Lucas Spadafora tenía 15 años y estaba cursando el secundario cuando una noche, sin darse cuenta, mostró su talento nato. Fue una madrugada durante las vacaciones de invierno del 2017. Al no tener clases al día siguiente, se desveló y comenzó a grabar videos y subirlos a YouTube. Sin embargo, por vergüenza -”y por prejuicio”, asegura- tenía una cuenta privada y solo los podían ver 14 personas.
“Todo empezó como un juego”, cuenta en una entrevista exclusiva con Teleshow el joven que, si bien estudiaba teatro, quería ser médico. “Nunca había pensado dedicarme a lo artístico. Yo tenía la cabeza bastante cerrada en que tenía que estudiar una carrera universitaria. Me encantaba la medicina” indica quien llegó a hacer una pasantía.
Durante meses, subió videos a espaldas de sus amigos y familiares. “No quería que nadie del barrio supiera”, recuerda quien vive en Bella Vista. “Un día quise ser youtuber, pero era como un sueño de chico. Nunca pensé que se iba a hacer realidad porque las posibilidad son una en un millón”. Y Lucas fue ese uno en un millón. “Para mí era una diversión. Me dí cuenta que tenía talento haciendo los videos, lo fui descubriendo con el tiempo”.
Sin embargo, todavía le costaba tomar la decisión. “Uno tiene muchos prejuicios sobre dedicarse a ser artista. Es jugársela”. Entonces, se lo planteó a sus padres: “Al principio fue shockeante -recuerda-, les contaba entender y, además, estaba la posibilidad de que me iba a dedicar a algo que podía no funcionar”.
“La verdad es que no nos gusta, pero sí queres hacerlo, te apoyamos”, le dijeron sus padres, quienes no pertenecen al mundo del espectáculo. Su madre es la directora de un hogar de discapacitados y su madre, licenciado en comercio exterior.
El joven tardó dos semanas en demostrarle que realmente estaba interesado en seguir una carrera artística y que tenía talento suficiente para hacerlo. Por supuesto que hacía falta seguir estudiando para ello. “Un día, necesitaba más reproducciones y le pasé los videos a mis amigos, me dijeron que estaban re buenos y que tenía que hacerlos públicos. Y así empecé...”.
Su madre lo acompañaba a alquilar disfraces y él pasaba horas escribiendo guiones de sus personajes, editando los videos. “Hago todo yo”. De a poco, YouTube dejó de ser la atracción y apareció Instagram, la red social con más interacciones de los últimos años. Se abrió una cuenta -hoy tiene un millón de seguidores- y empezó a subir el contenido que generaba.
En marzo de 2018, llegó el primer reconocimiento: ganó un Martín Fierro Digital como el más interactivo en Instagram. “Eso marcó un antes y un después”, afirma y detalla que en dicho evento conoció personalmente a varios colegas que conocía de las redes. Y reproduce un diálogo que mantuvo con Sofi Morandi, quien fue la primera que depositó confianza en él. “Vos sos un artista. No es que la gente te quiere porque hiciste algo viral. Tenés talento”.
Esas palabras fueron el puntapié inicial para que Lucas comenzara a formarse: además de las clases de teatro, sumó canto y baile. “Ella me animó a hacerlo de manera profesional. Aunque soy consciente de que recién me estoy formando y que todavía me falta un montón”, destaca el joven de 19 años.
La entrega de premios de APTRA fue el puente para que Lucas Spadafora pudiera mostrar su talento más allá de las redes sociales. Con tan solo 17 años recorrió toda la Argentina con su unipersonal y llegó hasta Uruguay. “Era yo solo arriba del escenario durante más de una hora. A veces tenía teatros de 600 personas. Llenos. Solo viéndome a mí. Yo ni siquiera había hecho comedia musical en el colegio. Una locura.”, recuerda quien se quedó libre en el colegio porque estaba de gira. “Rendí y aprobé todas las materias en diciembre. Fue toda una aventura”.
Después llegó su debut en televisión. Fue parte de STO, el ciclo que condujeron Julián Serrano y Sofía Morandi -campeones del Bailando- en la pantalla de América. En aquel programa también hizo su aparición Juan Otero, el hijo de Florencia Peña que revolucionaba el piso de ShowMatch cuando acompañaba a su madre.
Ahora se le abrió una puerta aún más grande: será parte del Cantando 2020, el nuevo proyecto de LaFlia -productora de Marcelo Tinelli- que tendrá como conductores a Laurita Fernández y Ángel de Brito. Allí, formará un dúo con Lola Latorre, la hija de Yanina y Diego Latorre.
“Ninguno de los dos somos cantantes, pero lo vamos a dar todo”, promete. “Tenemos la misma edad y es raro que en el medio haya chicos chicos. Eso nos da cierta comodidad”, continúa quien ensaya a través de videollamadas. Se está evaluando que los próximos días se autorice algún protocolo para que puedan reunirse los participantes del certamen junto a su coach.
“Es una oportunidad para aprender como persona y como profesional. Además, es una vidriera para los artistas. Yo estoy preparándome para eso: me gustaría hacer una serie, comedia musical, teatro”, indica Lucas, que antes de la cuarentena iba a estrenar Catarsis, una obra sobre sus personajes más populares, pero que debió suspenderla por la pandemia del coronavirus.
Mientras se prepara para debutar en el Cantanto 2020, y esperando que se reabran los teatros para poder estrenar su obra, Lucas Spadafora pasa la cuarentena entre la casa de su madre y su padre en Bella Vista. Viven a tan solo cinco cuadras de diferencia, y él se había ido a vivir solo a Capital Federal, pero decidió transitar el aislamiento junto a su familia. “Fue por una cuestión emocional. Me moría estando solo 130 días”.
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