Debido a la cuarentena, Susana Roccasalvo cambió la modalidad de Implacables: dejó de salir al aire desde el estudio para hacerlo desde su casa, a través de videollamadas. Pero llegó un momento en el que se le hizo insostenible. Y por una razón técnica. Cada vez que comenzaba el programa de El Nueve recibía tantas llamadas anónimas al celular por el que trasmitía que, en un punto, le resultó imposible salir en vivo: las interferencias en el aparato impedían verla y escucharla con claridad.
La conductora no se quedó en un lamento. Veía detrás de todo esto una mano negra que buscaba perjudicarla, y le dio paso a la Justicia. Luego de una ardua investigación, se comprobó que el teléfono del cual le hacían llamados anónimos pertenece a su colega Lío Pecoraro, también integrante de la emisora de Palermo.
“Cuando vos estás transmitiendo desde el celular quizás alguien te puede llamar, que no sabe que estás al aire, que no mira el programa. Siempre puede pasar, una vez, dos; pero cuando todos los fines de semana en el horario del programa, tal cual como se lo dije a la fiscalía… A mí de lunes a viernes no me llamaban, me podían llamar de algún teléfono privado, pero atendía y había una persona del otro lado”, explicó Roccasalvo, en diálogo con Teleshow.
“El sábado y el domingo no me llamaban jamás hasta la hora del programa y empezaron con llamados una vez y a los 20 minutos otra vez... y después empezaron compulsivamente. En una oportunidad fueron 8 veces, en otra oportunidad fueron 15. Esas veces consecutivas, a partir de las 7 de la tarde, hacían que mi imagen se freezara, pero yo en la pantalla de mi celular veía que me llamaban de un número privado; cuando la rechazaba, reconectaba con el canal. Pero cuando eran tantas, 19:01, 02, 05, 07, así compulsivamente, en varias oportunidades cortaron la transmisión del canal”.
Ya cansada de no poder llevar adelante su trabajo, de darse cuenta de que se trataba de algo hecho adrede, la periodista instruyó a su abogado, Mauricio D’Alessandro, para que intente dar con la persona que estaba detrás de esa maniobra. “Ahí dije: ‘No, esto está hecho con animosidad'. No me llamaban a las 6 de la tarde, a las 4 de la tarde; no. ‘Esto lo están haciendo a propósito', dije. Hice la denuncia a través de D’Alessandro, me llamaron como cuatro veces de la fiscalía para declarar y me preguntaron de todo. Se dieron cuenta de que tenía razón, porque todo lo que me preguntaban, preguntas de dudas, por ejemplo, el horario…”.
Por otro lado, detalló cómo la tomó el momento y de qué manera reaccionó cuando le informaron el nombre de la persona en cuestión. “El día que me enteré, me quedé helada: no podía creer la maldad, la locura, la psicopatía de la gente; tirarse contra el propio canal que te da trabajo. Evidentemente debe tener algo personal conmigo”, dijo Susana, evitando nombrar a Pecoraro. “Para que haya tomado el caso, en la Justicia se dieron cuenta de que hay mucha animosidad. Lamento mucho que haya gente tan detestable trabajando dentro de Canal 9. Atentaron contra mi programa pero fundamentalmente contra el propio canal”.
Esta mañana, D’Alesandro habló con Nosotros a la mañana, en El Trece, y se refirió a la cuestión legal. “Primero se descubrió cuál era el teléfono, porque llamaban desde desconocido. Después, la Justicia investigó a quién pertenece ese teléfono. Pertenece a un conductor del canal. Está probado. La investigación de la Justicia indica que el titular de la línea es Pecoraro”, puntualizó el abogado.
Teleshow se comunicó con Pecoraro para tener su versión de lo ocurrido. El periodista manifestó que en caso de hablar del tema lo hará en el programa del cual participa, Todas las tardes, y que el abogado Fernando Burlando está llevando adelante su defensa.
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