Este martes se conoció la noticia de que Susana Roccasalvo había efectuado una denuncia por “hostigamiento y amenazas” ante la Justicia de la Ciudad, asegurando que mientras salía al aire desde su celular para su programa, Implacables, recibía insistentes llamados que le interrumpían la comunicación. Y se supo que, luego de una investigación a cargo de la división de delitos cibernéticos, la conductora había comprobado que el teléfono del que partían esos llamados pertenecía a Lío Pecoraro.
Lo cierto es que el periodista en cuestión se desempeña como panelista de Todas las Tardes en El Nueve, el mismo canal en el que trabaja Roccasalvo. Y Maju Lozano, la conductora del ciclo, no sólo salió a bancar a su compañero, a quién le dio espacio para que hiciera su descargo, sino que también dejó en evidencia lo que ella considera que había sido una traición por parte de su colega.
Para empezar, Maju sorprendió al contar que tiene a su hijo de 8 años, Joaquín, en aislamiento porque su padre, Julián Vardé, había dado positivo en COVID-19. Y explicó que el último viernes se había quedado sin poder verlo “a través de un vidrio”, por haberse quedado en el canal hasta las ocho de la noche para darle una entrevista al programa de Roccasalvo.
Y luego aseguró: “Por eso me hubiera encantado enterarme que iban a hablar mal de un compañero mío, quien es hoy mi mano derecha, además de un amigo. Porque soy una persona tremendamente respetuosa, cosa que evidentemente escasea”.
Maju también se mostró molesta con la producción de Confrontados, a cargo de Gustavo Hoyle, dónde Roccasalvo había dado una entrevista minutos antes de que ella saliera al aire. “Me hubiese encantado que levanten el teléfono para decirme que iban a reventar a trompadas a un compañero de mi equipo. Tal vez en otro mundo, donde la gente es honesta y tiene códigos”, señaló antes de darle la palabra a Pecoraro.
Lo cierto es que, después de que Lío explicara que había llamado a Roccasalvo para “pasarle información” como lo hace con otros conductores y no para “hostigarla y amenazarla” como dice la causa, Lozano quiso dar por cerrado el tema. Sin embargo, no pudo contener el llanto por lo que para ella fue una verdadera decepción.
“Yo no salgo a dar explicaciones de nada. Somos personas a las que la vida no se nos va en un trabajo, porque somos otra cosa. Cuando tenemos un problema con alguien y nos pasa algo, como somos gente de bien y no hay culo sucio, se levanta el teléfono y se pregunta”, dijo.
Y luego se puso reflexiva: “Me parece que tenemos que volver a la sinceridad, a poder mirarnos a los ojos y a volver a hablarnos con amor. Es un momento muy delicado, donde hay mucha gente que la está pasando tremendo. Hoy hay que poner el foco en otra cosa, en cuidar a las personas”.
Maju aseguró que había que “recuperar lo importante, cuidar a nuestros afectos y a quienes amamos”. Y agregó que también era momento de “cuidar nuestro trabajo”. “Somos unos privilegiados de poder cobrar un sueldo todos los días”, recalcó.
Entonces volvió a referirse a su hijo. “Lo que más daría en la vida es estar aunque sea en la puerta, atrás del vidrio, con Joaco. Que gracias a Dios está bien, porque es un niñito sano. Con su papá, a quien adoro, que también está muy bien, que ya ha pasado lo peor porque estuvo con mucha fiebre. Y no lo he comentado al aire porque me parecía que era una situación personal e innecesaria”, dijo. Pero explicó que lo traía a colación, porque no entendía cómo si ella se había privado de ver al pequeño por darle una nota a Roccasalvo, nadie la hubiera llamado para ponerla al tanto de la denuncia contra Pecoraro.
Maju remarcó su rol de “conductora” del programa. “Yo me rompí el culo para ganarme este lugar. Porque la gente que me conoce sabe las cosas que he pasado para tener un lugar en la televisión. Entonces, a mí me duele que me jueguen mal. Me duele que me jueguen por atrás. Porque yo no hago esas cosas”, dijo.
Finalmente, Lozano concluyó: “Vamos a ver qué dice la Justicia, porque cuando llegue el momento se verá qué es lo que pasa. Confío en Lío. Y si así no fuere, lo veremos. Pero a mí me parece que es un momento para dejarnos de boludeces. La vida es otra cosa, chicos. Las cosas importante son otras. De verdad”.
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