La emisión del lunes pasado del Cantando 2020 comenzó con el plato fuerte de la noche: Ángela Leiva volvía a la pista para interpretar uno de los más grandes hits de Karina La Princesita, jurado del certamen, con quien había mantenido una fuerte discusión en su primera gala. Sin embargo, todas las luces se las llevaron Nacha Guevara y Moria Casán, supuestamente grandes amigas, al protagonizar un inesperado cruce.
Ángela y su partenaire, Brian Lanzelotta, cantaron el famoso tema “Fuera”. Nacha fue la primera en brindar su devolución: “No entendí el principio. Es lo de siempre: recuerden que cuando algo entra a un escenario tiene que vivir, tiene que tener una razón. Una canción es como una obra de teatro chiquita: tiene un comienzo, un desarrollo, un clímax y un final. Si no está representado en lo que ponen ahí, no tiene sentido”. Ella siguió con su descargo unos minutos más y hasta mantuvo un intercambio con los coach de la pareja, quienes parecían no comprender del todo lo que intentaba decir la prestigiosa artista. Finalmente, dejó su voto secreto.
En segundo lugar fue el turno de Pepe Cibrián: “Yo no entiendo de cumbia, pero la siento o no la siento. En lo personal, sentí que faltaba el espíritu carnavalesco, de fuegos artificiales. Tu look (a Ángela) me parece divino, son fantásticos, y cantan muy bien, por supuesto”. El artista les otorgó ocho puntos.
Luego llegó el momento de La One. Fiel a su estilo, en primer lugar agradeció a todos los que le desearon un feliz cumpleaños (celebrado el domingo pasado) y, sin dudarlo, arremetió contra su ¿amiga?: “Cuando los maestros hablan tanto y Nacha no coincide con nadie, ni con el sonido, ni con la mesa de plástico… Yo me olvido, me torro. Cuando es una cosa muy académica me da como un… Como que me duermo. No tengo ganas de la masterclass a esta hora de la soirée (noche)”.
Nacha, por supuesto, no se quedó callada y le dijo que “para la masterclass hay que saber”. La One, que recientemente había compartido escenario con ella en la obra La Gran Depresión, no se iba a quedar atrás: “Hay diferentes modos de dar la masterclass. Algunos son más aburridos, otros más académicos. La masterclass hay que hacerla más dinámica porque me torro”.
Sin descanso, fue un poco más lejos: “Y la clase te la puedo dar yo porque debuté desnuda en un escenario. Y en La Gran Depresión había una parte en la que no sabías qué hacer y te dije qué era lo que tenías que hacer: dormir mientras yo hablaba. Así que como directora soy excelente”.
Entre risas, Nacha atinó a decir que “eso es un disparate”, y Moria siguió con su verborragia: “Ella no sabía qué hacer mientras yo metía un bocadillo. No le gustaba lo que le decía la directora así que le dije ‘dormí’, y durmió”.
“Si no hubiera sido por ella, en mi vida y en mi carrera, yo no sería una actriz”, arremetió, cargada de ironía, Nacha. Finalmente, Moria calificó a Ángela y a Brian con un siete.
Si bien todos esperaban una devolución categórica de parte de Karina La Princesita, ella tuvo palabras bastante cordiales. “A mí me da igual que canten mi tema o no porque por ahí algunos eligieron mi canción esperando que iba a subir un punto y me da lo mismo -comenzó la intérprete con su descargo-. Su coach decía que están aprendiendo a moverse y a cantar…”
“Sí, a seguir una coreografía y a seguir pasos coordinando algunas cosas”, la interrumpió la coach. Karina retomó su devolución: “En este ritmo para mí no es excusa: acá ellos deberían dar clase a los demás”.
“Esperé que me volara la cabeza y por ahí no pasó, pero me gustó mucho -manifestó, sorpresivamente-. Mantuvieron el mismo tono, me parece que hay que resaltar que hiciste el tono de mujer (a Brian). Pero me hubiese gustado que el estribillo lo empezara Ángela porque está bueno empezarlo arriba. Como lo empezó Brian perdió un poco de fuerza”.
En contra de todos los pronósticos, Karina los calificó con el puntaje más alto del jurado: nueve puntos. De esta manera, la pareja se despidió con la nada despreciable suma de 24 puntos.
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