Yanina Latorre vivió una jornada para el olvido. Uno de esos días en los que uno, cuando le pasa, piensa en borrar de la faz de la tierra. Sucede que se topó con un corte del suministro eléctrico que se extendió por más de 12 horas. “Desde las 2 de la mañana sin luz. Hice el reclamo a Edenor, nadie me contesta. No me puedo bañar, no podemos tomar mates, porque tengo todo eléctrico. Tengo un odio que me exaspera”, comenzó la panelista de LAM apenas se despertó y vio que seguía sin energía eléctrica.
A continuación, brindó detalles de sus intentos de buscar una solución, que tardó en llegar. “Hicimos el reclamo a través de la aplicación, nada. Nadie sabe nada. Estamos todo el country y los de al lado sin luz. El de la cuenta de Twitter, que no sé para que abren una cuenta y ponen a una pelotuda a contestar. Me contestaron la primera vez que lo siga, que le escriba por DM (mensaje directo). Hice todo eso y no me contestó más”.
Este percance provocó que sus planes para esa jornada se vieran modificados. “Obviamente, no fui a trabajar. No me bañé, no pude desayunar, no pude hacer nada. ¿Me compro un grupo electrógeno? Porque este país no avanza...”, lamentó.
Ya con los ánimos caldeados, recibió una respuesta poco favorable desde la compañía que le brinda el servicio. “Me contestó el de Edenor. Para mí que es gente que estudia para brotarte o para entretenerte. Me dice: ‘Hola Yanina, para poder ayudarte dame un número de contacto, un mail, un número de cuenta…’. No, no te voy a dar nada. No es así. Yo te digo dónde es el corte, que hay 800 barrios sin luz, me decís cuándo se soluciona o me mandás una cuadrilla. Así se soluciona”.
Ya en tren de confesiones y catarsis, se cuestionó las elecciones que hizo a la hora de construir su casa. “Por suerte mi vecina me dio dos termos de agua caliente, ella tiene gas. ¡Qué error, por Dios, hacerme la moderna y meter todo eléctrico, como si estuviéramos en el primer mundo! Yo venía de vivir afuera, botinera imbécil, que tenía todo eléctrico. Acá estoy; cagada de frío, sin agua”, explicó, celular en mano y en modo selfie.
También la ligó su marido, Diego Latorre, por su pasado como futbolista exitoso. “Maldigo el día que me hice botinera y que me quise hacer la guau, guau, guau, la cool. Ya venía de Europa, jugador de fútbol, ¿qué hice? Flasheé resort. Cama doble, el sueño de la pelotuda, balcón, persiana eléctrica…¡Tengo el cuarto oscuro! No se puede levantar la persiana… Y yo queriendo levantar la persiana desde la cama, qué pelotuda”.
Llegó el mediodía y Yani le pidió a su marido que preparara el almuerzo en el quincho, donde tienen una cocina a leña. El comentarista deportivo prendió el fueguito y logró hacer un asado. Mientras tanto, ella fue relatando cómo se abrigaban para no pasar frío, cómo se iba terminando el agua para el mate, y hasta le pidió a su hija, Lola Latorre (flamante figura del Cantando 2020), que no fuera al baño porque tenían que guardar los últimos litros de agua que quedaban en el tanque.
Cerca de las 3 de la tarde le devolvieron el servicio. “¡Volvió la luz! Gracias a Maxi, un divino. Quiero contarles lo que pasó, es un dato que me paso (Fabián) Doman hace un tiempo: acá afuera del barrio hay un lugar donde está la central y un hijo de pu… bajó el switch, y además lo rompió para dejar toda la zona sin luz. O fue un boludo, que dudo, o fue alguien que tenía planeado entrar a robar. Estoy preocupada”. Porque al fin, al malestar por el corte de luz terminó sumándose la problemática de la inseguridad.
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