El martes 28, en una charla que mantuvo con Nosotros a la mañana, Mauricio D’Alessandro, abogado de Susana Roccasalvo, contó que la persona que estaba detrás de los llamados hacia su clienta, en una clara muestra de hostigamiento, era Lío Pecoraro. Luego de esto, se abrió el juego y diferentes voces expresaron su postura. Este miércoles, en el mismo programa de El Trece en el que se dio la información, la periodista volvió a referirse al tema. Y en medio de la charla mantuvo un acalorado ida y vuelta con Tomás Dente, periodista que integra el panel de Joaquín Pollo Álvarez.
Todo comenzó con una consulta que intentó realizar Dente: “Está constatado que…”, preguntó con la idea de sacarse la duda sobre si los llamados de Pecoraro eran para hostigar o para pasarle información, como el propio periodista declaró en su defensa. Susana no lo dejó terminar, y le respondió: “Yo sé cómo se hace un programa de televisión, y no todos los panelistas tienen que estar del mismo lado. Pero no te voy a permitir que vengas a cuestionar a la Justicia”.
Enseguida el panelista quiso hacer una acotación, pero ella no lo dejó: “Escuchame, Tomy Dente, no te pongas en sacerdote. La víctima soy yo y así lo dijo la Justicia. Entonces, por respeto a mí, que tanto me querés y me respetás, como decís habitualmente, te pido que te calles la boca. No quiero hacer de esto un reality, yo soy la víctima. Que no se pongan a querer dar vuelta, porque la víctima soy yo. Yo no fui a denunciar a nadie. Solamente hice una investigación”.
Minutos después se volvieron a cruzar, cuando Dente quiso acotar: “Permitime decirte esto, ¿sabés por qué abro el paraguas? Por supuesto que te entiendo, que sé cómo estás. Intento ponerme en tu lugar, pero ayer Lío contaba que de las 30 llamadas, solamente 3 llamadas pertenecían a él…”, le dijo, y la periodista le respondió: “Que le vaya a decir eso a la Justicia. ¿A vos te parece que la Justicia lo va a citar porque encontró tres llamadas telefónicas? Por favor, no se puede tapar el sol con un dedo. Esto fue un gran problema y muy triste. Yo lo único que quería saber es quién molestaba y cortaba mi programa. La Justicia me dijo: ‘De yo no fui y yo no lo hice, están llenas las cárceles’, eso me quedó grabado”.
Acto seguido, Tomás quiso buscar una posible conciliación: “¿No hay manera de que se sienten, ahora no se puede, pero de dirimirlo, de hablar cara a cara?”. Roccasalvo no lo tomó bien al consejo: “Salí, sacate la sotana. Pero por favor. Vos sos un buen periodista, pero cuando te ponés en esta postura, molestás a la gente. Me estuvieron molestando, me cortaron el programa, le faltaron el respeto al canal donde trabaja. Yo no me tengo que sentar a nada. Me sentaré con él enfrente de la Justicia. ¿Por qué no me llamó después de las 9 de la noche para pasarme la información? Que no se la hubiera aceptado, no tengo una relación con él para aceptársela y no la necesito”.
Sin darse por vencido, el periodista fue por más: “Nosotros, los periodistas, no estamos para ponernos de un lugar o del otro, no somos jueces. Dejame hacer a mi gusto y piaccere mi interpretación periodística. Entiendo tu enojo y creo que lo estás direccionando hacia mí…”. Una vez más fue interrumpido: “No es justo lo que decís. En vez de callarte la boca, de solidarizarte conmigo, te pones en monje…”.
El hombre de Nosotros a la mañana se sintió tocado al no poder sentar posición y fue al hueso: “Es muy grave lo que hacés, no podés mandar a censurar a una persona…”.
Enseguida vino la respuesta, ya en un tono acalorado y elevado. “¿Pero qué me estás diciendo? Por favor, Pollo, sacame a esta persona. Yo doy la nota porque tengo un problema, no para que esta persona… Sacámelo porque corto. No quiero escuchar las estupideces que dice este tipo. No tiene vergüenza. Esa postura de ‘qué me importa lo que te pasó, si total, quedo bien con los dos’”.
Luego del corte comercial, al volver al aire, Dente tomó la palabra: “Tengo varios años de terapia, soy grande. Yo elijo a quién tener como amigo y también como enemigo. A Susana la respeto, es una persona autorizada. Insisto, creo que está un poquito desbordada y cuando uno está en esos casos no direcciona bien el enojo. Los periodistas no estamos para tomar partido. Yo intento que de mi boca salgan palabras agradables porque es mi estilo. La verdad es que no tengo una posición tomada. Lío es amigo y a Susana la respeto muchísimo. Es una conductora número uno. Acá nos venimos a parar desde un lugar central. Ya está, no quiero entrar en ninguna discordia ni grieta”.
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