Natalia Oreiro ha logrado construir una carrera como cantante y actriz no solo en la Argentina, sino también en diversos países de Europa. Sus exitosas novelas trascendieron las fronteras y le dieron una enorme popularidad, especialmente en Rusia, donde la popular artista uruguaya conquistó el corazón de cientos de personas y suele viajar seguido para brindar shows y entrevistas.
En 2014 realizó una gira por 16 ciudades a través del Transiberiano, experiencia que quedó registrada en el documental Nasha Natasha (Nuestra Natalia), que fue estrenado en el prestigioso Festival de Cine Internacional en Moscú. En su cuenta de Instagram, la esposa de Ricardo Mollo anunció que esa producción podrá verse a través de Netflix: “¡Iupiiiii!! El 6 de agosto se estrena en Netflix en todo el mundo mundial la peli que rodamos con @Martinsastre en Rusia. Qué felicidad poder compartirlo con tod@s”
El documental, producido por Axel Kuschevatzky, muestra la extensa travesía que realizó la protagonista de la película Gilda, no me arrepiento de este amor por diferentes localidades rusas. De esta manera, se refleja las intimidades, el amor de sus miles de seguidores y todos los detalles que ocurrieron arriba y detrás del escenario durante esta gira histórica.
Su primer viaje al país fue en 2001 y tan solo dos años más tarde brindó 30 conciertos, con alrededor de 12 mil espectadores en cada uno. Luego realizó en Moscú una miniserie llamada Al ritmo del tango y vivió un tiempo en la ciudad. Se familiarizó con su cultura y aprendió el idioma. Su fama es tan grande que en 2017 ESPN realizó una encuesta que determinó que Natalia Oreiro es la figura argentina más conocida allí, incluso por encima de Lionel Messi.
Debido a su vínculo sentimental de pertenencia, más allá del laboral, la mujer de Ricardo Mollo solicitó la ciudadanía rusa y aseguró que “cuando acabe la pandemia” viajará nuevamente al país. Según contó a la agencia TASS, el asunto surgió durante una visita que hizo a la embajada rusa en la Argentina, donde reside desde los 16 años. “Dije que para mí sería un honor” solicitar el pasaporte del país, aseguró. “Cuando todo acabe iré y cantaré allí. Celebraremos el 2021 juntos”, dijo agregó.
Como la gran mayoría de los artistas, Natalia está cumpliendo la cuarentena obligatoria en su casa, junto a su pareja y su hijo, sin poder trabajar. A principios de julio, se abrió una cuenta de Instagram para poder comunicarse con sus seguidores de todo el mundo, quizás un poco cansada de la rutina y el encierro.
En el primer video publicado, la cantante aparece pasando la aspiradora por su vivienda. “Ya limpié, ya comí, ya leí, volví a comer, volví a limpiar, volví a leer y me pregunté: ¿qué mas puedo hacer en esta cuarentena? ¿Y si me hago un Instagram? Me voy a hacer un Instragram”, dijo en la red social en la que tiene más de 300 mil seguidores.
Recientemente, subió una foto mostrando un look y los comentarios cargados de halagos no cesaron, pero un usuario se percató de un detalle casi imperceptible. El hombre enfocó su ojo en un lugar en el que solo alguien que está atento a cada paso que da puede poner. Entonces, esta persona, le preguntó: “¿El tatuaje evolucionó como un Pokemón o te lo borraste?”, le dijo, haciendo referencia al dibujo -que ahora prácticamente no se ve- por encima de su tobillo izquierdo. Amable como de costumbre, Natalia le respondió: “Me lo estaba borrando hace años, pero ahora lo dejé así, medio mancha. Es que me encantan los tatuajes, pero por mi trabajo como actriz, en una zona tan expuesta como el tobillo me limita y me lo tengo que tapar”.
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