Desde que decidió incursionar en los medios, Alexander Caniggia se dedicó a ostentar. Su irrupción no está marcada por algún tipo de talento artístico, sino por mostrar sus bienes, sus lujos. En sus redes sociales, las postales con fajos de dinero desparramados en una cama o en una mesa suelen ser moneda corriente. A esto le agrega una actitud soberbia que siempre lo coloca al límite –muchas veces lo pasa- de lo permitido.
En las últimas horas, fiel a su estilo, el hijo de Mariana Nannis y Claudio Caniggia fue más allá al presumir su nuevo y lujoso auto. No fue eso, también salió a probarlo y a recorrer las calles de Buenos Aires cuando está prohibido por el distanciamiento social. De hecho, se ve que va con un amigo de acompañante, sin respetar la distancia requerida. Rompiendo todas las reglas, declaró: “En esta cuarentena yo me elevo. Nada me para. Yo me muevo. Tuve ganas de un Mustang nuevo y para todos los barats yo promuevo”.
En las imágenes que el mismo difundió en su cuenta de Instagram se ve al joven conduciendo su auto, según sus palabras, recién comprado y sacado de la concesionaria, y luego frena frente a la persona que lo estaba filmando. Éste le pregunta si quiere que le limpie el vidrio y Caniggia le responde: “¿Qué pasa, barats? No, salí de acá, sucio. ¿Te gusta mi Mustang nuevo? Me lo compré hoy, en cuarentena. ¿Qué te parece?”. Luego de ese comentario, arranca a gran velocidad y se va.
En cuestión de segundos la publicación se lleno de comentarios repudiando su actitud, otros lo felicitaron y también hubo quienes bromearon al respecto. La mayoría hizo hincapié en que es un auto usado y las respuestas fueron desprendidas en el mismo tono en el que él habla. “Un millonario no se compra un auto usado, barats”, “Seguro que es alquilado, como se ve en el video, se está yendo a devolverlo”, “Se lo prestaron y para la cámara dice que es de él”, fueron algunas de las acotaciones que más sobresalieron.
Esta no es la primera vez que rompe la cuarentena. A fines de marzo, fue interceptado por Gendarmería y demorado por andar por la vía pública sin el permiso correspondiente. En el peaje de Hudson lo demoraron a él y a su novia, Macarena Herrera. En aquel momento lo llevaron hasta su domicilio y quedó con arresto domiciliario. Fiel a su impronta, se burló de la situación y utilizó sus redes sociales para reírse de la cuestión que lo tuvo como protagonista.
Episodios similares se repiten a lo largo de su vida pero, sobre todo, desde que no se puede salir a la calle. La distancia social, quedarse en su casa, parecen ser términos que no aparecen, que no asimila. Mentalizado en romper las reglas, siempre busca la manera de hacer visible su minuto a minuto.
En este contexto de jugar en el borde del precipicio, en abril también fue noticia por tomarse un subte. “Barats por un día, es la primera vez que me subo a un subte”, fue una de sus frases. No contento, fue por más: “Acá adentro hay una baranda a barats”. Aquel día estaba vestido con una camiseta del Milan de Italia porque según él, es la forma en la que se visten las personas que andan en los distintos transportes públicos.
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