Se desempeñó como bailarina y vedette en el teatro de revista, fue parte del Bailando por un sueño y fue amiga íntima de Ricardo Fort. En su mejor momento profesional, Violeta Lo Re decidió dar un paso al costado. Se cansó de ciertos manejos del medio y renunció a su sueño artístico para darle paso a otros de sus anhelos. Conoció a Víctor Storini, y juntos formaron una gran familia ensamblada. Además de los dos hijos en común, Santino y Vitto, él tiene dos más de una relación anterior.
En cuanto a lo laboral, dieron el salto con dos grandes emprendimientos: un criadero y granja de gallinas y huevería y, además, hace poco más de un años sumaron un corralón emplazado en Escobar. El predio dónde funciona la venta de materiales para la construcción se lo alquilaron a Carlos Cenobio, el padrastro de Storini. De un día para el otro, pese al contrato por 10 años que todavía sigue vigente, el hombre los quiere desalojar. A raíz de esto, se está viviendo un gran conflicto dentro del grupo familiar.
“Lo primero que nos llamó la atención fue que actuara de una manera mafiosa. Cuando vino tuvimos que llamar al 911 porque quería desarmar todo, vino con más gente, con el otro hijo, a llevarse todo. Primero lo quiso dividir, pese a que nosotros alquilamos todos el predio, que es grandísimo, y como le dijimos que no, después quiso desarmar todo. Tenemos miedo, porque no sabemos hasta dónde puede llegar. Imaginate que la primera vez vino armado a decirnos que nos vayamos, por eso lo hicimos público, para cubrirnos de los ataques”, comenzó contándole Lo Re a Teleshow.
Por otra parte, habló de las cuestiones legales. “Nosotros alquilamos por la vía legal. Si bien es el padrastro de mi marido, hay un contrato de por medio. Hace un año y medio más o menos que arrancamos, y está vigente por 10 años. El tema es que en ningún momento nos vino a hacer una contrapropuesta, algo, como para que de manera cordial, dejemos el predio, si es que quería eso, porque lo necesitaba para otra cosa. Nada de eso, directamente acudió a actos mafiosos. A querer quedarse con todo de manera prepotente”.
Todo este conflicto que los tomó por sorpresa trajo aparejado el quiebre de la familia. Su pareja, por la relación afectiva que tenía, tardó en asimilarlo. “Mi marido ya está cansado de todo esto. Imaginate encontrarte con esto de parte de una persona de tu entorno. Al principio le dolió mucho, pero ahora se cansó. El hombre que lo crió durante 26 años, le hace esto. Para él es una gran disolución, no se siente bien. Estoy yo apoyándolo y está más fuerte que nunca para encarar este proceso”.
Sin embargo, lo relatado sobre el entorno, no se frenó ahí. Como suele ocurrir en cuestiones de estas índoles, el círculo cercano empieza a tomar partido y respaldar y a ponerse de una lado o del otro. “No sabemos porque él decidió cambiar la relación y tener esta actitud para con nosotros. Venimos sufriendo este lío desde que comenzó la pandemia. Acá es él el tema, mi suegra no, no tiene nada que ver. Ella estuvo casada con él durante 25 años, pero ya hace 20 que está separada. Mi suegra está partida al medio con esto, con todo lo que se ocasionó, porque este hombre hizo que se pelearan los hermanos. Esto generó un dolor muy fuerte, no solo en ella, sino en toda la familia”.
Ante lo que se generó y el miedo que los invade, acudieron a la Justicia. “Hicimos la denuncia, a él lo notificaron, pero no le importa nada. Fue como si nada, sigue avanzando. Eso por un lado, por otro lado, estamos en pleno contacto con el Estudio Trimarco, que nos está patrocinando en esta causa. Ya nos avisaron que no nos pueden desalojar, bajo ningún punto de vista. Primero porque estamos en pandemia, y segundo porque hay un contrato y tenemos los pagos al día. El que está en falta es él, nosotros no”.
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