obligó a estar quieto en un hogar por tanto tiempo por primera vez. Llegó justo mientras estás esperando un hijo. ¿Sos miedoso? ¿Conocés gente que haya tenido covid?
-Conozco gente que tuvo. Todos lo experimentaron de una forma distinta, lo cual no hace otra cosa que alimentar la pelota de incertidumbres que tenemos alrededor de todo esto. ¿Cómo lo vivo? Con angustia, es la verdad. Hay una angustia base que no se modifica con nada. Hasta donde yo entiendo, tiene que ver específicamente con la incertudumbre, en mí por lo menos. Hay días en que no puedo creer lo que está pasando, días en que no me entra la idea en la cabeza, y días en que pareciera estar más naturalizado, lo cual me provoca la misma angustia. Entonces no lo sé.
-¿Te costó esto de “estar en casa”?
-No fue difícil para mí porque los tiempos en los que no estoy de gira soy una persona medio ermitaña. No salgo casi de mi casa. Y la convivencia por otro lado nos costó cero, realmente.
-¿Estrenaron convivencia con Mora?
-Claro, nosotros comenzamos a vivir juntos en noviembre del año pasado. Y realmente nos hemos sorprendido mucho de cómo este curso intensivo de convivencia nos encontró y no nos generó ningún tipo de incomodidad. Y desde lo práctico y demás tampoco tuvimos ningún inconveniente. Pero, igualmente, me resisto a hablar de manera positiva de todo esto del coronavirus. No considero que este tiempo haya sido positivo.
-¿No sos de los que cree que sirvió para encontrarnos y qué sé yo…? Esas teorías.
-Todo sirve para encontrarnos con algo. La realidad en la que estábamos antes también día a día nos encontraba con distintas formas de vernos a nosotros. No es que esto nos encuentra de manera especial. Ojalá no nos hubiera sucedido nunca esto, y ojalá sea algo que mis hijos el día de mañana nunca vayan a creerme cuando se los cuente. Ojalá me digan: “¡no… demasiada ciencia ficción, papá, cómo va a pasar eso!”. Ojalá.
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