Natalia Oreiro no pudo evitar que se le erizara la piel al oír cantar a Diego Coronel en Got Talent Uruguay. Y lo mismo le pasó a los cuatro integrantes del jurado del concurso de talentos televisivos del país vecino: Orlando Petinatti, María Noel Ricetto, Claudia Fernández y Agustín Casanova. El participante, un marinero militar que según dijo nunca en su vida había estudiado canto, realizó una interpretación de Nessun Dorma, un aria perteneciente a la ópera Turandot, que le arrancó las lágrimas a más de uno. Y que le valió el “pase de oro”, lo que significa que avanzará directamente a la semifinal.
El programa en el que la ex protagonista de Muñeca Brava oficia de presentadora se grabó entre los meses de enero y febrero de este año, justo antes de la llegada de la pandemia del coronavirus, con lo cual todavía no estaban implementados los protocolos actuales para impedir el contagio de COVID-19. Y esto hizo que Natalia no dudara en utilizar todas sus herramientas a la hora de lograr beneficiar al joven que la había conmovido. Y esto incluyó un inesperado beso al miembro más duro del jurado.
Sucede que, para que un participante pueda pasar de la primera etapa de audiciones a la última instancia de la competencia, tienen que estar de acuerdo tanto los encargado de evaluarlo como la conductora. Y, si bien en este caso no cabía duda de que el oro era merecido, Oreiro decidió sentarse en el escritorio de Peti para presionarlo. “Por la fuerza no me vas a sacar nada”, le dijo entonces el conductor radial. Y frente a esto, la actriz optó por tomarlo del rostro y darle un beso con tal de convencerlo.
Enseguida, los cuatro miembros del jurado y Natalia, en conjunto, presionaron el botón dorado. Y, bajo una lluvia de papelitos, corrieron todos a abrazar al participante, de 26 años, que se mostró feliz de la vida por la devolución que le habían realizado. Al pararse frente al micrófono, Coronel había dicho que su única intención era “disfrutar de la experiencia”. Pero todos estuvieron de acuerdo en que era dueño de un talento digno de ser apreciado en todas partes del mundo.
“Nos emocionaste a todos, no puedo creer lo que acabo de ver”, dijo Petti apenas el joven terminó su performance. Riccetto, con los ojos empañados, le dijo que la había hecho acordar a su abuelo, quien también era marinero y amaba la ópera. Fernández, en tanto, dijo que en lo único que pensaba era en abrazarlo y no dudó en correr hasta el escenario para hacerlo. Y Casanova, sorprendido, remarcó que había sido el único que había logrado hacer llorar a su estricto compañero de estrado.
La presentación, que se grabó en un teatro repleto y se emitió el lunes pasado por la pantalla de Canal 10, concluyó con toda la platea aplaudiendo de pie y ovacionando a Coronel. Es verdad que, al día siguiente, hubo quienes denunciaron que el joven oriundo de Melo había mentido en relación a su formación musical. Sin embargo, está claro que no hay estudio que pueda hacer que alguien cante como él lo hizo en lo que fue la sexta edición del certamen uruguayo.
Cabe recordar que, luego de grabar este reality en su país natal, Natalia tenía prevista una gira por Rusia, denominada 20 años Juntos, con la que pensaba festejar sus dos décadas de fama en aquel país entre los meses de marzo y abril. Pero, lamentablemente, debió suspenderla debido al cierre de fronteras por el coronavirus. También tuvo que posponer las grabaciones de Santa Evita, la serie de siete capítulos basada en el libro de Tomás Eloy Martínez que iba a encabezar junto a Darío Grandinetti y que recién se comenzaría a grabar en septiembre. De manera que hoy, mientras espera el estreno de Nasha Natasha, el documental de Netflix sobre su vida que produjo Axel Kuschevatzky, la actriz se encuentra cumpliendo con su aislamiento junto a su marido, Ricardo Mollo, y su hijo, Merlín Atahualpa, en su casa de San Isidro.
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