Desde el martes 25, Oscar Mediavilla quedó a cargo del lugar que dejó vacante Pepe Cibrián como jurado del Cantando 2020. Desde su incorporación, su estadía no pasa desapercibida. Su manera de expresarse, las devoluciones estrictas, cargadas de ironía muchas veces, le dieron al programa una trascendencia que traspasa la pantalla. Su incursión en este formato generó una revolución que se refleja en las redes sociales. Las miradas están puestas en él y los comentarios sobre cómo se desenvuelve se volvieron moneda corriente en este corto plazo que lleva en su nuevo puesto de trabajo.
Si hablamos de miradas, quien supo observar más allá de lo profesional fue Lourdes Sánchez. Así como la pareja de Patricia Sosa hace de las suyas desde su lugar en el reality al que fue convocado de urgencia, quien también viene aportando lo suyo, desde las redes sociales, es Sánchez. La bailarina se quedó afuera, pero desde su cuenta de Twitter aporta su mirada de lo que ve, trasmite su sensaciones, su punto de vista, con la energía y picardía que la caracterizan. Se volvió una referente que no se calla nada. Dice todo: lo que le gusta y lo que no.
Y si hablamos de lo que la atrae, Lulú no dudó en piropear públicamente a Mediavilla. “Qué buen mozo que es Oscar, ¿no? Con respeto lo digo”, soltó, ¿sin darse cuenta de que lo podía leer su pareja o se lo hizo adrede para que pise el palito? Inmediatamente una catarata de mensajes referidos al tema es multiplicaron. Entre ellos, uno de su pareja, Chato Prada, que abrió los ojos al ver la publicación de su mujer. Tal vez algo desorientado, no se la dejó pasar y solo atinó a decir, por el mismo medio en el que se enteró del gusto de Lourdes por uno de los jurados del programa del que él es productor: “Ah, bueno”.
Desde el otro costado, al ver los celos del productor, Lourdes se entusiasmó y redobló la apuesta. Lejos de quedarse callada, tiró públicamente el nombre de la famosa con la que fantasea el productor y mano derecha de Marcelo Tinelli. “Pero a vos Pampita también te parece una bomba”. En este caso, ante la devolución de su mujer, Prada prefirió no seguir el hilo de la conversación.
En los más de 10 años que llevan juntos y con un hijo en común –Valentín–, las muestras de celos, tal vez por sus profesiones, se volvieron recurrentes. Si bien en cada oportunidad que se les presenta admiten que confían el uno en el otro, por la popularidad que tienen, no dejan de sentir esas sensaciones incómodas cada vez que acontece una situación de tal magnitud. En este caso, lo divertido pasa por la manera en que se lo toman y por hacer púbica tal situación.
Un episodio similar, pero mucho más impactante por el entorno, ocurrió a fines del año pasado, durante una de las galas del Bailando 2019. La conductora era pareja de baile de Federico Bal y, en una oportunidad, cerraron una coreografía con un beso en la boca. En aquel entonces, el productor, que seguía todo de cerca, desde su lugar de trabajo, se puso serio. Atinado, Tinelli le pregunto si aprobaba el beso y le dijo que no. Acto seguido, insistió: “¿No en qué nivel del no? No con letras mayúsculas, una minúscula, una negrita, no sé qué tipo de no”.
“Mayúscula negrita”, cerró el productor, visiblemente fastidiado por lo que había visto.
Por otro lado, y más allá de los palitos que se tiran públicamente, la relación entre ellos marcha sobre rieles. A lo largo de los años supieron sortear obstáculos y constituirse como una pareja sólida.
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