En las últimas horas Sebastián Estevanez sufrió un accidente doméstico que alarmó a su entorno. Un imprevisto ocurrido en su casa, debido a una mala maniobra manipulando un objeto inflamable y sin la protección necesaria, hizo que, en primera instancia, la incertidumbre se apoderada de sus seres queridos. Una ambulancia llegó hasta el lugar en el que vive para asistirlo y hacerle las primeras curaciones ante las muestras de dolor que lo inundaron.
Ante lo ocurrido y la confusión por las informaciones iniciales, Teleshow se comunicó con Estevanez. “Me explotó un bidón de alcohol en la mano”, comenzó relatando este mal trance, aunque mucho más tranquilo que en las primeras horas del accidente. “Fue todo muy rápido, enseguida que explotó se me prendió fuego la cara, y también el cuello”.
El episodio sucedió luego por un acto de imprudencia que Sebastián no tuvo en cuenta en el momento en que lo realizó. Las ganas de prender una gran fogata hicieron que lo intentara de cualquier modo, pese a que la leña que estaba utilizando estaba húmeda. Ante esto, busco una alternativa que le facilitara generar fuego. “Como no agarraba, me mandé la cagada de usar alcohol...”, reconoció el marido de Ivana Saccani.
Los médicos que lo asistieron de inmediato trataron de quitarle el dolor insoportable que lo abrumaba. De ahora en más, por algunas semanas, tendrá que seguir un tratamiento a base de cremas para recuperar las zonas afectadas. Estevanez continúa en su hogar, recuperándose. Y aporta tranquilidad en sus palabras. “Lo peor ya pasó. Por suerte ahora estoy bien. Me está tratando Gustavo Sampietro, que es cirujano y amigo. Me ayudó bastante, por suerte”.
En plena pandemia, el galán espera recuperarse pronto para poder volver a la actuación apenas las circunstancias lo permitan. Se destacaba en Separadas, la tira que se estaba emitiendo por la pantalla de El Trece hasta que el aislamiento social obligatorio interrumpió las grabaciones. Y ya no se continuará con los capítulos que faltan. En la novela se había puesto en la piel de Miguel, un albañil noble y bonachón que se las rebusca haciendo todo tipo de changas.
En este momento tan particular que está atravesando producto del accidente, se apoya en Saccani, quien lo acompaña desde hace más de dos décadas. Se conocieron en un desfile cuando ella tenía 19 años y modelaba, y desde entonces caminan juntos, de la mano. Fruto de la relación que forjaron tuvieron tres hijos: Francesca, Benicio y Valentino. Y optan por una vida familiar, lejos de cualquier escándalo.
A raíz de este romance fuera de serie, en tiempos en los que en el mundo artístico parece normal separarse, historias como las de ellos son contadas con las manos. Un guión digno de una novela en la que, por supuesto, el galán y protagonista sería Estevanez. “La primera vez que la vi fue en un desfile en Pilar, era benéfico y a mí me invitaron para cerrar. Resulta que yo me había comprometido a llevar a una amiga del desfile a Buenos Aires, y como también era amiga de Ivana, le ofrecimos llevarla. Mi intención era que Ivana se bajara última, pero no pudo ser... Organizamos para salir otro día y ahí empezó todo”, recordó, tiempo atrás.
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