Un croma, un cómico y a reír... ¿Eso es todo? Sí. En un momento más que difícil para la televisión argentina, Polémica en el bar decidió apostar al humor tradicional. El mismo que muchos habían dejado de lado por extemporáneo y que, hoy, parece ser el único capaz de alegrar a la gente en medio de la pandemia del coronavirus que puso en jaque a la industria del entretenimiento.
En diálogo con Teleshow, Gustavo Sofovich, productor del ciclo de América, asegura: “Volvimos a las bases, con cómicos y guionistas que entienden el humor popular. Hoy la televisión está como sumergida en todo lo que estamos pasando. Y lo que buscamos con esto es tratar de hacer reír a la gente como se hacía en los grandes programas que ya no están”.
De un tiempo a esta parte los ciclos humorísticos no encontraron más lugar en la grilla de los canales. Y la excusa, muchas veces, era que resultaban demasiado onerosos. “Parecía que sólo había lugar para la grieta y para hablar de noticias catastróficas. Y nosotros con un croma, que no es más que una tela verde que se utiliza para proyectar imágenes y hacer de cuenta que los actores están en cualquier parte del mundo, hacemos divertir a la gente”, confiesa Gustavo, quién conoció esta técnica hace más de cincuenta años de la mano de su padre, Gustavo Sofovich.
El productor reconoce que las circunstancias no son las mejores para los humoristas. “Cuando arrancó la cuarentena, por decisión de la Asociación Argentina de Actores, un cómico podía sentarse a la mesa pero no podía ponerse una peluca y actuar. Y yo, si pudiera, les daría trabajo a todos. Pero estoy muy limitado porque el protocolo del COVID-19 no me permite llevar más gente al estudio”, señala.
Sin embargo, insiste en que al programa le está yendo muy bien gracias al giro que dio. “Yo tenía ganas de volver al humor popular y sano y lo hice. También sumamos mujeres, ya que siempre nos trataron de machistas, y ellas también le dan su toque picaresco diciendo cosas que los hombres no podrían decir. Porque para hacer reír no hay que ser raro, hay que ser eficaz”, agrega Gustavo. “Y además tenemos el lujo de tener a Mariano al frente de la mesa Es una crack: conductor, humorista y la persona que mejora hace las publicidades en el piso”.
Por su parte, Mariano Iúdica explica cómo se fue gestando el cambio en el ciclo. “El programa se reformuló cuando cambiamos la mesa y se fueron Chiche Gelblung, Mauro Viale y Pablo Duggan. También se fue Coco Sily. En el medio nos llevó por delante la pandemia, tuvimos que cambiar el estudio por uno virtual que tenía apenas una mesa y una pantalla y empezamos a tratar sólo el tema del COVID-19. Nos convertimos en un mágazine cuando acabábamos de quedarnos sin periodistas. Así que pusimos a Adrián Cormillot, un médico para apoyar científicamente el tema. Pero, de repente, empecé a sentir que no era por ahí lo nuestro. Que lo ‘esencial’ de nosotros, ya que somos ‘esenciales’, no era comunicar noticias del coronavirus sino entretener y hacer reír”, cuenta el conductor.
¿Cómo se hace para pivotear entre temas duros de actualidad y la diversión? “Tratamos de no hacer más información dura. Las noticias del día las tira Luciana Salazar, que está muy bien y siempre tiene una bomba. Entonces hacemos una discusión con Gastón Recondo y Horacio Cabak. Y, de ahí, ya nos vamos al humor. Porque, aparte, el programa es corto y está muy bien vendido. Así que tratamos de hacerlo lo más disparatado posible, para que la gente sepa que a las 20 hs., mientras prepara la comida, se va a divertir con cómicos muy queridos como Alvaro Navia, Pachu Peña, Claudio Rico y Jey Mammon”, explica Mariano.
Según cuenta el conductor, hoy la actualidad se trata “con el prisma del humor” a través los personajes de los cómicos y los guiones de Sergio Marcos y Miguel Gruskoin. Y las mujeres que se sumaron al ciclo, entre las que también figuran María Fernanda Callejón, Rocío Oliva y Luisa Albinoni, “se insertaron muy bien en la mesa porque saben jugar a eso”. ¿Qué reacción tuvo el público de Polémica ante este cambio? “La gente agradece, y mucho, que hayamos tenido la muñeca para meter un volantazo. Porque lo que hacemos hoy es una locura, es desopilante. Pero es muy gracioso y es lo que estaba haciendo falta”, concluye Iúdica.
Después de cuatro años trabajando en Polémica, a mediados de marzo Alvaro Navia se encontró frente a una situación compleja. “El gremio de actores tomó una posición muy radical que no contemplaba la posibilidad de que pudiéramos trabajar cuidando los protocolos y sin correr los riesgos que puede haber en una tira. Y por eso yo tomé la decisión de estar. Porque, así como hacían falta los noticieros para informar, también era necesario el humor para descomprimir un poco. Y yo sentía que mi función era estar al aire para que la gente se divierta”, explica.
¿Cómo se volvió al humor de hace más de medio siglo? “El espíritu de Gerardo siempre estuvo. Y el de todos los cómicos que pasaron por el programa, como Jorge Porcel o Mario Sánchez. Yo arranqué haciendo el personaje de El Preso, seguí con Albertito... Y el cuidado siempre estuvo puesto en el que está del otro lado, es decir, en el gran público de la televisión. Porque nosotros trabajamos para que el abuelo nos entienda, pero los niños también”, asegura Alvaro.
Aunque no se podría precisar un momento en el que el contexto de la Argentina haya sido del todo ameno, la realidad es que la coyuntura actual dificulta aún más la tarea del humorista. “Hacer reír siempre es difícil. Yo vine de Uruguay en el ‘96 y, en todo este tiempo, he pasado por muchas situaciones. De todas, podría señalar dos como las más complejas: cuando cayó Fernando de la Rúa en el 2001, que yo estaba en el viejo VideoMatch, y ésta que creo que es la que más duro le pegó a la gente. Pero así como los médicos tienen que estar preparados para pelear en medio de una pandemia, nosotros tenemos que hacer todo lo posible para que la gente se divierta”, concluye el cómico.
La llegada de Rocío Oliva a Polémica se dio casi por casualidad. La ex de Diego Maradona había sido convocada para Intratables, pero cuando comenzó la rotación de panel en el ciclo de Fabián Doman encontró su lugar en la mesa de Iúdica. “Es un programa que durante muchos años se caracterizó por estar integrado por hombres, pero la verdad es que yo la paso muy bien”, asegura la periodista.
Rocío cuenta que lo que más le gusta es poder variar entre temas de actualidad y humor. “Hablamos de lo que pasó en el día en la primera parte, pero en la segunda nos divertimos con Pachu, Alvaro y los chicos que son unos número uno. A mí me hacen reír muchísimo. Y después, cuando miro el programa, escucho mis carcajadas y no lo puedo creer. Pero la verdad es que a veces me olvido de que estoy en la tele”, confiesa.
Y asegura que hasta se divierte cuando Iúdica hace los PNT. “Los hace con un sentimiento, unas ganas, que te da gusto verlo. Los otros conductores te muestran el alfajor, pero él se lo come, te lo da de probar...Con Recondo nos matamos por ver quién llega primero a las empanadas. La verdad es que todo se da de una manera muy espontánea. Y eso es lo que hace que a la gente le guste tanto. Así que yo estoy feliz”, concluye Oliva.
Pachu Peña es otro de los encargados de ponerle humor al programa y se mostró muy contento de poder hacerlo. “Qué en un momento tan difícil te abran las puertas del bar para que trabajes y disfrutes de lo que sabés hacer, es maravilloso. La verdad es que estoy muy agradecido con Gustavo, Mariano y todo el grupo de Kuarzo”, cuenta el actor.
Su trabajo es, justamente, divertirse y divertir. “La pasamos muy bien tratando de llevarle alegría a la gente. De lo que se trata es de dar una vuelta de página y salir de todos los problemas que estamos atravesando, para volver al humor que tanta falta nos hace. Y Polémica es el único espacio en el que hoy se puede hacer reír con tanta libertad”, explica Pachu.
¿Cómo es la rutina con la que arman sus sketch diarios? “Buscamos los temas que hayan surgido en el día, nos comunicamos temprano con el productor que es Federico Delucchi, y vemos con qué personajes podemos salir. Ahí los guionistas hacen su trabajo, pero todos aportamos lo nuestro. Y a la noche pasamos la letra antes de salir al aire. Pero la verdad es que, muchas veces, terminamos improvisando algunas partes y la cosa sale para cualquier lado. Es por eso que nos divertimos tanto”, concluye el humorista.
Convertida desde hace un tiempo en la nueva referente de la noticia política, Luciana Salazar logró tener su destaque en la nueva Polémica. “El hecho de que me hayan convocado para ser la primera mujer que se sienta en la mesa fija, fue muy importante para mí. Más en un momento tan complejo para la televisión. Así que lo disfruto mucho”, asegura.
¿Si le resultó difícil encontrar un espacio entre tantos varones? “Yo me siento a la par de todos, no tengo ningún problema. Y la verdad es que Mariano me da mucho lugar. Pero ahora también tenemos la mesa femenina que está buenísima. El programa siempre fue muy masculino y hasta se podría decir que un toque machista, pero este año le empezó a dar a las mujeres el espacio que se merecen y le gente respondió muy bien ante eso”, señala Salazar.
Luli destaca, también, la labor de los cómicos del ciclo, a los que ella sabe sumarle su buena onda. “Yo me divierto, la paso bien. Si bien el programa está full entre los sponsors y los temas de actualidad, la verdad es que está buenísimo que se haya incorporado tanto el humor. Sobre todo, en una época en la que la gente necesitaba reírse porque ya está cansada de escuchar información del COVID-19, los contagios y todas las pálidas de la crisis económica y la inseguridad”, concluye.
Con sus imitaciones, Claudio Rico logró captar la atención de Iúdica, quien no dudó en convocarlo para sumar su talento al programa. “El me escuchaba en La Red y siempre me mandaba mensajes diciendo que se mataba de risa y me decía que me quería en Polémica. Así que primero empecé a ir como invitado hace unos dos años y pico. Hasta que Gustavo me pidió que fuera tres veces por semana. Y para mí es un orgullo pertenecer a esa mesa por la que pasaron tantos monstruos como Javier Portales, Mario Sapag, Fidel Pintos, Juan Carlos Altavista, Julio de Grazia, Rolo Puente y tantos otros”, explica el actor.
Después del impasse obligado que les impuso la cuarentena, Rico se mostró feliz de que el ciclo haya vuelto al humor tradicional. “Hay mucho referido a la política y la actualidad, que a mí me permite desarrollar un montón de personajes como los de Luis Majul, Ginés González García, Jorge Asis, Lilita Carrió...Y hoy, esa es la única manera de pasar estos días de encierro y de pandemia. Porque la gente necesita que le saquen una sonrisa antes de irse a dormir. Y la risa cura”, asegura Rico.
El imitador, además, remarcó la actitud que tuvieron para con él sus colegas: “La verdad es que Pachu y Alvaro son dos fenómenos del humor. Y son dos grandes compañeros que me dieron cabida en el programa. Así que quiero destacarlo, porque la verdad es no todo el mundo tiene esa generosidad en el medio”.
María Fernanda Callejón es otras de las mujeres que se incorporó a Polémica. “Hacía un año que venía hablando con Gustavo y Mariano para sumarme y se dio justo antes de la pandemia. Como mamá, con la cuarentena opté por ausentarme por sesenta días. Pero me guardaron la sillita. Como hay rotación, yo voy sólo los viernes. Pero cada quince días hacemos la mesa femenina”, cuenta.
La actriz se muestra feliz de estar trabajando con personas a las que conoce desde hace muchos años y considera “amigas”. Y rescata: “Gerardo fue uno de mis mentores en la televisión, así que yo le tengo un cariño enorme. También hice gran parte de mi carrera como vedette con Hugo Sofovich. Así que siempre tuve conexión con el humor y es un lugar en dónde me siento súper cómoda”.
Finalmente, en relación al contexto actual, Fernanda asegura: “Los argentinos necesitamos un momento de esparcimiento, de distensión y de risa. Y eso es parte de la esencia de lo que siempre fue Polémica, con sus humoristas. A veces es difícil, porque nosotros somos de abrazarnos todo el tiempo y ahora tenemos que mantener la distancia y cuidarnos mucho. Pero igual lo disfrutamos”.
Por su parte, Jey Mammón se mostró feliz de haberse sumado al programa. “Gustavo siempre fue muy generoso y muy respetuoso conmigo. Yo lo conocí cuando hice El champagne las pone mimosas con Estelita, que también tuve que adaptar el texto con su anuencia y la de Martín Kweller”, asegura.
En ese sentido, el actor explica: “Lo que ha cambiado no es el humor sino, sobre todo, la sociedad. Y, en consecuencia, cambia todo porque se modifica, crece y madura. Y eso está buenísimo. Así que lo que pasa en Polémica es lo mismo que en cualquier estructura con tantos años y tanta vigencia, que se va adaptando a los tiempos que corren sin perder la esencia de lo que es”.
Finalmente, Jey señala que no dudó en aceptar la propuesta de sumarse a ese bar, primero, “porque es el único que está abierto durante la pandemia”. Y, segundo, porque la pasa muy bien y se divierte con todo el equipo de trabajo.
Tan icónica como Polémica, es Luisa Albinoni. “Para mí es un honor que Gustavo me haya llamado para formar parte del programa. Después de haber trabajado con Gerardo en todos sus éxitos, durante doce años corridos, estar ahí sentada para mí es maravilloso. Porque yo me siento parte hasta del mobiliario”, asegura la actriz.
Luisa se emociona al contar que, a veces, el productor del ciclo le recuerda que está sentada en la silla de Minguito. “Para mí eso es un doble orgullo. Así que me siento muy bendecida por todo esto. Sobre todo, en este momento en el que hay tan poco trabajo”, explica.
En relación al humor del programa, Albinoni remarca que sus compañeros están “estupendos”. Y concluye: “Me encanta pertenecer a esta mesa con mujeres jóvenes, de las cuales aprendo muchísimo. Y estoy muy bien trabajando con Mariano, que es un gran compañero. Así que siento que Gerardo, desde el cielo, me está cuidando como lo hizo durante toda mi carrera”.
Sin dudas, una de incorporaciones que más llamó la atención este año fue la de Horacio Cabak. “La verdad que me sorprendió la convocatoria. Me invitaron a la mesa para ver cómo me sentía. Y me sentí muy cómodo desde el principio, no sólo por la generosidad de Mariano sino también por la química que tenía con el resto de mis compañeros”, cuenta el conductor.
Horacio cuenta que arrancó en un momento en el que el ciclo giraba en torno a la “información dura”, pero supo adaptarse al cambio. “La decisión del equipo fue tratar de que ese momento sea terapéutico para la gente, que sea alegría y de entretenimiento. Y yo me llevo muy bien con eso. Es una mesa en la que se tratan todos los temas y cada uno puede decir lo que tiene ganas. Pero es muy divertida. Yo me voy con una energía recargada”, confiesa.
Por otra parte, Cabak asegura que está muy conforme con la presencia de las mujeres en el programa. “Polémica siempre fue aggiornandose a los cambios de la sociedad y esa era una búsqueda que estaban haciendo desde el año pasado. Y todos están muy contentos por la química que hemos logrado con este nuevo equipo”, explica.
Por último, Gastón Recondo, quien ya lleva varias temporadas debatiendo en la mítica mesa, asegura: “Yo soy feliz sentándome ahí. Todos los días voy con ganas. Antes de la cuarentena, llegábamos una hora antes y, más allá de la excusa de la comida, estaba buena la cuestión humana, el crear vínculos que después generaban complicidades. Pero este momento también lo estoy disfrutando mucho”.
El periodista remarca que se ríe mucho al aire. “Soy de risa fácil, pero el humor del programa es maravilloso. Y, además, a Mariano no se le escapa nada. Así que a mí me causa mucha gracia todo. Y la paso muy bien, aunque nunca pierdo de vista que estoy en un lugar sagrado de la televisión argentina”, revela Gastón.
¿Cómo tomó la llegada de las mujeres al programa? “Para mí le suman un montón a la mesa, porque saben jugar el juego de Polémica. Y entendimos que hay tiempo para que hablemos todos y que hay temas en los que conviene que hable uno más que el otro. Pero que lo más importante es que todos digamos lo que pensamos porque, así, ninguno se va a ofender”, cierra Recondo.
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