En su última edición la revista Caras eligió como protagonistas a Máxima Zorreguieta, la Reina de Holanda, y su hija mayor, Amalia, de 16 años. La tapa recibió fuertes críticas por el foco que eligió a la hora de titular, centrándose en la imagen de la adolescente y sin destacar ninguna otra característica sobre su vida.
“La hija mayor de Máxima luce con orgullo su look ‘plus size’”, fue el título de la portada, cuya bajada agrega: “Amalia (16), la heredera al trono de Holanda, víctima del bullying, enfrenta las críticas con fortaleza y el incondicional apoyo de sus padres. Una princesa que vive su adolescencia sin tabúes y defiende su figura de ‘mujer real’”.
Ante la oleada de críticas, la directora de la revista, Liliana Castaño, publicó una columna editorial en las redes sociales oficiales de Caras. “Amalia, la tapa de Caras y una historia de superación”, titula Castaño su columna, que acompaña con la imagen de una nota -publicada en el sitio- que hace alusión a la gran repercusión obtenida. “Quisimos mostrar el gran momento de una princesa que vive su adolescencia sin tabúes y defiende su figura de ‘mujer real’, pero no pudimos evitar la polémica. Abolir la perfección que nos esclaviza. Rescatar una historia de superación. Ese fue el objetivo de nuestra última tapa”, argumenta la periodista.
Castaño menciona a Oriana Sabatini y el video que superó las ocho millones de reproducciones. “Harta de la idealización y con ganas de andar más liviana y no de kilos, le pintó exhibir lo que menos le gusta de su cuerpo y escribió en su Instagram qué es lo que le hubiera gustado ver cuando era adolescente, porque la hubiera ayudado mucho. Después de 10 años de convivir con trastornos alimenticios y de su último atracón, la hija de Cathy Fulop liberó sus fantasmas y los de millones de almas”, considera la directora periodística.
De inmediato trae a colación a la protagonista de la última tapa. “La princesa Catalina Amalia, princesa de Orange, princesa de los Países Bajos, heredera al trono por ser la hija mayor del rey Guillermo y de Máxima Zorreguieta, con todos sus títulos reales no pudo esquivar el bullying y su historia puede resultar inspiradora. Su fortaleza, cómo sobrellevó ser la princesa ‘plus size', cómo la llamaban en Holanda y el apoyo de su familia, es lo que revela la nota”.
Luego, invita a “leer todo el texto”: ”Ayudará mucho a un debate constructivo”, dice. “La fugacidad de quedarse sólo con la lectura del título puede ser mezquino o quizá alcance para ejecutar la dosis de sentencia diaria”.
“Nuestra tapa es a favor de tirar por la borda todo aquello que nos esclaviza y estigmatiza. Nuestra intención, a lo largo de casi 28 años de vida, ha sido rescatar lo que inspira, visibilizar la inclusión y darle voz a los que muchas veces no tienen el merecido espacio”, agrega casi repitiendo las palabras que horas antes había utilizado el subdirector de la revista, Héctor Maugeri, para promocionar su última edición. “Quizás si el protocolo real no le hubiera prohibido el uso de las redes sociales, Catalina Amalia hubiera likeado el posteo de Oriana”, especula Liliana Castaño al concluir su descargo.
Las críticas en las redes no tardaron en llegar apenas la revista anunció su tapa desde sus cuentas oficiales. “Caras luce con orgullo en tapa su eterna y violenta estupidez. No importa cuándo leas esto”, escribió la ex diputada Juliana di Tullio. La periodista Mariana Carbajal indicó: “Qué bajeza esta tapa de Caras escrutando el cuerpo de una adolescente y poniendo el eje en que es ‘plus size’. Déjense de joder con esa lupa sobre cuerpos femeninos, y marcando parámetros de supuesta ‘normalidad’ o belleza. ¿Podrán aprender a respetarnos? #Hartas”. La comunicadora y feminista Ana Correa también criticó la publicación, definiéndola como “violenta”. Brenda Mato, por su parte, corrigió la tapa y escribió un título alternativo.
“¿Qué es un look ‘plus size’? ¿El nuevo eufemismo para decir ‘gorda’? –cuestionó Lala Pasquinelli, directora de Mujeres que no fueron tapa, en diálogo con Teleshow–. ¿Por qué se usa como una categoría estigmatizante? ¿Desde cuándo dejamos que nos nombren por el talle que usamos? ¿No es bullying señalar en la tapa de una revista el cuerpo de una adolescente indicando que ‘se sale de la norma’ porque es ‘plus size’? ¿Críticas por qué? ¿Por tener un cuerpo? ¿Por no ser una princesa delgada? ¿De qué se tiene que defender?”.
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