Fue ella quien se encargó de avisarle a sus amigos más cercanos -como Lourdes Sánchez- que en la mañana del lunes 27 La Floppy Cucu había sido derivada a terapia intensiva: el cuadro se había agravado. También fue ella quien había formado parte de la coordinación de un equipo -integrado por las personas más cercanas- que se fue turnando para estar a su lado desde el 2 de julio, cuando un diagnóstico inesperado -leucemia- obligó a la internación en la Clínica Suizo Argentino. Y además fue ella quien en el mediodía del martes 28 participó de una despedida acotada -tan injusta como necesaria en días de pandemia- en el cementerio de Lomas de Zamora.
Ella es Claudia Peloc, unas de las hermanas de Fabián Peloc, por todos conocido con ese apodo con el que lo rebautizó Lizy Tagliani a fines de 2012: La Floppy. Y es ella quien se seguirá formulando una pregunta que quizás nunca encontrará respuesta: ¿por qué?
A principios de junio Lizy dio positivo de coronavirus. De inmediato otros miembros de su programa -El precio justo- también lo hicieron, incluidos varios invitados. La Floppy, su mano derecha, no fue la excepción. Y al igual que su gran amiga, aquella que la introdujo en el mundo del espectáculo luego de un encuentro fortuito en una disco del sur bonaerense, debió colocarse en aislamiento.
El 29 de junio un nuevo hisopado le aportó tranquilidad: ya no había rastros de COVID-19. Y Claudia expresó su alegría en Instagram. “¡¡Qué grande mi hermano!! ¡Salió adelante como un toro! Negativooo”, escribió en un posteo, al pie de una selfie juntos. Fue correspondida por La Floppy en uno de los comentarios, con besos y corazones en forma de emojis.
Tres días más tarde, lo dicho: la internación por leucemia, el diagnóstico que su mamá tenía que desconocer (como si se tratara del cuento La salud de los enfermos, de Julio Cortázar, sus familiares comprendieron que no debía saberlo, especulando con el daño que podría ocasionarle la noticia).
Arrancó entonces la vigilia al pie de la cama de su habitación. Y se sucedieron las oraciones, amparadas en esa fe inquebrantable que volcaba en las redes sociales, retuiteando por ejemplo mensajes del Papa Francisco. “Cuando me enteré de su enfermedad -contó Lourdes Sánchez en estas horas- agarré una virgencita que tenía en mi casa y que la Floppy siempre besaba, y se la llevé al hospital. Era muy creyente. Todo el tiempo me pedía que recemos”.
Pero el final parecía escrito (aunque no las respuestas). Y en la noche del lunes 27 de julio la carismática Floppy Cucu, el amado Fabián Peloc, partieron, a los 33 años.
Este miércoles su hermana Claudia volvió a manifestarse en su cuenta de Instagram. Allí donde tiempo atrás fue compartiendo fotos suyas con Lizy Tagliani y Lourdes Sánchez, esta vez, colocó como imagen el anuncio de la Asociación Argentina de Actores en el cual se informaba sobre la muerte de La Floppy, quien alguna vez supo ser el Payaso Papelón en la obra infantil El Universo de Lourdes.
“Hermano mío -le escribió Claudia- nunca, te juro que nunca va a pasar esta tristeza inmensa que siento. No lo creo que no te voy a ver más. No lo entiendo. No lo voy a poder superar. Te amo en infinito. Ayudame a seguir. No puedo más”.
Al volver del cementerio -y después de “horas eternas”, como las describió-, Lizy dejó un nuevo posteo en su Instagram. Habló de su cansancio -antes emocional que físico- y de cuánto valoraba “tantos mensajes de apoyo” por la tragedia de su gran amiga. Y contó: “La mamá y las hermanas de La Floppy están acompañándose en este difícil momento”.
Juntas, ellas buscan las respuestas que nunca vendrán. Llegará un momento en que, simplemente, ya no se harán más preguntas porque hay una certeza superior: el amor que le brindaron a La Floppy Cucu, a Fabián Peloc.
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