Entre idas y vueltas, estuvieron juntos cuatro años. Vivieron en Italia y Argentina. Tuvieron un hijo. Se separaron en medio de denuncias públicas por violencia verbal, apostaron a una segunda oportunidad, que no prosperó. La actriz se lanzó como solista estrenando una canción sobre su historia de amor y se definía como una “tonta”, él le respondió con otros temas en su banda de rock.
Protagonizaron escandalosas peleas en las redes sociales, a través de las cuales él terminó defendiéndola cuando quedó en medio de una polémica y hasta la saludó por el Día de la Madre. Se reencontraron en el acto de fin de año del jardín de su hijo, posaron juntos para una foto familiar y la compartieron en las mismas redes en las que antes se habían cruzado fuertes mensajes.
Ocho años después, volvieron a convivir. A fines de mayo, Jimena Barón se mudó a la casa de Daniel Osvaldo en Banfield para pasar el resto de la cuarenta -que comenzó el 20 de marzo- junto al futbolista, su hijo Morrison, de seis años, y Casi Caniche, una mascota a la que apodaron así por su parecido con la popular raza.
Durante ese tiempo entrenaron, cocinaron, jugaron y se divirtieron con su hijo. Hicieron todo juntos, y así lo mostraron en las redes sociales. Aunque desde el primer día, aclararon que dormían en habitaciones separadas, con el correr de las semanas, dejaron entrever distintos indicios de acercamiento y de una posible reconciliación.
El futbolista cambió su cama por una más grande y ella se había llevado un bolso de ropa “como si se hubiera mudado”. “Estamos intentando madurar. Es un momento único en el mundo, esta especie de paréntesis que se nos hizo a todos en la vida. Es un lindo regalo para el enano, sinceramente”, dijo Jimena en la última entrevista pública que brindó desde la casa de Osvaldo.
El llamativo silencio de Jimena Barón en las redes sociales en la última semana -solo subió una foto, que si bien fue tomada en el hogar del futbolista, no aclara cuándo se la sacó- despertó los primeros rumores de crisis. La cantante tiene seis millones de seguidores en Instagram y suele subir a diario distintas Historias en las que muestra su rutina, desde lo que cocina hasta los regalos que recibe.
En medio de su poca actividad en las redes sociales, algunas versiones indicaron que Jimena habría abandonado la casa de Osvaldo en Banfield y habría vuelto a su departamento. Sin embargo, en medio de estos rumores, el futbolista cambió su foto de WhatsApp.
Eligió una romántica foto con la madre de su hijo. Recostados y dándose un beso en la boca, es la foto que confirmaría la reconciliación.
Sin embargo, las versiones de una nueva crisis no dejaron de sonar y la inactividad de Barón en las redes sociales las alimenta. En tanto, Osvaldo también dejó de postear videos con la madre de su hijo, pero tampoco borró las fotos que había publicado en su cuenta de Instagram.
En las últimas horas, compartió con sus 600 mil seguidores un video jugando con Casi Caniche, perro que -según había mostrado Jimena durante su estadía- la seguía a todos lados. “Aguante los perros. La gente es una mierda”, escribió el actual jugador de Banfield.
El futbolista es reacio a hablar de su vida privada en los medios, de manera tal que las próximas novedades sobre su relación, probablemente las comunique la propia Jimena Barón, tal como lo ha hecho en diferentes ocasiones.
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