En las últimas horas el mundo del espectáculo recibió una triste noticia. Los amantes del cine quedaron azorados con la información que arrancó como un rumor, luego confirmado por la familia a través de un comunicado del Instituto de Cine Británico: el cineasta Alan Parker murió este viernes, a los 76 años, luego de enfrentar una larga enfermedad.
Nacido en Londres el 14 de febrero de 1944, Parker logró trascender las fronteras del Reino Unido para transformarse en una leyenda de Hollywood, la meca del cine. Su primera película, Bugsy Malone, el nieto de Al Capone, fue nominada a ocho premios de la Academia Británica de Cine; logró levantar 5 de esas estatuillas. Un arranque auspicioso que se reflejó en el tiempo.
Más allá de sus reconocidas y taquilleras filmaciones, de este lado del continente se lo recuerda por Evita, película que escribió, dirigió y produjo. Se trató de uno de sus trabajos más controvertidos. El musical, con Madonnna poniéndose en la piel de Evita Duarte de Perón y Antonio Banderas como el Che Guevara, ganó un Oscar entre cinco nominaciones, pero a la mejor canción original: “You must love me”. Ni el director ni los actores principales compitieron por una estatuilla de la Academia de Hollywood.
La suerte de Evita fue distinta en los Globo de Oro: la película terminó siendo distinguida en la categoría comedia o musical, y la cantante también se llevó su premio. Parker y Banderas se quedaron en la nominación.
No llores por mí, Argentina
Evita se filmó en 1996, en locaciones de Buenos Aires y Hungría. Y la polémica se dio antes de que comenzara el rodaje. Primero, porque fue un musical. Todo el filme se desarrolla siguiendo al pie de la letra las canciones que fueron grabadas de antemano y que luego, en la filmación, los actores interpretaron mediante playbak. Prácticamente no tiene diálogos extras en todo su recorrido.
La historia comienza con el funeral de Evita y con el Che Guevara narrando la vida de la mujer de Juan Domingo Perón. Se muestra su infancia y la pobreza y las injusticas que enfrentó durante su niñez. También hace hincapié en las dos familias paralelas que tuvo el padre de Evita, y la marca que esto le dejó.
El filme no fue recibido en la Argentina con los brazos abiertos. Incluso, mientras se rodaba, Parker y Madonna debieron brindar una conferencia de prensa para llevar tranquilidad. Fue la cantante pop quien intentó poner paños fríos. “Evita salió de la anda y subió de una manera tan vertiginosa, hasta que logró tener tanto poder e influencia sobre el pueblo. Cuando yo averigüé eso, quise saber y me interesó representarla”, declaró. “La intención siempre fue dar una visión objetiva de Evita. Nosotros somos artistas, no somos políticos”, sostuvo el director. Mientras la actriz y el director hablaban con la prensa, manifestantes buscaban impedir la continuidad del proyecto.
Una vez estrenada, tampoco logró convencer. Se hicieron escuchar las voces a favor –muy pocas- y en contra. El recordado Antonio Carrizo fue uno de los que vio la avant premiere. “Ella muy bien (Madonna), pero el que hizo de Perón... no sé de dónde lo sacaron. Y después el escenario, innecesariamente caricaturesco. Las caras, las casas, esa idea de Argentina, que no es así. La salva el poderío de Madonna y Bandera. No veo agravio hacia la figura de Evita”, consideró el periodista.
La opinión de Pino Solanas fue en el mismo sentido: “Es una opereta que va más allá del pobre Parker, que es un inglés con visión inglesa de Argentina. Es un manoseo de la historia. Es un director talentoso, está bien creada y es técnicamente excelente, pero no es una gran película”. Rolando Hanglin también dio su mirada: “Es una serie de cuadros musicales que dan una idea de la Argentina que deja que desear, aunque fue emocionante”.
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