Esta semana se desató un escándalo de proporciones cuando la periodista Susana Roccasalvo hizo publica una denuncia en contra de su colega Lío Pecoraro, por presuntamente haber atentado contra su trabajo mediante una maniobra con su teléfono. Debido a que la conductora sale en vivo desde su casa en Implacables, su programa de El Nueve, un llamado a su smartphone genera una interferencia que la saca del aire, impidiendo su continuidad en el programa. Y eso le ocurrió en varias ocasiones.
“Cuando vos estás transmitiendo desde el celular -explicó Roccasalvo, en diálogo con Teleshow- quizás alguien te puede llamar porque no sabe que estás al aire, no mira el programa. Siempre puede pasar; una vez, dos. Pero cuando (pasa) todos los fines de semana en el horario del programa… A mí de lunes a viernes no me llamaban. Me podían llamar de algún teléfono privado, pero atendía y había una persona del otro lado”.
Susana instruyó a su abogado, Mauricio D’Alessandro, para que investigara esta situación que venía sufriendo desde hace un tiempo, y que atentaba contra su trabajo televisivo. “Ahí dije: ‘No, esto está hecho con animosidad’. No me llamaban a las 6 de la tarde, a las 4 de la tarde. No. ‘Esto lo están haciendo a propósito’, dije. Hice la denuncia, me llamaron como cuatro veces de la fiscalía para declarar, y me preguntaron de todo”, explicó Susana.
La periodista también relató cómo recibió la noticia de que el dueño de la línea desde la cual la llamaban era Lío Pecoraro. “Me quedé helada: no podía creer la maldad, la locura, la psicopatía de la gente. Tirarse contra el propio canal que te da trabajo. Evidentemente debe tener algo personal conmigo”, especuló Roccasalvo, quien siempre evitó nombrar a su compañero de El Nueve. “Para que hayan tomado el caso, en la Justicia se dieron cuenta de que hay mucha animosidad. Lamento mucho que haya gente tan detestable trabajando dentro de El Nueve. Atentaron contra mi programa, pero fundamentalmente contra el propio canal”, concluyó.
La Justicia sigue trabajando en el caso, al tiempo que la situación generó un conflicto entre Todas las tardes, el programa de Maju Lozano, donde se desempeña Pecoraro, y Confrontados, a cargo de Marina Calabró, quien esta semana tuvo en el testimonio de Roccasalvo. Desde ese momento los paneles de dichos ciclos no se dirigen la palabra en los pasillos del canal, y hasta evitan cruzarse desde que la periodista hizo pública la denuncia.
VER TAMBIÉN El Nueve tomó una fuerte postura en el enfrentamiento entre Susana Roccasalvo y Lío Pecoraro
Susana quiere que Pecoraro -en caso de ser encontrado culpable de hostigamiento- cumpla la pena con una especie de probation, según adelantó Rodrigo Lussich en Intrusos. La misma consistiría en atender la línea telefónica que brinda información sobre el COVID-19, prestando así un servicio a la comunidad a modo de compensación por el perjuicio generado contra Roccasalvo, siempre -por supuesto- que se pruebe que esto fue lo que ocurrió.
“Acá cabe el Artículo 52, que dice hostigar, maltratar, intimidar -precisó D’Alessandro, ante la consulta de Teleshow-. Quien intimida u hostiga de modo amenazante o maltrata físicamente a otro, siempre que el hecho no constituya delito, es sancionado con uno a cinco días de trabajo de utilidad pública, multa de 200 a mil pesos, o uno a cinco días de arresto”.
“El Artículo 149 bis del Código Penal -aporta el abogado- indica que será reprimido con prisión de seis meses a dos años el que hiciere uso de amenazas para alarmar o amedrentar a una o más personas. En este caso la pena será de uno a tres años de prisión, si se emplearen armas o si las amenazas fueren anónimas. Estas son las penas. Pero Susana pediría una mediación penal con una pena de utilidad pública, que sea atender la línea 108, de información y consulta sobre el coronavirus”.
Más allá del reclamo de Roccasalvo, será la Justicia quien deberá expedirse. Lo concreto es que la conductora quiere llegar hasta las últimas consecuencias, aun cuando le sugirieron soltar el conflicto. Pero Susana se reconoce como una víctima. Y quiere que haya una sentencia.
SEGUÍ LEYENDO