La honestidad brutal de un taxista al ver en vivo a Guido Kaczka: “¡Te hacía más alto!”

Un participante de "Bienvenidos a Bordo" sorprendió al conductor con un comentario sobre su persona

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El inesperado comentario sobre Guido Kaczka de un participante de Bienvenidos a Bordo (Video: El Trece)

Trabajar en un programa con gente del público tiene sus riesgos. Y Guido Kaczka lo sabe. En las últimas semanas, el conductor de Bienvenidos a Bordo, por El Trece, se ha sorprendido con situaciones de lo más más desopilantes y anécdotas que, muchas veces, lo han tenido como protagonista. Sin embargo, lo que ocurrió este martes con un taxista que fue a concursar por los veinte mil pesos, lo dejó literalmente anonadado.

El hombre, llamado Sebastián Fernández, primero se lució silbando una original versión de Traición a la Mexicana, de La Zimbabwe, durante treinta segundos. Pero, aunque logró hacer cantar al conductor, no consiguió que la producción le diera “el premio chico”. Entonces, se sometió a las diez preguntas de cultura general, que contestó sin titubear hasta llegar a la número nueve.

En ese momento, Kaczka le pidió a Ximena Capristo, invitada al programa, que se acercara hasta el participante con el fajo de dinero correspondiente, para entregárselo si el hombre contestaba bien. Y le dijo al participante: “Ahora la vas a ver personalmente, decime si se parece la de la tele a la vida real o es distinta”. “Es igual, es igual”, aseguró enseguida el taxista al ver a la Negra.

Fue entonces cuando Guido, sin pensarlo dos veces, le propuso: “Ahí voy yo, decime si me ves igual o me ves distinto”. Teniendo en cuenta que los participantes salen desde la entrada de Estudio Mayor, Sebastián tuvo que esperar hasta que el conductor se desplazara desde el interior del mismo, dónde está montada la escenografía, hasta dónde se encontraba él. Y, al verlo, no dudó en exclamar: “¡Pará: te hacía más alto!”.

Guido Kaczka
Guido Kaczka

El comentario del taxita dejó sin palabras a Kaczka, que sólo atinó a preguntarse: “¿Pero para qué voy?”. Y siguió adelante con el juego como si nada hubiera pasado. El participante, por su parte, perdió en la última pregunta que era en qué país se encuentran las ciudades de Bombay y Calcuta. “No se me viene a la cabeza”, dijo el hombre, que se lamentó al escuchar que la respuesta correcta era “La India”.

Finalmente, Sebastián intentó adivinar la cantidad de golosinas que había en el cofre, para así llevárselas a sus hijos. Pero tampoco lo logró. Y Guido, sin rencores, antes de que se retirara lo despidió pidiendo un fuerte aplauso para él.

Cabe recordar que, hace unas semanas, otro taxista, Juan José Colazo, le dijo al conductor que lo conocía “del barrio” y que tenía una historia de él para contar. En ese momento, Kaczka dudó, pero le dio su consentimiento para que la contara. Entonces el hombre recordó que la hermana de Guido hacía natación con su suegra como profesora. “Un día se quebró el brazo y mi ella la asistió. Llamaron a un familiar y viniste vos, llorisqueando porque tenías miedo”, le dijo el participante.

“En la familia nos ponemos mal nosotros… Somos un montón y lloramos todos juntos. Nadie puede ayudar bien porque estamos todos empañados”, explicó entonces Guido a modo de justificación. Y el taxista concluyó su relato diciendo: “Fue hace un montón de años. ¡Mi suegra terminó consolándote a vos!”.

En otras oportunidades, Kaczka se encontró con un participantes que conocía a sus abuelos, otro que había ido a su mismo colegio y hasta con alguno que lo había visto seduciendo a una chica en un boliche en su adolescencia. Pero esta es la primera vez que alguien se refiere a un tema como su estatura.

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