Hoy los une una sincera amistad, de esas que el tiempo y la distancia no hacen más que consolidar. Sin embargo, en una divertida charla que mantuvieron durante un vivo de Instagram, José Luis Rodríguez sorprendió a Susana Giménez al confesarle qué fue lo que le pasó hace ya medio siglo, cuando la vio por primera vez. Y, lejos de ruborizarse, la diva le contó lo que pensó internamente ella cuando lo descubrió actuando en la televisión venezolana.
Todo se dio en el marco de una serie de conversaciones virtuales, que El Puma mantiene en estos días de pandemia con personas a las que aprecia de verdad. Después de superar una serie de dificultades técnicas, la conductora argentina logró establecer la conexión y el cantante se asombró al verla detrás de unas gafas que le tapaban la mitad del rostro.
“Los lentes son un poco pequeños, pero te quedan bien”, le dijo Rodríguez en tono de broma. Y Susana le explicó la situación: “¿Sabés por qué me los puse? Porque estoy en cuarentena, como todo el mundo, hace cinco meses. Y me saqué las extensiones, no me tiño tanto el pelo...Estoy en medio del campo y no puedo salir mal con vos. Entonces dije: ‘Me pongo anteojos y chau’”.
Al reparar en la coquetería de la diva, El Puma sintió que había llegado el momento de hacerle una confesión. “Hace 51 años, yo era un mozo por aquel entonces, tu fuiste a Venezuela con una campaña publicitaria de un jabón que se llama Duncan, con limón”, dijo confundiendo el nombre de Cadun, que la Giménez le corrigió.
Y continuó: “Yo quedé eclipsado desde el primer día que te vi. Me enamoré perdidamente de ti, pero solo. Y te lo estoy confesando: eres mi amor de toda la vida. Me enamoré de esa cosa tan preciosa que llegó a Venezuela y paró el tráfico, literalmente”.
Susana, obviamente, quedó asombrada ante semejante declaración. Y, después de recordar lo increíble que había sido para ella llegar a ese país siendo una modelo que recién empezaba su carrera, le devolvió el cumplido diciendo: “A mí me pasó lo mismo, porque yo puse la tele en mi cuarto y apareciste vos haciendo una novela. Yo dije: “Wow, este morochitoooo... ¡Es lo más lindo que vi en mi vida!”.
Entre risas, la Giménez le preguntó por qué se acordaba de la fecha. “Dijiste 51 años…¡Qué horror, no puede ser! Pongamos 30”. Entonces El Puma le contó que había “un tipo que se llama Google” que le había dicho que eso ocurrió en el ’69. Pero ella le aclaró que había un error “de uno o dos años”.
Lo cierto es que, pese al flechazo inicial, entre el cantante y Susana nunca hubo ninguna relación sentimental. “Yo quedé impactado, se me estremeció todo por dentro. Pero la vida te da sorpresas y hoy somos amigos”, aseguró Rodríguez, quien está felizmente casado con Carolina Pérez. Y, entre los dos, comenzaron a recorrer las anécdotas que recopilaron durante casi medio siglo.
“Yo fui madrina en tu casamiento con esa diosa que tenés al lado, que te ha hecho feliz y que te cuidó cuando estabas enfermo”, dijo Susana recordando el doble trasplante de pulmón al que fue sometido el cantante el diciembre de 2018. Y él le dio la razón: “La verdad que sin ella y sin Dios, no hubiese podido”.
A pesar de la distancia que los separaba, ya que él trasmitía desde Miami y ella desde Punta del Este, El Puma tuvo la deferencia de preparar para su encuentro con Susana una botella de champagne y un ramo de rosas amarillas, las preferidas de la diva. Y dijo que lo hacía porque era una persona “especial, muy querida, que trasmite alegría y que no le importa cuando se equivoca”.
Entonces, Susana se puso a recordar los momentos vividos con el cantante, como “las fiestas con Ricardo Montaner, en las que entre los dos se dicen cosas y me hacen reír tanto”. Y, en ese momento, Rodríguez se refirió a su colega como “un hermano” y dijo: “Con esto que me pasó, Dios ha sido selectivo con los amigos que han quedado. Y han quedado pocos, pero son los verdaderos”.
La diva, entonces, contó cuánto le había costado poder comunicarse con la esposa de El Puma para saber cómo estaba realmente. Y recordó un divertido encuentro de “auto a auto” en Bal Harbour. “Te dije: ‘¡Ay, estoy tan preocupada! Y vos me dijiste: ‘No te preocupes, porque de esto no voy a morir. Me acuerdo como si fuera hoy. Fue en un semáforo. Yo pensé: ‘Si lo dice con ese aplomo, es verdad’. Y a los meses´volviste a cantar y tu vida volvió a ser lo que era”.
En ese momento, el cantante le dijo que en la vida se podía ser “positivo o negativo como un interruptor de luz”. Y los dos coincidieron en que es importante lo que uno le dice al cuerpo con la mente. Entonces, Susana aseguró que la cabeza era “como una computadora” y que la de ella había que “resetearla”. “¿De noche duermes bien?”, le preguntó El Puma. “Brutal: duermo diez horas”, dijo la diva. “¡Entonces no tienes que resetear nada, estás perfecta. ¿Sabes lo que es dormir diez horas con esta pandemia que está pasando en el mundo? Eres maravillosa”, le aseguró Rodríguez.
Entonces Susana le relató sus peripecias para ir a Uruguay, ya que en la Argentina el aislamiento obligatorio se estaba extendiendo demasiado y ella había comprado una cachorra de vizla, Rita, que le estaba rompiendo todo. “Yo dije: ‘La tengo que llevar a Punta del Este. Me tengo que ir de acá, porque con este perro se me acaba la casa. Y pedí un permiso a la embajada, al consulado, me hicieron todos los papeles y me dejaron venir. Acá estoy con una cuarentena mucho más accesible que la de Buenos Aires”, aseguró.
Después, El Puma le comentó a la diva sobre su nuevo libro, Para qué vivir, que estará presentando la semana que viene en una entrevista para CNN con Marcelo Longobardi. Y le explicó por qué estaba realizando estas charlas con la gente que ama. “Cuando me estaba yendo dije: ‘¿Con quién conversé? ¿De quién me despedí? ¿Con quién hablé? “, le dijo.
Rodríguez se refirió también a lo dañino que pueden ser los chismes. Y recordó la propuesta de Sócrates, quien sugiere que antes de hablar de alguien hay que analizar tres pasos: si lo que se va a decir es verdad, si es bueno y si es útil. “Yo le tengo prohibido a mi gente que me diga cosas malas de mí. ‘Fulano dijo tal cosa’. ¡No me lo cuentes, no quiero saber! Si van a decir algo lindo si lo miro. Pero a veces tienen que cubrir muchas horas de programa y no hay material. Ahora no hay actores trabajando y tienen que inventar un poco. Entonces yo no miro porque me hace mal”, explicó la diva.
Enseguida, el cantante habló del momento tan particular que vive la Tierra. “El mundo ha cambiado. Hay mucha violencia, pero desde antes de la pandemia”, dijo Susana. Y Rodríguez aseguró que él no veía una solución humana, que lo que hacía falta era “una intervención divina”. En ese sentido, la diva reconoció que en este último tiempo había “vuelto a rezar”.
La Giménez no pudo evitar hacer referencia a la situación de la Argentina, elogiando a los periodistas como Alfredo y Diego Leuco, Baby Etchecopar, Eduardo Feinmann y Jonatan Viale, que se animan “a decir lo que pasa”. Y El Puma coincidió con ella, pero no quiso ahondar en política.
“Me di cuenta de que estaba arando en el mar con esto de tender la mano o defender a alguien. Porque me decepcioné de muchas personas, de ideologías. Entonces, ni la izquierda, ni la derecha ni el centro. El hombre tiene un pecio. No me meto más en eso. Voy a hablar de Dios, de Cristo y de lo que pueda hacer el ser humano con Dios. Sin Dios, es prácticamente imposible”, dijo El Puma.
Y Susana agregó: “La Fe es todo. Mueve montañas. Es verdad ese dicho. La Fe puede salvarte de cualquier cosa. A vos te salvó tu Fe también, de todo lo que pasaste. Y me dijiste ese día. ‘Yo no me voy a morir, así que quedate tranquila'. La Fe es así. Hay mucha gente que la pierde porque a veces no se le cumplen las cosas. Pero hay que insistir. Yo, últimamente, rezo todas las noches. Y me hace bien. No cosas largas como un Rosario, pero le rezo a mis ángeles de la guarda”.
Antes de terminar la charla, el cantante y la diva hablaron de Julio Iglesias, a quien El Puma definió como “un personaje de Hollywood que sabe mucho de vinos”. Y también recordaron a Verónica Castro, quien según la Giménez estaba “bastante deprimida” por la pérdida de su mamá.
Finalmente, Rodríguez quiso saber qué le había faltado hacer en la vida a la diva. Y ella aseguró: “Yo ame mucho, fui amada y he vivido una vida maravillosa. Me tocó esta parte de estar sola y la verdad es que me gustó mucho. No peleo con nadie, estoy feliz, hago lo que quiero, salgo cuando quiero, apago la tele a las cinco de la mañana y nadie me dice nada”. ¿Cuánto tiempo lleva Susana en esta situación? “No me acuerdo cuando tuve mi último novio, pero hace tiempo. Mejor sola que mal acompañada: los dichos de nuestras abuelas se cumplen. Por algo los decían”, concluyó antes de despedirse del cantante.
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