Brisa, la hija de nueve años de Fernanda Vives y Sebastián Cobelli, estaba haciendo un vivo desde su cuenta en Instagram cuando de repente hizo su aparición su madre. Furiosa, la ex vedette se paró frente a la cámara y expuso a un usuario de la red social que le había escrito un repudiable comentario de índole sexual a la niña durante la transmisión.
“Voy a bloquear a una persona que hizo un comentario muy, muy malo y habría que denunciarlo. La mamá está mirando todo. Si después me ayudan lo pongo en mi Instagram y lo denunciamos para que los chicos puedan seguir teniendo la libertad de hacer un vivo como lo está haciendo Brisa. No hablo más porque estoy enojada”, dijo Vives, intentando controlar su furia. Después de darle un beso a su hija, se retiró y la dejó continuar con su transmisión.
La ex vedette publicó el video en su propia cuenta en la red social y escribió: “Nosotros como padres le damos la libertad (y sobre todo en cuarentena) de que ella maneje su cuenta algunas horas al día y quiero seguir haciéndolo. ¡Obviamente siempre supervisamos todo tanto @sebacobelli como yo! Lamentablemente hoy tuvo un comentario (andá a saber de quién) muy, pero muy desafortunado. ¡Y gracias a Dios nosotros estábamos atentos mirando todo!”
Asimismo, Vives dijo que ya denunciaron al acosador y dejó una propuesta para evitar que sigan ocurriendo estas lamentables situaciones: “Tendrían que exigir para tener una cuenta en la red social que lo hagas con DNI así se terminan los cagones de mierda que se hacen cuentas para estas cosas o para descargar toda la mierda que tienen adentro. Tenemos que poner más el foco en las redes sociales, ya que están creciendo de una forma incontrolable y la solución no es que un niño no pueda usar el celular”. Y concluyó: “Mi hija va a seguir usando sus redes y nosotros estaremos ahí siempre que ella lo necesite. Cuidemos a nuestros hijos de estas lacras”.
Tal como señaló la ex vedette, esta situación dejó en evidencia el acoso a menores en las redes, un mal que no es nuevo, pero que en tiempos de cuarentena, con los niños pasando más tiempo frente a las pantallas, se ha incrementado. Solo por citar un ejemplo, las denuncias por grooming -engaño intencional de un adulto hacia un menor utilizando principalmente las redes- aumentó un 30 por ciento en los dos primeros meses de encierro obligatorio, según el Ministerio Público Tutelar de la Ciudad de Buenos Aires.
Según explicó a Teleshow Andrés Bonicalzi, abogado de la ONG Ayuda a las Víctimas de Violación (AVIVI), Vives accionó bien ante esta lamentable situación, aunque “lo ideal hubiese sido limitar el acceso de menores a las redes sociales por la exposición que genera y el anonimato de las personas que están del otro lado”.
Ante estas circunstancias extraordinarias, en las que los pequeños le dedican aún más tiempo a las redes sociales, Bonicalzi brinda una serie de recomendaciones para evitar -o por lo menos reducir las posibilidades- que un menor sea víctima de ciberacoso. “En primer lugar, en la medida de lo posible, evitar el acceso a una temprana edad a las redes o al mundo del internet. No solo para evitar este tipo de exposición: esto es lo que recomiendan en general los pediatras”, explicó.
En segundo lugar, se refirió a la aplicación de filtros en los navegadores para evitar que los menores puedan acceder a determinadas páginas y, más allá de esta medida, controlar los sitios por los que navegan los hijos.
Y en lo que respecta a los chicos un poco más grandes, de los 14 años en adelante, quienes ya exigen más privacidad, lo más importante es la concientización: “Tienen la madurez suficiente para querer mantener cierto ámbito de intimidad y que los padres no les estén revisando el acceso a las conversaciones privadas o el contenido al que acceden. Entonces ahí tiene que haber un diálogo más profundo. No ejercer un poder policíaco sobre los chicos, sino encarar desde el diálogo los peligros que puede haber en internet”.
En el caso particular de Vives, el letrado dice que el tipo de hecho que le tocó vivir a su hija se podría encuadrar dentro del delito de corrupción de menores. “Lo puede denunciar y le van a tomar la denuncia. Después tendría que justificar si la nena realmente vio ese mensaje y si eso implicó para ella una cuestión disruptiva, o sea, un avance en su maduración sexual”, explicó.
Lamentablemente todavía falta mucho camino por recorrer en la Justicia en cuanto a los delitos sexuales. Pero las medidas preventivas, el reclamo pertinente en las redes sociales y la denuncia penal son herramientas indispensables para ejercer un control ante esta amenaza que se hizo aún más peligrosa en el aislamiento.
Si sufrís violencia de género o conocés a alguna víctima, llamá al 144: es gratis y atiende las 24 horas.
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