Paula Chaves transitó y vivió cada embarazo de manera diferente. De todos tiene una historia distinta por contar. Esos momentos previos que lleva grabados en su memoria. Un recuerdo imborrable que la traslada a Olivia y Baltazar, los más grandes del clan. Pero también hay detalles que atesora de la llegada de Filipa, la última en incorporarse a sus hermanos. Una anécdota que seguramente saldrá a la luz en cada cumpleaños o cada vez que le pregunten sobre la beba que se asomó al mundo este 5 de julio.
En Cortá por Lozano, Paula reparó en todo lo que sucedió ese día: de la angustia que vivió, pero que rápidamente se transformó en algo gracioso y divertido. “Arrancamos en casa con contracciones intensas, en el auto -comenzó su relato-. Una, la respiraba; la otra, mordía el asiento de cuero mientras íbamos para el Sanatorio. En el medio del camino nos pararon en un control policial, porque como Dorrego estaba cortado, agarramos por otro lado. Yo iba con 10 centímetros de dilatación. ¡Imagínense! La que parió sabe de lo que hablo...”.
Enseguida le sumó el condimento gracioso a la cuestión, con su pareja como protagonista estelar. “Nos pararon, y Pedro, con toda su tranquilidad se bajó, y cuando le preguntaron adónde iba, le dice: ‘Mi mujer está pariendo’, con una tranquilidad… El policía le decía porque no había agarrado la vía de sanidad, mientras que yo, desde adentro, decía: ‘Dejalo pasar’, en el segundo que tuve de aire.
Acto seguido, contó como finalizó la historia, cuando la desesperación empezaba a adueñarse de su cuerpo: “En eso miro para el costado y veo que había una policía mujer, con su tapaboca negro, hasta acá (se señaló la zona de la vista) solo le vi los ojos en la noche, -que si me está viendo le mando un beso grande, fuiste importante en mi parto-, que se asomó a la ventana y me dijo ‘Vamos’, con un gesto. Me dio una fuerza, una garra y una energía tremenda”. La miré y dije: ‘Ésta parió, ésta sabe todo lo que estoy sufriendo’. Nos fuimos, llegamos y a la hora nació, fue todo impresionante”.
Luego habló sobre cómo vivió el parto. “Fue bastante grade la beba, algo impresionante, pero bueno, las mujeres estamos preparadas y nuestro cuerpo pare el bebé que tiene que parir. Fue maravilloso. A la hora yo ya estaba caminando. Fue mágico todo, como lo había soñado”.
Por otra parte, dijo como se tomaron sus dos hijos más grandes la llegada de la nueva integrante a la casa: “Lo de Oli es tremendo. Ella siempre es como muy mamá de sus bebés de juguete, los cuida, pero ahora es impresionante como la maneja (a Filipa), verla con un bebito real, recién nacido, que la veo tan grande, la veo desenvolviéndose de una manera tan linda, con tanto amor, como hermana mayor, que me emociona un montón”.
También le dedicó un párrafo al más chiquito: “Balta venía bastante sensible durante todo el embarazo y yo por dentro decía: ‘Uy, este, vamos a tener que acompañarlo…’, pero no, milagrosamente, o no sé, llegó Filipa y todo fluyó. Por suerte todo va bastante bien por ahora. El momento más complejo fue cuando lo llamé desde la clínica, que se largó a llorar y me dijo: ‘Mamá, quiero estar con vos’, y claro, hasta hace dos minutos era él el que estaba encima de mí todo el día.
Para cerrar, contó que están incursionando en una nueva técnica. Ella que siempre estuvo a favor del colecho, hoy empieza a transitar otro camino: “Los primeros días estuvimos todos en la habitación, pero con los primeros llantos empezaron a abandonar el barco”, contó en tono gracioso y aclaró: “Estamos haciendo el descolecho respetuoso, volvimos a llegar sus colchones a sus cuartos”.
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