El jueves 13, una serie de audios que se dieron a conocer en Los ángeles de la mañana revelaron las maniobras de Victoria Xipolitakis para hacerse de productos a cambio de canjes. Los pedidos a un almacén de barrio fueron desde queso, fideos, galletitas, leche y calditos hasta champagne de primera calidad. Así fue reproduciéndose su latiguillo: “Hola. ¿Hacés canjes?”, dice en cada uno de los mensajes que envió.
Con la filtración de los audios privados, en el programa empezaron a recibir nuevas demandas y pedidos de Vicky que no fueron tomados con la misma gracia. Todo se empezó a convertir en un gran escándalo cuando la empresaria empezó a exigir productos que, en los tiempos que corren, en plena pandemia, no parecen indispensables: pretendió un televisor de 40 pulgadas, también una tablet pero solo si era de una determinada marca.
También se comunicó con una librería de barrio para pedirle insumos de los más caros, como cartuchos de impresoras. Los llamados se repitieron en un centenar de oportunidades. También habló con una pastelería y con una pyme a la que le exigió productos que no le pudieron hacer llegar. Victoria se quejó, dijo que mucho no podía hacer para mencionarlos en sus redes porque su espacio vale mucho dinero, y con lo que le habían enviado no era suficiente para cubrir ese importe. Hasta el regalo para el Día del Padre reclamó por esa vía.
En cada una de sus comunicaciones la modelo menciona el momento que se vive, sostiene que no tiene trabajo y que está atravesando un año complejo económicamente. A esto se suma que las exigencias se las hace a almacenes de barrio y pymes que no atraviesan por su mejor presente, pero que vieron en Xipolitakis una manera de promocionarse. Pero, ¿a qué costo? Con todos se quejó por lo poco que recibió y se jactó de que marcas importantes le amueblan la casa y le llenan en placard.
A una fábrica de pastas que le alcanzó dos cajas de ravioles, dos de sorrentinos y diferentes pastas frescas, les dijo: “Me mandaste poco, eso no te lo puedo agradecer (en las redes). Imaginate que a mí la publicidad me la pagan, o si no, me llenan de productos”.
Ante la polémica, Vicky Xipolitakis hizo su descargo en LAM: “Para mí es una bendición muy grande que existan los canjes porque hacen que, junto a mi gran familia, no nos falte nada. No tengo otro tipo de ingreso y hace más de un año que me dedico solamente al cuidado y crianza de mi hijo”, se defendió.
El cuestionamiento viene por su estatus de vida. La vedette reside en un piso en Recoleta, uno de los barrios más exclusivos de Buenos aires, y abona expensas muy costosas. Además, se le cuestiona, según relataron la mayoría de las empresas con las que se contactó, que solía exigir factura por algo que no pagó. De comprobarse esta situación, podría tener problemas legales.
Con todo esto sobre la mesa, la periodista Mercedes Ninci aportó pruebas. “Ella está llorando pobrezas con el objetivo de conseguir un juicio por alimentos definitivos, porque el que tiene ahora es uno por alimentos provisorios. Yo tengo el expediente; Javier Naselli, según el juez Lucas Pavón, que es quien tiene la causa, le da 50 mil por mes para alimentos, la mitad del alquiler, que cuesta 3.800 dólares, la mitad de las expensas, que son 50 mil, 4 mil de la prepaga, la luz, que paga una barbaridad, 35.200 pesos, más 6.400 de gas. Todo eso da una suma aproximada de 310 mil pesos mensuales”.
Por otra parte, Ninci consideró: “Lo que pasa es que ella estaba acostumbrada a otra cosa. Hasta enero, que se le revirtió el caso, Naselli pagaba todo. Ahora, de acuerdo al fallo, ella tiene que pagar la mitad”.
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