Fundada el 18 de marzo de 1919, desde hace 101 años la Asociación Argentina de Actores (AAA) defiende los derechos de los intérpretes nacionales y ha sido un baluarte a la hora de pelear por las reivindicaciones sociales de los artistas y sus salarios.
Pero en los últimos meses la relación entre la entidad y sus representados empezó a tener fricciones cuando muchos comenzaron a reclamar que Actores plantee soluciones o alternativas ante la falta de trabajo. La pasividad de la entidad es el mayor reclamo de los afiliados.
Cuando el 20 de marzo se decretó el aislamientos social preventivo y obligatorio, la actividad de los actores no fue declarada como esencial. En esos momentos se alzaron algunas voces en contra de tal decisión gubernamental, pero fue la propia titular de la entidad, Alejandra Darín, quien relativizó el reclamo de los integrantes de su propio gremio.
“La Asociación Argentina de Actores no es la que determina que los actores trabajen -declaró por entonces Darín-. El Gobierno decretó una cuarentena obligatoria y a medida que pasa el tiempo (los expertos) determinan qué actividades se pueden realizar y cuáles no. La nuestra todavía no se puede realizar”.
En una nota con el ciclo Espléndidos pero infidentes, la presidenta de la asociación insistió con su postura intransigente. “Los actores y actrices de nuestro país vivimos de nuestro trabajo y necesitamos trabajar para vivir. Esta es una situación que nos afecta. Pero esto no empezó ahora, con la pandemia: pasamos cuatro años con un gobierno (por el del Mauricio Macri) que redujo nuestro trabajo un 52%”.
En ese sentido, aseguró que “murió la producción intensa porque se volvió muy caro hacer ficción” en la Argentina, y que “hubo un par de medidas más que no ayudaron”. En ese escenario, “la pandemia vino a agravar la situación”. A su vez, Darín insistió en que la actoral “no es una actividad considerada indispensable”. “Somos un sindicato que defendemos los derechos laborales, entre los que está la salud. Todos los que cumplan un trabajo o una tarea como actores no pueden hacerlo”, concluyó.
Los meses pasaron, la cuarentena se prolongó más de lo esperado, y la situación de los actores argentinos empeoró. Sin teatro, sin ficciones televisivas y solo con algunas experiencias en streaming con espectáculos unipersonales, no encuentran una salida laboral para poder sobrellevar esta delicada situación.
A partir de esta realidad es que algunos jóvenes actores se juntaron y crearon la Asociación Civil de Trabajadores del Arte (ACTA).
Este grupo de actores preparó un spot difundido en las redes sociales, en el que afirman: “Estamos muy preocupados por la industria en la que trabajamos”. En la página web de la ACTA se informa que Gastón Soffritti es el presidente de esta nueva agrupación que se propone “otorgarle una mirada nueva y fresca a nuestra industria”, mientras que Peter Lanzani asumió el cargo de vicepresidente.
Lali Espósito, Julieta Nair Calvo, Chino Darín, Cande Vetrano, Gastón Cocchiarale, Manuela Pal, Andrés Gil y Victorio D’Alessandro, entre otros, son algunos de los actores que participan del video donde señalan que “para ser competitivos es fundamental la creación de políticas públicas, regulaciones acordes a las necesidades actuales”
“Nacidos en democracia y criados en la era digital, nos agrupamos para volver a pensar nuestra industria. La única manera de tener una industria sólida y consistente en el tiempo es haciéndonos cargo de lo que nos pertenece”, argumentan.
De esta manera estos jóvenes artistas intentan llevar adelante otro camino complementario al de la Asociación Argentina de Actores. Aunque algunos dirigentes de la AAA ven en ACTA un rival más que un complemento.
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Además de la aparición de esta organización en el horizonte de Actores, Teleshow pudo saber que un grupo de afiliados a la asociación exigió una asamblea extraordinaria para discutir la situación actual de su actividad. Este pedido es un hecho inédito en la historia de la agrupación.
También en estos días se conoció de una carta firmada por más de 2600 actores reclamando algún tipo de ayuda estatal frente a una crisis apremiante.
Todos estos elementos ponen a la Asociación Argentina de Actores en un lugar en el cual le llueven las críticas, tanto públicas como privadas. Los actores, que en un comienzo trataban de no criticar a su entidad y ahora comenzaron a quejarse, y el pedido de una asamblea extraordinaria demuestran que los cimientos de la entidad están en riesgo.
Esta semana los actores que forman ACTA darán una serie de entrevistas y podrá comprobarse cuál es su postura frente a la actitud de la AAA, que varios señalan como pasiva. Porque el tiempo pasa y los intérpretes no han tenido respuestas de su gremio en estos cinco meses, lo cual generó la tormenta en la que está sumergida la centenaria agrupación.
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