Lejos de los conflictos y caras de pocos amigos que suelen darse en el certamen, el día jueves 27 se vivió un momento conmovedor dentro del Cantando 2020. La noche venía sin demasiados episodios que sobresalieran, pero todo cambió cuando les tocó el turno de salir al ruedo a Jey Mammón y su partener, Carla del Huerto. La pareja interpretó ”Avanti morocha”, canción que pertenece a Caballeros de la Quema, grupo de rock que en su momento comandó Iván Noble.
Antes de comenzar, anticiparon que estaba dedicada a todos los argentinos y a este momento tan particular que está atravesando el país debido a la cuarentena producto del coronavirus. Los momentos críticos se multiplican ante el impedimento de contacto y acercamiento. Con toda esta carga, además de lo emocionante de la letra, la participación estuvo acompañada de imágenes de personal de la salud, maestros, abuelos y de gente que hace mucho no puede ver a sus familiares.
El cierre del cuadro también cautivó. Una vez que terminaron de cantar, aparecieron todas juntas las imágenes que habían ido apareciendo mientras cantaban y personas aplaudiendo desde los balcones. Fue una manera de encerar en una fotografía gigante lo que pasa en cada uno de los hogares. En ese instante, Jey y su compañera se dieron vuelta, se pararon de frente a la pantalla y comenzaron a aplaudir, como una muestra de respeto y solidaridad que inmediatamente fue acompañada por todos los presentes.
Una vez que terminaron la performance, que se recuperó el aliento, se pudo ver el estudio inundado de lágrimas de emoción. Persona a la que enfocaba la cámara, estaba con su rostro húmedo. Fueron segundos en los que el silencio se apoderó de la situación y solo se contempló lo que había pasado apenas un momento atrás. Incluso, antes de que Nacha Guevara empezara a dar su devolución, Ángel de Brito se percató de que su compañera, Laurita Fernández, lagrimeaba y no podía contenerse. La miró una vez, la miró dos… hasta que le preguntó como se sentía y si necesitaba algo.
Guevara comenzó con su devolución: “Me gustó mucho, porque tuvo feeling, tuvo sentimiento, que es lo único que importa…”, en ese momento la interrumpió De Brito para darle paso a Laurita. Le preguntó si estaba bien y la conductora contó: “Me re emocionó lo que hicieron y las imágenes que pusieron. Acá vivimos como en una burbuja pudiendo trabajar y demás. Todo lo que pasamos todos y todo lo que pasan los médicos, los abuelos...”.
Acto seguido, tomó la palabra Mammón, uno de los creadores de ese momento mágico que sobrevoló el estudio y que tocó las fibras más íntimas de cada uno de los presentes. El actor hizo hincapié en lo que se vive en los barrios, en los diferentes puntos del país, y de lo que ellos, quienes trabajan en la televisión, muchas veces están ajenos: “Cuando nosotros escuchamos el tema, enseguida nos miramos. Estamos en una burbuja y cuando salimos de esta burbuja nos encontramos con lo que está pasando”.
Por último, Fernández se acordó de los familiares que no ve desde hace más de 160 días, cuando comenzó el aislamiento social obligatorio. “Aprovecho y, a mi abuela, un beso, y a todas las abuelas que no podemos ver hace mucho tiempo”.
Fue tal el poder de emotividad, que Laura y Nacha dejaron atrás la pelea que tuvieron días atrás. Los encontronazos y distintos puntos de vista quedaron a un lado ante el poder y lo que se generó. En un momento, cuando la bailarina dijo que no podía parar de llorar de la emoción, la artista se sumó y le dijo: “Es así, lloremos juntas entonces”.
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