Candelaria Tinelli suele tener un gran movimiento en sus redes sociales. En Instagram, que es la que más usa y en la que cuenta con más de 4 millones de seguidores, sus fotos mostrando los tatuajes son moneda corriente. También suele hacerlo con frases y mensajes que buscan crear conciencia sobre el maltrato animal. No faltan los posteos con sus amigas y hermanos, claro. Y -cuando la pandemia no había arribado- canciones en vivo de sus shows.
Pero en cuanto a las fotografías, en los últimos días la hija de Marcelo Tinelli subió una imagen suya frente al espejo, arrodillada y con una mano agarrando el pantalón, como si se estuviera a punto de quitáselo. El epígrafe rezaba: “Mi cuerpo pide pista”. Como podía esperarse, las repercusiones estuvieron a la orden del día. No pasó desapercibido. Los comentarios y opiniones de sus fanáticos no tardaron en aparecer. Sin embargo, de un momento para otro, la publicación desapareció.
Horas después la cantante volvió a subir la misma imagen, pero esta vez en sus historias. Allí explicó qué había sucedido: “Me censuraron esta publicación -comentó, algo molesta-. Me parece gracioso porque no entiendo qué tiene de sexual, y a la vez, me preocupa mucho que siga habiendo gente tan cerrada mentalmente”. Para finalizar su descargo, con un dejo de fastidio en sus palabras, soltó: “Me tienen podrida, que la cola, que las lolas. Solucionen ustedes si ver el cuerpo natural de una mina les genera eso”.
Cuestiones como la que vivió Lelé se vienen replicando con mayor asiduidad dentro de Instagram. En muchos casos cuesta entender qué política se lleva adelante. Los parámetros no parecen ser los mismos y la línea de censura no es del todo clara. En los últimos dos meses se dieron varios casos dentro del mundo del espectáculo. Y los famosos que salieron a criticar el accionar en casos puntuales.
Hace un mes le ocurrió a Noelia Marzol. En su caso, tomó la misma postura que Cande: redobló la apuesta y subió un material similar. Utilizando la ironía, le agregó la siguiente frase: “Versión a prueba de inseguros, retrógrados, cuadrados, de gente que no acepta otra manera de pensar, de vivir. A prueba de machistas (incluyo a mujeres y hombres) de gente que no quiere ser sincera consigo misma, de gente molesta, que no sabe qué hacer con su tiempo”.
Por otro lado, la periodista María Julia Oliván también tuvo que pasar por esto debido a una imagen en la que se veía a su hijo de cuatro años “con la colita al aire”, como lo describió. En su caso, una seguidora la denunció, y quitaron la imagen. Oliván también se mostró sarcástica con su respuesta al episodio: “Ya está, ya no está la foto, ya no hay más pornografía en las redes. Las familias decentes están preservadas… Hay cada pelotudo”.
Lo mismo sufrieron, pero por otras cuestiones, Gianinna Maradona y Verónica Ojeda: a las dos les bloquearon las cuentas de sus hijos (Benjamín Agüero y Dieguito Fernando Maradona, respectivamente) por ser menores de 13 años. Al parecer, esto se dio luego de que otros usuarios realizaran sendas denuncias. Allí intervino Instagram. Para volver a darlas de alto, las dos debieron acreditar que los niños están al tanto de lo que se publica, haciéndose ellas responsables por lo que se terminé posteando.
SEGUÍ LEYENDO