Reconocida en el medio por su labor como periodista, Andrea Campbell también es abogada, y recientemente se incorporó al equipo de letrados del doctor Rubén Mühlberger, dirigido por Mariano Cúneo Libarona . El llamado “médico de los famosos” es investigado por la fiscalía N° 11 de la Ciudad por una supuesta infracción al artículo 106 del código penal -que hace referencia al abandono de personas-, además de ciertas irregularidades, como haber ejercido la profesión con la matrícula vencida.
De todas formas, la actual panelista de Nosotros a la mañana no se ocupa de estos temas, que corresponden al ámbito penal, sino que estará a cargo de lo civil. Según el testimonio de Campbell a Teleshow, Mühlberger sintió que a raíz de los dichos públicos de diferentes figuras su imagen fue desprestigiada. Por este motivo, iniciará demandas por daños y perjuicios.
“Varias personas tuvieron dichos o hechos agraviantes para con el doctor. Esto no tiene que ver solo con testimonios en televisión, también está vinculado a otros hechos que todavía no puedo revelar. Lo importante es que él entiende que fue dañada su imagen y su prestigio y lo posicionaron en un lugar distinto al que él debería tener por los logros a lo largo de su vida. Por ejemplo, que se haya dicho que no es médico, cuando sí lo es. Hasta se habló de abusos y de un prostíbulo, cuestiones que nunca existieron”, explicó Campbell.
La letrada señaló que las injurias tuvieron consecuencias en la vida personal de Mühlberger, quien a causa de esta situación se ve imposibilitado de continuar con el proceso de vinculación previa a la adopción de una niña de diez años: “Es un hecho perfectamente acreditable. Él había logrado una vinculación estupenda con la chiquita, pero por todo lo que pasó el proceso quedó trunco”.
“No es ninguna ciencia ni hay que estar muy empapado en el tema para saber que las adopciones son muy difíciles y más con nenes de diez años: por lo general los que quieren adoptar buscan niños más chicos. Entonces, cuando algo está tan encaminado y queda trunco por tergiversaciones y porque desprestigiaron a una persona gratuitamente, es lamentable. Lo siento desde el lugar de la chiquita también: ella lo había elegido a él para ser su papá. Es tan difícil lograr esas vinculaciones y encontrar alguien que integre y proteja a estos chiquitos…”, dijo.
Según su testimonio, los dichos agraviantes contra Mühlberger y la interrupción del proceso de adopción fueron hechos difíciles de asimilar para la pequeña, quien recientemente “tuvo manifestaciones físicas y se enfermó como consecuencia de todo lo sucedido”. Y agregó: “El doctor también tiene una familia y hay menores en el medio que están sufriendo por esta situación. Algunos de ellos son víctimas de bullying. Se ha causado un mal muy profundo más allá de que el doctor Mühlberger haya dejado de ejercer la medicina durante un tiempo y haya estado detenido, cuestiones que para él han sido bastante difíciles de sobrellevar”.
Además de estas labores, Campbell también está trabajando en conjunto con los otros integrantes del equipo de abogados de Mühlberger sobre un litigio del 2013. Se trata de una disputa legal por varias propiedades entre el doctor y su ex pareja, Alejandro Pugliese. “Nos estamos ocupando de ordenar todo lo que se ha desordenado. Este tema en particular ya lo estaríamos por terminar de resolver”, manifestó.
Respecto a las cuestiones penales, si bien Campbell no está trabajando en ellas, aseguró que Mühlberger no tiene responsabilidad en la causa por supuesto abandono de persona. Una mujer denunció que su padre se había tratado en la “Klinik Mühlberger”, donde le recetaron vitaminas, y a los 15 días murió. “Esa persona tenía una enfermedad terminal -contó la letrada-. Abandono de persona es cuando alguien le genera mal a otra persona adrede, dejándola librada a su suerte sin que esa persona pueda valerse por sí misma y sin terceros que puedan asistirla. Acá no pasó nada de eso y él ni siquiera participó del hecho”.
“Siempre estuvo acompañada por su hija y su esposa y fue trasladada a otra clínica. Solo se le procuraron vitaminas a una persona que tenía un cuadro con otra enfermedad que no me corresponde decir cuál es, pero era muy difícil de recuperar a sus ochenta y pico de años”, explicó.
Respecto a las acusaciones que señalaban que Mühlberger no tenía matrícula para ejercer la medicina, Campbell dijo: “Lo que sucedió es que se le venció la matrícula y dentro del contexto del COVID no se puede renovar. El doctor mandó un mail en el que preguntaba cómo rematricularse, porque hay que esperar a que termine la cuarentena, pero él está apto para ejercer la profesión. Se retrasó la matrícula pero él está recibido de médico con honores en la Universidad Nacional de La Plata”.
“El doctor tampoco daba lo que se llaman recetas magistrales -agregó-, que son aquellas en donde no sabés qué es lo que estás tomando porque las mandan a hacer una farmacia y se entrega un frasquito sin la descripción taxativa de las sustancias que contiene. En este caso, si bien algunas (preparaciones) se mandaban a hacer a una farmacia, había que ir con la receta y el frasquito venía con la identificación de qué era lo que se estaba consumiendo”.
En lo que respecta a la “Klinik Mühlbeger”, Campbell informó que no está clausurada por una cuestión judicial, sino administrativa. Si se hacen algunos arreglos edilicios, el establecimiento estaría habilitado para volver a entrar en funcionamiento próximamente, si el doctor así lo requiere.
“Él está bien, con ganas de trabajar porque sus pacientes lo llaman y le piden que los vea. Lo quieren mucho. Está como alguien a quien azotaron. Imaginate que él no entendía nada cuando ocurrió todo esto, ni siquiera fue la persona que le inyectó las vitaminas (al paciente que luego falleció). Por supuesto, él es el director y responsable de la clínica…”, expresó.
Entre los medios y la justicia
Egresada de la carrera de periodismo en ETER, Campbell tiene una extensa trayectoria en radio y televisión pero nunca abandonó su pasión por el derecho. Tras finalizar el colegio se inscribió en la carrera y sin mayores dificultades aprobó 26 materias, cuando un viaje a Europa puso en pausa sus planes.
En 2015 terminó de rendir las cinco materias que le quedaban pendientes y se recibió. Dejó el estudio en el que desempeñaba como asociada para abrir el suyo, en el que trabaja para grandes empresas de seguros en causas vinculadas a daños. La propuesta para ocuparse de un caso tan mediático como el de Mühlberger fue toda una sorpresa.
“Cuando me invitaron a incorporarme al patrocinio y representar al doctor, lo primero que dije fue ‘dejame ver porque no quiero agarrar una bolsa de vidrio’. Esa frase me la enseñó Chiche Gelblung, no quería agarrar algo que me lastimara. Pero cuando empecé a investigar me di cuenta de que Mühlberger sabe un montón. Soy muy curiosa, veo y leo mucho, además soy periodista y abogada, no me engañás fácilmente. No quiero decir que sé tanto, pero distingo entre el chanta y el que sabe, y me pareció que el tipo sabe mucho”, reconoció la panelista del ciclo conducido por el Pollo Álvarez en El Trece.
En ese sentido, argumentó: “Yo no me atiendo con medicina ortomolecular (la especialidad de Mühlberger) y no sabía mucho al respecto, pero ahora el doctor me cuenta cosas interesantísimas. Creo que realmente sabe, no es un chanta, y su formación es muy completa. Me convenció defender a un tipo que sabía lo que hacía. Me reuní con él y le dimos para adelante”.
El caso Mühlberger
El 14 de mayo pasado efectivos de la división Delitos contra la Salud y personal del Ministerio de Salud realizaron un allanamiento en la clínica del llamado “doctor de los famosos”, “Klinik Mühlberger”, ubicada en Arenales al 1300. Varios vecinos del edificio habían notado movimiento en el lugar y realizaron la denuncia correspondiente, ya que al ser una clínica de estética no estaba autorizada para funcionar durante la cuarentena.
Cuando los efectivos ingresaron al lugar se habrían encontrado con pacientes en el interior, medicamentos vencidos desde el 2014, mujeres que estaban ejerciendo la medicina sin la autorización correspondiente y residuos patológicos mal tratados. Por orden de la fiscal Valeria Massaglia se procedió a la clausura del establecimiento y a la detención de Mühlberger como responsable y director del lugar.
El doctor fue indagado por infracción al artículo 106 del Código Penal, que habla de penas de dos a seis años para aquel que “pusiese en peligro la vida o la salud del otro, sea colocándolo en situación de desamparo o abandonado a su suerte”. El 16 de mayo fue beneficiado con prisión domiciliaria y el 2 de junio, a pedido de Mariano Cúneo Libarona, el juez Juan José Cavallari dispuso su libertad.
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