Andrés García es un actor nacido en República Dominicana y nacionalizado mexicano, que participó en más de 80 películas y varias novelas en el país norteamericano. En los últimos días fue mencionado en diferentes medios en la Argentina por las versiones que indican que Luisito Rey, el padre de Luis Miguel, supuestamente lo contactó a él en la década del ’80 como intermediario para contratar a un sicario y asesinar a Marcela Basteri, la madre del cantante.
Por este motivo, en el programa Confrontados se comunicaron con él para realizar una entrevista. Pero lo que parecía ser el plato fuerte del ciclo de espectáculos terminó de la peor manera: después de enojarse con los panelistas, insultar y dirigirse de manera violenta hacia la conductora, Marina Calabró, cortó la comunicación.
La entrevista
Después de una breve introducción, en la que halagó su trayectoria, Calabró presentó la entrevista vía videollamada con García, quien se encuentra en Acapulco. “Te voy a pedir encarecidamente que me hables más claro y alto, hay mucho viento, y pasan aviones y helicópteros”, fueron las primeras palabras del actor.
Con suma amabilidad, la periodista le aseguró que haría lo posible por hacerse entender, y le pidió que se alejara un poco de su teléfono para poder verlo mejor. “Bueno, pero estaré oyendo de a ratos sí, y de a ratos no”, respondió él, sin demasiadas ganas de acatar.
Durante unos pocos minutos, la entrevista transcurrió con normalidad, con el relato de García sobre su relación con Luisito Rey, pero se vio inesperadamente interrumpida por los gritos del actor, quien le pidió a alguien que se encontraba cerca suyo que callara a los perros, ya que estaban ladrando y le impedían escuchar correctamente a sus interlocutores. Este hecho provocó una leve risa de parte de Calabró y sus panelistas. Al mexicano eso no le gustó en absoluto y manifestó su enojo.
“¿¡Qué pasó!? ¿¡Quién se ríe ahí!? No me gusta que se rían de mí, eh. Con los payasos esos que están hablando…”, arremetió con violencia García. Calabró intentó explicar la situación: “Para nada, simplemente nos pareció simpático…”
Pero él la interrumpió: “A esos pendejos no los quiero. Se acabó la entrevista. ¡A reírse de su mamá!” Sorprendida por lo que estaba sucediendo, la periodista le aclaró que nadie se estaba riendo de él.
En ese instante, García recordó que antes de iniciar la entrevista, durante la presentación, en el piso hicieron referencia a que él estuvo casado con la ex vedette argentina Mónica Guido. “¡Los escuché hace un rato que se estaban riendo porque anduve con Mónica. ¿Por qué? Era una mujer bellísima. Conmigo con cuidado, ¡babosos!”, amenazó.
Una vez más, Calabró intentó hacerle entender que nadie se estaba burlando de él ni de su relación con Guido. Sin embargo, el hombre siguió insultando y dio por terminada la nota: “No me gusta el tono de esos payasos, señorita. A reírse de su mamá. Soy un hombre serio. Vamos a olvidarnos de esta entrevista. ¡Se acabó! A la chingada”.
Anonadada, la periodista no podía creer lo que había sucedido. Pampito Perelló Aciar, uno de sus panelistas, manifestó: “Más que enojado, loco. No me metí porque no quería arruinarte la entrevista, pero no me gustaba cómo te estaba tratando. Te estaba hablando de una manera poco cortés”.
El descargo de Marina Calabró
Un rato más tarde, Teleshow se comunicó con Calabró. Entre lágrimas, todavía angustiada por el difícil momento que le tocó enfrentar en vivo, aseguró que desde Confrontados “en ningún momento” le faltaron el respeto a García, y dijo que el hombre “claramente fue violento”.
“Estábamos hablando de algo serio, como la presunta muerte de la mamá de Luis Miguel, y empieza a retar a los perros. Nos pareció llamativo y nos dio una risita. Pero evidentemente habrá escuchando en la previa, cuando hacíamos un repaso por su trayectoria, que Carlos (Monti) sumó el dato que había salido con la argentina Mónica Guido. Augusto (Tartúfoli) se sorprendió y dijo algo como ‘ah, bueno’, por el dato vintage. En ningún momento hubo una falta de respeto al aire ni fuera del aire. No es que se lo tomó para la broma ni se hizo una referencia sexual. Tengo a mis compañeros y a todo el equipo de testigos. Además, lo juré por la memoria de mi viejo”, explicó Calabró.
Sensibilizada, continuó: “Me sorprendió mucho lo que pasó porque no le encontré pies ni cabeza a su reacción. Yo estaba tan desconcertada… no podía entender que él reaccionara así por nada. En el momento ni lo registré, pero después cuando lo vi en mi casa me doy cuenta de que fue muy violento. Me quedé angustiada. Gracias a Dios después de esa nota teníamos a Beto Casella, que es un amor y me levanta el ánimo. Pero lo cuento y me angustio porque fue violento e injustificado. Fue inmerecido porque nadie le faltó el respeto. Nada de lo que pudo haber escuchado fue irrespetuoso ni descalificante”.
Intentó encontrar una explicación al sostener que él estaba “mal predispuesto” desde que arrancó la nota, pero sabe que nada justifica su reacción: “Fue violento, y su reacción al final, cuando nos mandó a la chingada, o algo por el estilo, fue muy poco elegante. Si bien se refirió a mis compañeros, la que estaba en el plano y poniendo el cuerpo fui yo. Fue machista, violento e injusto, porque fue una reacción desmedida: no pasó nada más que lo que se vio al aire. Fue un momento espantoso porque soy nuevita en la conducción… me tendré que acorazar y curtir el cuero”.
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