Las crónicas de la época hablan de una ceremonia repleta de celebridades, en un ambiente de ensueño –eligieron nada más y nada menos que una mansión de la familia del novio en las alturas de un acantilado con vista al Pacífico, una tarde de verano– que terminó “de manera salvaje”.
Hace 35 años tuvo lugar una de las bodas más comentadas de Hollywood: el 16 de agosto de 1985 Madonna y Sean Penn daban el sí en Malibú, California, y lo que había comenzado como un rito bastante tradicional, con vestido blanco, un oficio religioso y otro civil, ramo de flores e invitados vestidos de gala para la ocasión, con el paso de las horas se convirtió en una auténtica pesadilla para más de uno.
Se habló de enojos, de un periodista italiano “colado” entre unos arbustos que fue expulsado por los agentes de seguridad de manera violenta y hasta de un arma que empuñó el novio harto de los seis helicópteros que rodearon la zona durante toda la fiesta.
Entre los testigos de aquellos sucesos se encontraban las personalidades más variadas: desde el artista pop Andy Warhol, que llegó al lugar con una obra suya como regalo para los novios y describió a aquella celebración como “el fin de semana más emocionante de mi vida”, hasta la cantante y actriz Cher, que impactó a los presentes con una peluca de color lila con un formato al estilo Tina Turner.
EL ROMANCE
A mediados de los ’80 la cantante y el actor eran dos de los nombres más resonantes. Después de lanzar sus primeros discos con gran éxito, Madonna (1983) y Like a Virgin (1984), la artista realizó durante los primeros meses de 1985 una gira que la llevó a recorrer diversas ciudades de los Estados Unidos y Canadá. Con los Beastie Boys como teloneros, la cantante cerraba aquellos shows del llamado The Virgin Tour cantando Material Girl y Like a Virgin vestida con un irónico traje de novia.
Por su parte, Penn participaba por aquellos años de numerosas películas en las que encarnaba muchas veces personajes recios y ya impactaba al público y a la prensa, que lo había calificado como “el nuevo James Dean”. Por entonces, participó en Crackers, con Donald Sutherland en 1984 y The Falcon and the Snowman, de 1985.
Según la revista People, uno de los medios que siguió con mayor despliegue el paso a paso del romance, la cantante y el actor se conocieron cuando ella grababa el videoclip de su hit Material Girl, en el que de algún modo homenajeaba a Marilyn Monroe.
Él había quedado impactado por la artista un día que la vio por televisión y se acercó al rodaje para conocerla personalmente, en febrero de 1985.
El flechazo fue inmediato –tuvieron la primera cita cuando Madonna terminó la grabación– y al poco tiempo decidieron casarse. Según reveló People, en pocos meses Penn conoció a la familia de Madonna en Detroit, cuando ella justo viajó por su gira a esa ciudad, y el actor llevó a sus padres a conocer a la cantante a uno de sus shows en Los Ángeles.
La pareja, por entonces, suscitaba la atención de la prensa como pocas, pero ellos preferían no hacer declaraciones públicas.
UN CASAMIENTO “SALVAJE”
La fecha elegida para la boda fue muy significativa: el 16 de agosto de 1985 Madonna cumplía 27 años y, al día siguiente, Penn celebraría sus 25. El lugar elegido fue una mansión de la familia Penn en Malibú, California, con el mar de fondo.
Sin embargo, el apacible entorno elegido para la celebración se vio invadido por helicópteros contratados por medios que querían tener imágenes del enlace, limousines de las celebridades invitadas, curiosos y fans, móviles de televisión y paparazzis que no querían perderse ni un detalle.
Tal como describió el diario estadounidense Los Ángeles Times en su edición del 17 de agosto de 1985, la novia fue el comentario de todos “con un sorpresivo vestido strapless blanco”.
Según LA Times, Penn y la cantante se rodearon de grandes figuras para aquella ocasión: desde Martin Sheen y Christopher Walken, hasta Carrie Fisher y Cher, nadie se quiso quedar afuera de uno de los eventos del año.
Al ingresar, cada uno de ellos debió mostrar como credencial las tarjetas de invitación de color rosa que habían recibido previamente. En las semanas anteriores se había especulado con que, para evitar que se acercaran los fans y los medios, cada invitado sería enviado a un punto cercano a la mansión y luego trasladado a la fiesta. Sin embargo, esto no ocurrió y cada celebridad recibió la dirección exacta en las tarjetas.
“Atravesando el cordón de seguridad en el portal de ingreso aparecieron Rosanna Arquette, la compañera de Madona en la película Buscando desesperadamente a Susan, Emilio Estevez (manejando su propia limo), un Tom Cruise con el pelo tirante, (...) además de Martin Sheen; el hermano del novio, Chris Penn, el conductor David Letterman; el súper agente Stan Kamen; la actriz Diane Keaton y Cher”, detalló el diario.
A medida que los minutos pasaban, la calma inicial del rito, con los invitados que llegaban y posaban sonriendo para los flashes, se fue convirtiendo en una tensión cada vez más marcada.
Primero se llevó adelante un oficio religioso en el jardín de la mansión, que duró apenas diez minutos. La cantante, el novio, una dama de honor y el actor Timothy Hutton como testigo protagonizaron una escena emotiva mientras los invitados formaron un semicírculo a su alrededor. Todo parecía ir en orden, hasta que un sonido estridente sorprendió a todos.
“La serenidad de cuento de hadas se rompió desde arriba con un zumbido como en Apocalipsis Now de seis helicópteros contratados por los medios, lo que dio lugar a una suerte de batalla contra el extravagante compromiso de la pareja en su ceremonia privada. En la playa lindera, debajo del acantilado, alguien escribió un mensaje obsceno en letras gigantes, claramente legible desde los helicópteros”, detalló LA Times.
Indignado por la invasión de la prensa, alguien formó las palabras fuck off (una expresión vulgar que podría traducirse como “váyanse a la mierda” o “jódanse”) en la arena.
Luego de ese shock, los novios y los 200 invitados ingresaron a la propiedad. La jornada recién comenzaba y todavía quedaba mucho por delante. Las cámaras pudieron captar otro momento importante del festejo, cuando la Reina del Pop desde un balcón arrojó su ramo.
El lugar, según reveló la prensa, fue acondicionado bajo la temática “Like a Virgin”, con tules blancos en el interior y también en algunas zonas del jardín. Hasta la cancha de tenis fue usada por los invitados, como parte de los lugares donde se desplegaron las mesas y las sillas.
En las semanas sucesivas, los comentarios sobre el gran casamiento de aquel año no cesaron y la prensa brindó una amplia cobertura con el correr de los días. Un matutino aseguró que un periodista italiano que se había camuflado entre arbustos para ingresar debió ser expulsado de la boda.
También se habló de la furia de Sean Penn: un diario sensacionalista británico afirmó que apenas escuchó el ruido de los helicópteros, el actor, reconocido coleccionista de armas de fuego, sacó un revólver y disparó al aire sumamente irritado.
VIOLENCIA Y FINAL
Luego de la boda, la pareja comenzó a aparecer en lugares públicos, premieres y todo tipo de eventos. Por el carácter efervescente de ambos y su gran notoriedad, seguían siendo el comentario de todos.
Madonna no ocultó su amor por el actor y en 1986 le dedicó su celebrado disco True Blue (”esto está dedicado a mi marido, el hombre más cool del universo, se podía leer dentro de la placa).
Sin embargo, los problemas de la pareja no tardaron en ver la luz. Sobre todo, por la gran exposición de ambos y por el carácter agresivo de él.
Según reveló la revista People, en abril de 1986, en un local nocturno de Los Ángeles, Penn vio al letrista David Wolinski hablándole muy cerca a Madonna y lo atacó con una silla.
Por ese episodio de violencia debió pagar una multa y una probatio de un año. Poco después, en agosto, el actor escupió a un paparazzi que seguía a la pareja a la salida de su departamento neoyorquino próximo al Central Park.
Pero quizá el episodio más comentado entre las dos estrellas tuvo lugar a fines de 1987, luego de que Penn desapareciera durante cuatro días sin tener contacto con su esposa.
Al regresar a su casa, el actor y la cantante tuvieron una intensa discusión que luego terminó, según reconstruyeron los biógrafos de ambos, con una decisión violenta de Penn, que ató las muñecas de la artista con un cable y luego la redujo sujetándola a la vez a una silla.
Según se supo después, la cantante permaneció así durante ocho horas y fue a hacer la denuncia al día siguiente, pero luego prefirió levantar los cargos contra su marido y no avanzar con un proceso judicial.
Para entonces, la pareja estaba prácticamente terminada y el divorcio formal llegó en 1989.
Tanto Madonna como Penn, que esta semana cumplirá 60 años, volvieron a casarse. Ella lo hizo con Guy Ritchie, en el año 2000.
Por su parte, él dio el sí dos veces más: con la actriz Robin Wright, en 1996, y recientemente y “vía Zoom”, en una ceremonia casera con la joven actriz Laila George.
Con el tiempo, la Reina del Pop y Penn declararon que pese a haber tenido un vínculo complicado quedaron como muy buenos amigos.
El actor, de hecho, fue a varios shows de Madonna y la cantante le dedicó palabras de cariño en su cuenta de Instagram para su cumpleaños de 2015.
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