Transita su sexto mes de gestación y ve cómo la cuenta regresiva comienza a generarle ansiedad. Se acerca uno de los momentos más importantes de su vida. Uno de los que más deseó. Durante este periodo fue brindado detalles. Contó que los primeros meses pasó por varios días de náuseas y otros síntomas que suelen ser normales en las embarazadas. Hoy está en otro periodo, mucho más placentero, y la modelo Sofía Zamolo no ve la hora de que su hija al fin esté en sus brazos. Conocerla y poder disfrutarla, es su gran anhelo.
En una noche de desvelo, Zamolo se puso pensativa y reflexiva. En cada una de sus palabras puntualizó y se enfocó en su hija, en esa beba que viene en camino. “3:00 AM”, comenzó haciendo hincapié en el horario, en que ya era de madrugada, y prosiguió: “Las patadas que no paran y esta bebita que me recuerda que cada vez falta menos para nuestro encuentro. Insomnio, incertidumbre, preocupación, la cabeza que da vueltas”.
Por otro lado, no deja de mirar a su alrededor y enfocarse en esta situación que se da producto del Coronavirus. Si bien ella lleva adelante los cuidados pertinentes, no deja de estar atenta. “Rezo rosarios. Les pidió a Dios y a la Virgen que nos acompañen. Que todo este virus que es una pesadilla termine pronto. Que volvamos a una vida normal. Me desespera no saber cuando todo esto va a terminar”.
En cuanto a los preparativos, Sofi contó que la nueva integrante de la familia se va a llamar Emilia. Junto a su pareja, José Félix Uriburu, anunciaron que ya organizaron la habitación y que se tomaron su tiempo para decorarla como siempre lo soñaron. La bebita llegará a fines de octubre y cuando eso acontezca, ya la esperara su lugar determinado dentro del hogar.
Su recorrido para lograr cumplir su sueño de ser madre se tardó más de lo que hubiera querido. Hace dos meses, cuando gritó a los cuatro vientos la feliz noticia, también detalló lo que vivió. “No fue fácil. Cada mes que no llegaba era una decepción. Llorás, te frustrás, y empezás a preguntarte ¿por qué no puedo? El no quedar embarazada empieza a doler cada vez más”, manifestó compungida.
Al mismo tiempo que aclaró que no se sometió a ningún tipo de tratamiento porque no tenía antecedentes que la llevaran a dar ese paso, dijo que si se ocupó de tomar vitaminas y hasta acudió a los test caseros de ovulación para saber en qué época del mes tenía más chances de quedar embarazada.
Por otra parte, brindó detalles del día que se enteró de que estaba gestando. “Me enteré el 25 de febrero: tenía un atraso muy chiquito, pero para no ilusionarme y volver a decepcionarme me fui al baño sola y me hice el test. Después de verlo lo llamé a José y grabé todo, porque quería ver su cara cuando viera que había dado positivo. Ahí nos pusimos a llorar ambos. Me temblaba todo el cuerpo de felicidad porque era el fin de tanta lucha”.
La historia de amor entre los futuros padres es digna de un cuento. Se conocían del barrio, prácticamente crecieron juntos, como amigos. Así transitaron la adolescencia, hasta que se dieron cuenta de los verdaderos sentimientos. En ese momento, tal vez por algo propio de la edad, no se la jugaron por amor, no se animaron a dar un paso más. Se reencontraron muchos años después, durante el Mundial de fútbol que se disputo en Brasil, en el 2014.
“Nos conocimos cuando yo tenía 13 y él 16. Teníamos muchos amigos en común y siempre nos encontrábamos por algún motivo. Pero nos cruzamos en la final del Mundial de Brasil y nos enamoramos. Ahí comenzó todo esto”, contó en alguna oportunidad.
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