“Estoy en la calle y me doy cuenta de que Nati Jota me compartió. ¿Qué? ¿Qué está pasando? Gracias por compartir a les cuerpos gordes”. La que habla a través de sus historias de Instagram, emocionada detrás de su barbijo, es Corina Lagos, conocida en sus redes como @gordainsurrecta5.0.
Su emoción corresponde a que un rato antes la influencer Nati Jota publicó en su propio Instagram una foto de Corina invitando a que la sigan. “Ella es @gordainsurrecta5.0 y la pueden ver en mi feed porque me uní al challenge #visibilidadgorda”, escribió. Su publicación surtió efecto: a las pocas horas la activista contra la gordofobia subió más de tres mil seguidores y decenas de personas festejaron el gesto de Nati. Pero no fue la única: durante toda la tarde de ayer diversas figuras del arte y de la moda se sumaron a la propuesta.
Guillermina Valdés y Alejandra Martínez subieron una foto de la artista Acus (@soyacus), Julieta Prandi compartió una imagen de la modelo Brenda Mato, lo mismo hizo la poeta Mercerdes Romero, Nazarena Velez y Vicky Ramos postearon fotos de la modelo y activista gorda Lara del Mal (@laradelmal_), Victoria Freire compartió a Nikk Castillo, y Jimena Frontera publicó una imagen de Beltrán Horisberger. Beltrán además fue justamente uno de los promotores de la acción.
¿Qué es la gordofobia? Bueno, explicar eso fue la intención de la propuesta. La gordofobia o “gordo odio” es el sentimiento de rechazo (personal o social) contra las personas consideradas fuera de los patrones estéticos impuestos por la sociedad. Sus implicancias van mucho más allá de lo visible y su existencia se puede rastrear en cada acto cotidiano o en las industrias de la cultura, la moda y el entretenimiento.
La creación del hashtag #visibilidadgorda fue una propuesta contra el gordo odio que surgió del último episodio de Underperiodismo Edición Cuarentena, un programa vía YouTube del periodista Joaquín Sánchez Mariño (quien es parte a su vez del equipo de periodistas de Infobae). En cada emisión trata distintos temas y el último fue la cultura de la delgadez, la presión estética y la gordofobia. El episodio que subió a su canal desnuda muchas de las prácticas a veces invisibles de la sociedad que llevan a reforzar permanentemente estereotipos de belleza y juzgar los cuerpos ajenos.
La discusión no es nueva ni en las redes ni en la esfera pública, pero tomó mucha relevancia cuando hace un mes Oriana Sabatini compartió un video en su Instagram en el que contaba la presión que sintió siempre por tener un cuerpo delgado, y cómo eso la afectó.
“Ayer tuve un atracón, con lo cual hoy sería inimaginable subir algo a las redes sociales, mucho menos mostrando alguna parte de mi cuerpo”, explicó la cantante en su Instagram, donde tiene casi cinco millones de seguidores. “Pero desde hace mucho tiempo tenía ganas de subir algo así. Después de 10 años de convivir con trastornos alimenticios, pasando de una anorexia hasta el trastorno por atracón, hoy me pintó subir esto”, dijo en su posteo de julio de este año.
Hacia dentro del activismo gordo (quienes vienen luchando hace años contra la discriminación que sufren por sus cuerpos), aquel posteo fue muy bien recibido, pero también se le hizo un reclamo válido: si vos, que tenés un cuerpo que todo el mundo admira, sufrís... ¿qué queda para los cuerpos históricamente desplazados? Probablemente, ese interrogante nunca le llegó a Oriana.
Por otro lado, también se le sugirió a Oriana en su momento ayudar a otras modelos o artistas a tener un poco de visibilidad, dado que al usar la consigna del amor propio se estaba de algún modo apropiando del discurso de una lucha nunca suficientemente oída y gestada entre activistas que realmente tiene cuerpos por fuera de la belleza hegemónica.
Algo parecido sucedió con Jimena Frontera, una activista del body positive que en sus redes aboga siempre por la autoaceptación pero que tuvo muchas confrontaciones por el mismo motivo. Sin embargo, Jimena contó que tuvo diálogos constructivos y fue de hecho una de las primeras en sumarse a la propuesta: desde su cuenta con más de 200 mil seguidores recomendó seguir a Beltrán, y mirar el video contra la gordofobia para entender por qué.
Justamente para evitar la apropiación de la lucha de los activistas y ayudar a equilibrar la balanza de la hipervisibilidad de los cuerpos hegemónicos fue que el episodio fue conducido por el modelo y activista Beltrán Horisberger. Sobre el final propuso el challenge: que todas aquellas personas con mucha visibilidad compartieran una imagen de una modelo, artista o activista gorda para que más gente la conozca y crezca su exposición. En resumidas cuentas: llegar a un público al que nunca llegaría por tener el cuerpo que la sociedad espera. Dicho de otro modo, romper con la invisibilización de cuerpos gordos.
Es algo que vienen pidiendo los y las distintas activistas hace tiempo, sin embargo nunca como ahora contaron con tanto apoyo de quienes, acaso pensaron que estaban del otro lado del camino. Pero de pronto Nati Jota decidió dedicar un posteo porque sí, un posteo por justicia o un posteo por generosidad, y algo cambió en las redes. Quizás, quien sabe, alguien se haya sacado algunos prejuicios.
SEGUÍ LEYENDO: