Durante el Mundial de fútbol que se disputó en Brasil, en el 2014, Titi Fernández se topó con uno de los momentos más trágicos de su vida. Una herida que lleva marcada a fuego y de la que nunca se podrá liberar, que fue la muerte de su hija, Soledad. Desde entonces el periodista recuerda y conmemora cada fecha junto a Nora, su mujer. Atraviesan este dolor con el apoyo de amigos y familiares. Las muestras de cariño latentes hacen que puedan apaciguar el dolor.
La cicatriz quedó ahí, como una muestra que día a día les trae recuerdos que la pareja suele mostrar públicamente, para que no se borren. “El dolor no va a pasar nunca. Ya han pasado un poquito más de 6 años y todos los meses ponemos algo en Instagram o en Twitter. Yo quiero que el mundo sepa que una vez existió una chica que se llamaba Soledad Fernández. Fue una piba muy solidaria, generosa, muy amiga de sus amigos”, reflexionó Titi en Agarrate Catalina (La Once Diez).
A continuación, Catalina Dlugi le preguntó por la causa y si habían surgido avances. “Con la condena no pasa nada en Brasil. El tipo estuvo preso una semana, diez días y ¿qué podés hacer? Manejó un irresponsable, un imbécil, en la ruta y lamentablemente pagamos nosotros las consecuencias”.
La periodista quiso saber más sobre la ayuda que le había brindado Gustavo Yankelevich para que pueda llevar adelante un duelo sin sobresaltos. “Un día lo escuché hablar en el programa de radio de Andy Kusnetzoff y fue conmovedor. Le pedí el teléfono a Andy, lo llamé a Gustavo, me citó en frente de la Universidad de Derecho. Íbamos a tomar un café de 10 minutos y terminamos hablando cuatro horas”.
Acto seguido detalló sobre los pormenores de esa reunión que le sirvió para entender ciertas cuestiones. “Fue maravilloso. Él la tiene siempre presente. Desde ese día con mi mujer prendemos todos los días unas velitas y ella habla todos los días con su hija. Nora era muy amiga de su hija. Yo todos los días en algún momento la recuerdo siempre”, aseguró el periodista deportivo.
Cabe señalar que Tití suele utilizar sus redes sociales para homenajear a su hija fallecida en todas las fechas especiales. Su última publicación recordándola fue el pasado 12 de julio, para el día en que hubiera cumplido 33 años. Y, como lo viene haciendo desde el día de su partida, sopló las velitas en su nombre junto a su mujer.
“¡Feliz cumple Sole! Norita necesitaba hacer este festejo y por supuesto yo la acompaño. Quería apagar las velitas con el 33, que eran los años que hoy hubiera cumplido nuestra Sole y lo hacemos. ¡Un beso enorme hija, te queremos, te extrañamos!”, escribió el periodista. Y ratificó que él y su esposa iban a seguir celebrando su cumpleaños mientras estuvieran con vida.
El accidente en el que murió María Soledad Fernández ocurrió en el kilómetro 619 de la ruta BR-381 en Oliveira, en la región central de Minas Gerais. El auto en el que viajaban fue embestido con violencia por un VW Gol. El informe policial detalla que el conductor perdió el control del volante de su auto alquilado Fiat Doblo y se estrelló contra otro vehículo. Un año después, el joven que provocó la tragedia fue condenado a cinco años y tres meses de prisión.
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