Tras un largo y exitoso recorrido en Chile, Benjamín Vicuña cruzó la cordillera para probar suerte en Argentina. En el 2008 se sumó al elenco de Don Juan y su bella dama, una ficción que se transmitió por Telefe. Desde entonces comenzó a escalar y cobrar protagonismo. Dejó los papeles secundarios para transformarse en protagonista. Desde entonces, lleva 12 años en el país, pero en este recorrido, el idioma, según él, fue su piedra en el zapato.
Vicuña hizo un vivo de Instagram con su colega, Leo Sbaraglia y tocaron varios temas referidos a la profesión. Uno de ellos, la dificultad para llevar adelante personajes de otras lenguas. Todo comenzó cuando hablaron Inés del alma mía, serie chilena en la que Benjamín se pone en la piel del conquistador español Rodrigo de Quiroga. “Hacer de español fue el fracaso de la serie (se ríe). Estuve 4 o 5 meses con una coach, 3 veces por semana, en mi casa, dándole y dándole al acento, y me costó muchísimo”.
Por otro lado, recordó los primeros años en el país y de los esfuerzos para mejorar su acento y que no le traiga dificultades para trabajar. “Yo recién, en Argentina, que llevo como 12 años, te podría decir que recién el año pasado me acerqué un poquito al acento argentino y podía actuar tranquilo, pero es muy difícil”. Enseguida se metió Sbaragla para reconocer su trabajo: “A mí me parece que lograste, en Argentina, un acento muy natural y muy lindo. A mí no me molesta. Nunca me incomodó”.
A raíz del elogio, el chileno explicó: “Gracias, pero lo que digo es que una cosa es cómo se percibe, que me parece fantástico que no moleste, y lo otro es la dificultad. Muchas veces le digo a mis amigos, mientras estoy filmando o grabando, con españoles o argentinos ‘Chicos, no saben lo difícil que es esto’, porque supuestamente actuar es volar, es soltarse, emocionarse y vivir la escena, pero cuando estás con el tema del acento, no se puede”.
Por otro lado, sostuvo que la serie chilena que acaba de filmar la llevó adelante y aceptó el desafío porque se trata de un personaje histórico, que laboralmente lo puede llevar a un escenario teatral, mucho más armonioso, porque sino no hubiese aceptado el papel. “Lo hice por la distancia de siglos, de la literatura que hay en el medio y una forma de hablar y lo hice. En España, a la gente le gustó. Pero si tú me dices si puedo hacer de un español, saliendo del Bernabeu (Estadio del Real Madrid) con dos amigos de toda la vida, hablando español, te dijo que no. Eso no lo voy a lograr nunca, sería mentir. En ese caso, como alguna vez dijiste vos, decirle al director y persuadirlo de que el personaje tenga un pasado en Chile”.
En una momento de la charla amena y distendida que estaban llevando adelante, se vio interrumpida por la voz de una nena que no dejaba de decir “Papá” y que a través de pedidos, lo desconcentrada. Ante esto, Leo le dijo que atendiera la situación. En ese instante apareció Magnolia, la hija que tuvo con Eugenia China Suárez, en primer plano. “Está revolucionada porque durmió una siesta larga y se me vino a instalar acá, al lado mío”, soltó Benja.
Tampoco pasaron por alto el momento que atraviesa la industria del entretenimiento. El artista detalló que en Mori Plaza, el espacio cultura que tiene en Chile, están llevando adelante obras que se realizan por Zoom y que se transmiten por streaming. “Se dio una discusión súper interesante sobre el streaming y no sé si vale mucho la pena el debate de ideas sobre qué es teatro y que no lo es. Está claro que el Zoom son formas nuevas de lenguajes para seguir con la llama del teatro, pero básicamente para ayudar a muchos colegas que la están pasando mal. Para muchos compañeros y amigos, tener una plataforma y hacer su espectáculo, y tener una ayuda económica, ya con eso estamos. ¿Es o no es? No, no es teatro, chicos. Peor hoy es lo que tenemos”.
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