Desde el preciso instante en que se conoció la noticia de que Laurita Fernández estaría acompañando a Ángel de Brito en la conducción del Cantando 2020, Moria Casán se mostró disconforme con la decisión. Y la realidad es que la poca afinidad entre la diva y la bailarina quedó en evidencia desde la primera gala del certamen, cuando le dijo que llamarla por su diminutivo le parecía “un chiquitaje”.
Pero la pica entre Moria y Laurita viene de larga data. En 2017, cuando Fernández era participante del Bailando junto a Fede Bal y la One era la encargada de juzgarlos, los había definido como “una pareja baqueteada” generando gran polémica. Y las vueltas del destino hicieron que, al año siguiente, la bailarina terminara ocupando la silla de diva en el jurado, que durante dos temporadas quedó afuera de ShowMatch.
Así las cosas, estaba claro que la convivencia entre Moria y Laurita en este reality iba a dar mucha tela para cortar. Y, este martes, una pequeña discusión entre ambas detonó el enojo de la diva, quien directamente amenazó con abandonar el programa y dijo que iba a evaluar el tema con su abogado.
Todo comenzó cuando la Casán estaba haciéndole la devolución a Adabel Guerrero. La diva se extendió un poco en el tiempo hablando de Nacha Guevarra y su “Master Class”, en alusión a los comentarios que hace la artista sobre el sonido, los bailarines, la escenografía y demás aspectos de cada puesta en escena. En ese momento, De Brito le preguntó si su evaluación era a la participante o a su compañera de estrado y ella aseguró: “Soy la bastonera, puedo interrumpir. A propósito, estoy viendo que la señorita co-conductora hoy es un pulpo, quiero que hables más vos querido”.
¿Si Laurita acusó recibo? “A mí me gustaría que des la devolución, Moria”, dijo la bailarina apurando a la diva. “Vos estás para co-conducir y yo estoy para dar la devolución cuando se me cante. Así que tranquila. Dejalo hablar un poco al conductor, mi amor”, le respondió la One enojada. Una vez que dio su voto secreto y los conductores despidieron a la participante, la diva intentó hacer una acotación pero Fernández no le dio lugar y, entonces, ella abandonó su lugar en el estrado.
Minutos más tarde, en tanto, De Brito le dio pie para que hiciera su descargo. “Quiero aclarar una cosa. Recién yo quise hablar. Acá me dicen que hay que hacer todo rápido porque tienen que entrar las cuatro parejas para la dinámica, por el COVID, por la nueva vida, por la nueva era... Yo firmé acá y lo hice venir a César Carozza para no ser jurado. Porque yo jurado fui diez años y no quiero tener el culo en forma de silla para dar devoluciones a gente que algunos conozco y otros no, pero merecen mi respeto. Porque a mí me pagan para puntuar al cuatro de copas y al As de espada”, comenzó diciendo la Casán.
Y siguió: “Yo podía frenarlos a ustedes y a quien quiera. Así me prometieron a mí: ‘Moria tiene plano libre'. El plano libre no es ser jurado como el que está acá -dijo señalando a sus compañeros-. Si quiero puedo dar devoluciones y puedo decirle a la señorita co-conductora que es un pulpito y te puedo decir a vos que hables más. Y quería decir una cosa de Adabel porque eso es lo que yo arreglé”.
Visiblemente ofuscada, la diva advirtió: “Si no se me respeta, me voy mi amor. No tengo nada ni contra vos ni contra nadie. Pero no me interesa poner mi culo ahí para dale devoluciones a ustedes y que me estén corriendo. Si no viene el noticiero, viene el COVID, y si no viene el COVID....No, no es así la vida”.
En ese momento, Ángel le explicó que tenían que entrar todos los participantes previstos para esa gala. “Entonces si me quedo, porque después voy a hablar con producción o lo hago venir a hablar a mi abogado porque esto no es lo que yo planteé, los voy a puntuar sin hablar. Para no perder tiempo”, concluyó Moria volviendo a su lugar.
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