Después de más de cuatro meses de cuarentena, la vida cambió para todos los argentinos. Y tanto las cuestiones sociales como las laborales, pasaron a depender indefectiblemente de las plataformas digitales. Sin embargo, aunque es indudable que éstas han sido de gran ayuda durante la pandemia, la realidad es que en algunos casos el contacto humano no puede reemplazarse por una pantalla. Y eso es algo que los actores, como Fabián Vena, tienen muy en claro.
“No sé lo que es actuar, estoy en una situación medio complicada, como todos los colegas. Los que practicamos profesionalmente este laburo y los que tenemos la vida dedicada a esto, es el cuerpo en acción, es estar bien físicamente, es estar tranquilo mentalmente, estar conectado espiritualmente y emocionalmente...Una cantidad de cosas que hoy están absolutamente encajonadas, no sé lo que era actuar”, aseguró Fabián en diálogo con Cecilio Flematti para Vale Doble, por Radio Rivadavia.
Vena se encuentra cumpliendo con el aislamiento social obligatorio para evitar el contagio del COVID-19 junto a su mujer, Paula Morales, el hijo de ambos, Valentino, Benicio, el hijo de la actriz y el psicólogo Martín Lembo, y algunos días también con sus hijas Cielo y Vida, fruto de su relación con Inés Estévez. Así que afronta todos los problemas de un padre de familia que intenta trabajar desde su casa. Pero se siente un privilegiado de, al menos, poder seguir dando clases de teatro.
“Paula está enganchada con la cocina, porque hay algo donde hay que sublimar de alguna forma, y con su Instagram. Pero decíamos: ‘¿Cómo era actuar? ¿Cómo era ponerle el cuerpo?’. Yo tengo mi monólogo, mi espectáculo unipersonal de una hora y no sé ni hacer un minuto en este momento. Todo eso se va a poner de nuevo en ritmo, obviamente. Pero la sensación es terrible porque el actor es acción, es pura acción, es intención, es cuerpo, es transmisión, es tener al público ahí, es esa convivencia que aparece con el público en escena... Le da un sentido realmente que el otro lo vea, un poeta no es poeta hasta que no publica, porque tiene que ser leído”, explicó Fabián.
El actor aseguró que, aunque en su rubro están acostumbrados a tener impasse de trabajo, en este caso la situación es distinta. “Ahora, como no sabemos cuándo va a venir el laburo, es rarísimo. Y te gana mucho más el estancamiento. A mí me salva estar conectado con la profesión desde la docencia, desde mi escuela, desde la dirección, me salva estar activo y realmente se me va muy rápido el día. Pero aquel que no tiene esa posibilidad… No me quiero ni imaginar si esto hubiera pasado cuatro años atrás, cuando no había aparecido mi escuela todavía, cómo estaría yo en este momento”, señaló.
¿Cómo se lleva con la tecnología y las redes sociales? “Soy no solamente víctima, sino victimario de la situación. Acabo de terminar un Zoom con mis alumnos, el chiquito pidiéndome un partido, mi mujer cocinando por ahí diciéndome algo y yo soltando un elemento para meterme en otro. Ya empiezan a fallar los cargadores, entonces estaban todos los aparatos metidos en la computadora al lado de mi cama y decís: ‘Esto es Matrix, estoy viviendo con cables'”, aseguró Fabián.
Y luego recordó: “Hace dos años, algo así, colapsó WhatsApp y estuvimos varias horas en Argentina sin la aplicación. Fue desesperante, porque no se sabía cuándo iba a volver. Entonces la gente empezó a llamar y pedía perdón: ‘Te pido disculpas, te estoy llamando para hablar’. ¡Es ridículo! Pero no sabíamos que hacer”.
Finalmente, el actor hizo una reflexión sobre la realidad. “Creo que este es un momento muy particular en el que hay que es seguir teniendo cierta piedad sobre la situación y sobre nosotros mismos. Yo también lo veo con mis hijos: están tomando clases por Zoom y ellos saben más que yo. Es como decirle a un chico que va a jugar a la pelota que no se embarre, o a un niño que va a un cumpleaños que no coma salchichitas. Es una cosa medio rara, así que tranquilidad, esperemos que todo este gran movimiento muy revolucionario en muchos aspectos, sobre todo en comportamientos humanos y en avance de las tecnologías, nos encuentre en definitiva en un punto medio”.
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