Es su niña eterna. La sonrisa floreciente, los ojos destellantes, el pelo tumultuoso a veces controlado por una trenza: la imagen de Blanca se repite inalterable en las fotos que su papá, Benjamín Vicuña, comparte a menudo en sus redes sociales. Lo hace un día en particular: cada 8. Porque quiso el destino -o vaya uno a saber qué, o quién- que el 8 de septiembre de 2012, en la misma clínica de Santiago de Chile en la que había nacido, la muerte le arrebatara la vida a esta pequeña de tan solo seis años.
Inalterable se conserva también su amor de padre. Aquel que Benjamín expresa en esos posteos desgarradores. El que realizó este 8 de agosto encuentra una particularidad: es el primero que el actor trasandino escribe desde que se convirtió en papá por sexta vez. Amancio -fruto de su relación con Eugenia la China Suárez- se asomó al mundo este 29 de julio, en medio de una pandemia que no le otorga respiro al mundo. Y una vez más, el contrasentido: una nueva vida, en medio de tanta desolación.
De allí que Benjamín comience su carta dedicada a Blanca con un anuncio: “Qué tiempos difíciles, mi niña”. Y repare entonces en esa incongruencia, la misma que golpea a las puertas de su alma desde aquel septiembre de hace ocho años: “A pesar del miedo y la tragedia -le dice a su niña-, la vida se cuela por las ventanas y el amor renace”.
En la foto elegida en esta ocasión, la Blanca de la sonrisa floreciente, los ojos destellantes y el pelo tumultuoso mira a la cámara mientras acaricia un perro: “Los animales nos siguen enseñando de lealtad -la pone al tanto su padre sobre lo que sucede aquí, del otro lado-, los árboles y plantas a cómo llegar profundo y ser fuertes”.
Benjamín parece mirar a los hermanos menores de su hija: Bautista, Beltrán, Benicio, Magnolia, el recién llegado Amancio. “Los niños nos enseñan a reír, llorar, actuar, desdramatizar, y los pajaros nos invitan en paz a ser libres”. Y agrega: ”No hay apuro, mi amor. Solo te cuento como padre pequeñas revelaciones que de seguro ya entendiste”.
Vicuña concluye el escrito de su cuenta de Instagram con el corazón en la mano, con su esencia rearmada desde sus propios pedazos: “Te amo con mi alma rota que renace cada día y que vuela por las noches a tu lado. Mi pequeña libertad”.
El posteo de Benjamín sumó en unas pocas horas más de 150 mil likes y unos cinco mil comentarios -incluidos los de varias famosas, como Sabrina Garciarena y Violeta Urtizberea-, todos repletos de apoyo y cariño.
Lo explicó hace unos días en su programa, Pampita Online, durante una entrevista con Tití Fernández, quien también convive con el dolor por la pérdida de una hija: Soledad murió en 2014, en Brasil, a sus 26 años. El periodista deportivo le confesó a Pampita que a menudo, de forma anónima, le aconsejan que “la deje ir”.
“Es mi hija... -dijo Tití, repudiando esos comentarios-. ¿Yo a mi hija la voy a dejar ir? No quiero que se vaya nunca. La quiero tener siempre en el corazón. Se va a quedar siempre conmigo, acá al lado, en el recuerdo”. La conductora validó su pensamiento: “Uno no tendría que salir a dar ninguna explicación sobre cómo vive el recuerdo, el duelo, o los procesos internos. Es rarísimo que la gente se ponga a opinar sin haber estado nunca en esa posición”.
“Me gusta que mis amigos sigan viendo fotos. El recuerdo sigue estando: que se hable con naturalidad en la casa, que mis hijos también tengan siempre presente a su hermana...”, destacó Pampita. Porque para ella, como para Benjamín y todos aquellos que tuvieron la enorme dicha de conocerla, Blanca es una niña eterna.
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