—Che, Bruno, ¿te enteraste la noticia?
—¿De qué me hablás, Sofi? Creo que te confundiste de persona.
Cuando Bruno Coccia recibió el mensaje de Sofi Morandi en su celular, pensó que la actriz había cometido un error. Sin embargo, horas más tarde, se enteraría que él era el destinatario. ¿Cuál era la novedad a la que hacía referencia? Serían pareja en el Cantando 2020.
El jefe de coaches del cartamen que conducen Laurita Fernández y Ángel de Brito lo llamó ese mismo día para convocarlo. “No dudé ni un segundo. Porque es una oportunidad y una exposición increíble. Además, significa trabajar en un contexto muy difícil en el que los actores están casi parados y con este protocolo, no sabemos cómo va a seguir todo”, cuenta Bruno en una entrevista exclusiva con Teleshow. Hasta marzo pasado, el joven era parte de Kinky Boots, el musical de Martín Bossi y Fernando Dente que lideraba la taquilla porteña cuando la pandemia del coronavirus obligó a cerrar los teatros.
Allí, compartía elenco con Sofi Morandi, y cuando ella le escribió un mensaje por WhatsApp, él pensó que la noticia tenía que ver con el espectáculo. Sin embargo, luego del llamado y la convocatoria, se enteró que un conocido lo había recomendado a la producción de LaFlia. “Buscaron material mío, vieron lo que tenía en las redes sociales, y pensaron que haría una buena dupla con Sofi”, cuenta quien celebra su participación en la pista más famosa del país.
Tiene 25 años y hace dos años dejó la casa de su madre y sus tres hermanos en Temperley para mudarse con su padre a San Isidro. En esa época comenzó a trabajar como barista en una reconocida cadena de cafetería de la zona. “Me pareció una alternativa interesante porque me permitía hacer mis trabajos artísticos. Además, ahí me comprendían y si tenía una audición, me cambiaban el horario”, cuenta Bruno que se desempeñó allí durante seis meses, cuando fue convocado para hacer un proyecto teatral de Disney.
“Me quedé viviendo ahí por comodidad y porque mi viejo y yo tenemos estilos de vida parecidos: estamos mucho tiempo fuera de casa”, cuenta sobre su padre, Alejandro Coccia, reconocido por sus relatos de rugby en la pantalla de ESPN.
El periodista deportivo estaba en su casa cuando de repente vio que su hijo había cortado el teléfono con lágrimas en los ojos. Alertado, le preguntó qué le pasaba. “Yo casi que no podía respirar”, recuerda el joven que rápidamente tranquilizó a su padre cuando le comunicó que sería parte del Cantando 2020. Luego de celebrar con un emotivo abrazo, se comunicó por videollamada con su madre y le pidió a sus hermanos que se acercaran al celular para contarles la buena nueva del otro lado de la pantalla.
Uno de los primeros en apoyar su debut fue el propio Marcelo Tinelli, quien lo halagó en sus redes sociales. Lo que el conductor probablemente no recuerde, según Bruno, es el vínculo que tiene con la familia Coccia. El conductor trabajó con Alejandro en Ritmo de la noche, allá por la década del ’90. “Yo ni había nacido, así que no lo conozco. Pero me sorprendió mucho ese mensaje”, dice el joven cantante.
Su paso por el rugby y la mujer que lo hizo adorar el teatro musical. Hasta sus 16 años, Bruno jugó al rugby en el Lomas Athletic Club. Por aquel entonces, según cuenta, le atraía una chica que miraba la serie Glee. “A mí no me gustaba, pero la empecé a ver por ella, para poder hablar de temas en común”, explica y agrega que el amor por la ficción creada por Ryan Murphy superó el que sentía por aquella mujer.
“Me identificaba con muchos aspectos de sus personajes”, recuerda quien comenzó a entonar las canciones en su casa -”hasta en la ducha”-. Sus hermanos fueron los primeros en destacar su voz. “Basta de cantar en casa. Andá a estudiar”, le dijo su madre incentivándolo para que se anotara en una escuela de teatro.
Así, comenzó a estudiar teatro musical, canto y también sueña con actuar. “No me quiero quedar solo con comedia musical, me encantaría hacer teatro de texto, cine”. Después de su paso por la escuela de Valeria Lynch en Lomas de Zamora, Bruno hizo el curso de ingreso para la Universidad Nacional de las Artes (UNA), pero fue rechazado. Lejos de sentir frustración, eso lo motivó para seguir perfeccionándose. Comenzó a realizar shows en eventos privados, llegó al teatro under.
Un deseo que se hizo realidad. Un día, cuando todavía estaba en quinto año y no sabía lo que haría cuando terminara el secundario, fue al teatro con su padre. A la salida, le dijo “algún día voy a estar en esta obra”. Dicho y hecho, tiempo después, a los 23 años, hizo un casting y fue elegido para ser parte de Casi Normales.
Fue su primer trabajo en teatro comercial. Después llegó a Disney, siguió su carrera en el teatro off, Kinky Boots -”prometemos volver cuando se autoricen los protocolos”- y ahora disfruta del Cantando 2020, certamen en el que la pareja con Sofi Morandi se perfila como una de las favoritas.
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