La revista Caras recibió fuertes críticas por el foco que le dio a su tapa, colocando como protagonistas a Máxima Zorreguieta, la reina de Holanda, y su hija mayor, Amalia, de 16 años. En la imagen, la princesa heredera al trono holandés, posaba bajo el título “La hija mayor de Máxima luce con orgullo su look plus size” y esto llegó a la prensa holandesa.
Los medios de ese país se hicieron eco del escándalo que se generó en la Argentina alrededor de la figura de la hija mayor de Máxima Zorreguieta, en donde muchos famosos y miles de usuarios de las redes criticaron el tono del artículo.
Rick Evers, periodista holandés especializado en temas de la Familia Real, compartió un tuit en el que criticó duramente la actitud de sus colegas argentinos y de la gente en general. “Amalia se convirtió en un tema de tendencia hoy en la Argentina. Una revista defiende un artículo sobre Amalia referido al acoso y a la vergüenza corporal. La tapa fue criticada por gran parte de la población y rechazada por la mayoría de los medios argentinos”, empezó diciendo el cronista especializado en temas de realeza.
Y continuó: “La televisión y las redes sociales en la Argentina son vergonzosas: la hija de la reina Máxima es discriminada por su apariencia”. Con respecto a la revista, Evers afirmó que “recibió muchas críticas. La gente la llama baja y objetable. Dicen que el titular debería ser ‘La hermosa hija mayor de Máxima’, ponen el énfasis sobre el hecho de que Amalia es una adolescente en desarrollo y tildan a la publicación de cómplice del daño psicológico provocado”.
Otro medio holandés, Nouveau, también se refirió en un artículo a la sesión fotográfica de la princesa Amalia. “Los argentinos están muy orgullosos de la reina Máxima, pero este año la sesión de fotos se transformó en un fenómeno por una razón desagradable: la alusión al cuerpo de Amalia”, manifestó. La publicación muestra la polémica tapa y afirma que el título “es discriminatorio” porque la heredera sufrió “bullying”.
La familia real holandesa es conocida por ser muy cuidadosa de su vida íntima. En Twitter, Evers escribió que “la televisión y las redes sociales en la Argentina son vergonzosas: la hija de la reina Máxima es discriminada por su apariencia”. Y reveló que “la revista Caras recibió innumerables críticas”.
Heredera al trono de Holanda, Amalia (16) se destaca en sus estudios: está un año adelantada en el colegio de lo que le correspondería por su edad. Además, trabaja como mesera en una confitería. Sin embargo, la publicación se centra solo en su imagen, sin reparar en ninguna otra característica.
Héctor Maugeri, subdirector de la revista Caras, se encargó de promocionar la edición en su Instagram y dejó un mensaje sobre la enorme repercusión que tuvo en las últimas horas. “La revista aún no está en los kioscos y ya es TT en todas las plataformas digitales –celebró, orgulloso–. La historia de Amalia, la hija de Máxima y heredera del trono, es de superación y resiliencia. La adolescente, tras haber sido sometida a un bullying descarnado y brutal durante su infancia (algo que también sufrió Máxima y lo comentó en más de una oportunidad) logró superarlo junto al amor de su familia, y por sobre todo, creyendo en ella y en la mujer que quiere y elige ser”.
Por último, aseguró que “Caras es una revista que siempre le dio voz a los que alguna vez la sociedad intentó callar”. “Nosotros no somos calificadores –afirmó Maugeri–, somos comunicadores, y en esta semana, la historia de Amalia es un ejemplo para otras niñas que atraviesan la crueldad de los que solo saben ver la oscuridad y no la luz”.
En las últimas horas y nte la oleada de críticas, la directora de la revista, Liliana Castaño, publicó una columna editorial en las redes sociales oficiales de Caras. “Amalia, la tapa de Caras y una historia de superación”, titula Castaño su columna, que acompaña con la imagen de una nota -publicada en el sitio- que hace alusión a la gran repercusión obtenida. “Quisimos mostrar el gran momento de una princesa que vive su adolescencia sin tabúes y defiende su figura de ‘mujer real’, pero no pudimos evitar la polémica. Abolir la perfección que nos esclaviza. Rescatar una historia de superación. Ese fue el objetivo de nuestra última tapa”, argumentó la periodista.
Y luego, invita a “leer todo el texto”: “Ayudará mucho a un debate constructivo”, dice. “La fugacidad de quedarse sólo con la lectura del título puede ser mezquino o quizá alcance para ejecutar la dosis de sentencia diaria”.
“Nuestra tapa es a favor de tirar por la borda todo aquello que nos esclaviza y estigmatiza. Nuestra intención, a lo largo de casi 28 años de vida, ha sido rescatar lo que inspira, visibilizar la inclusión y darle voz a los que muchas veces no tienen el merecido espacio”, agrega casi repitiendo las palabras que horas antes había utilizado el subdirector de la revista, Héctor Maugeri, para promocionar su última edición. “Quizás si el protocolo real no le hubiera prohibido el uso de las redes sociales, Catalina Amalia hubiera likeado el posteo de Oriana”, especula Liliana Castaño al concluir su descargo.
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