“¿Cómo escogiste tu número favorito, de qué dependió?”, le preguntó, curioso, el presentador de Telemundo a VF7. Como era de esperarse, la niña subió la apuesta del misticismo: “Antes de fallecer, mi abuelo me dijo que escogiera ese número porque me iba a traer mucho éxito y mucha suerte”. Fue el mismo abuelo el que le enseñó a tocar la güira, instrumento fundamental en los ritmos típicos de la música caribeña. Con esa base, VF7 eligió los ritmos urbanos, algo de reggaetón, algo de trap, porque es la música que hace su artista favorito: Bad Bunny. Igual que el conejito, VF nació en Puerto Rico y se hizo viral. A diferencia de su ídolo, la joven artista va adelantada como dos décadas.
La princesa urbana compone desde los once años, o sea, hace dos, y canta desde los ocho. “Cuando voy a escribir, no pienso en nada, me sale de la mente el sentimiento y de ahí sigo escribiendo”, contó Valeria, sincera. “Sigo buscándote, extrañándote. Tú ignorándome, el amor cómo me duele sabiendo que tú no vuelve'. Mi mundo es tan diferente”, canta en “Aprovecha” secundada por los hermanos españoles Adexe & Nau, otros artistas que empezaron muy chiquitos y que lograron tener éxito en un mundo de adultos. Sobre todo, Adexe, que ahora tiene 15, pero que empezó cantando, saliendo de gira y vistiendo como un adolescente cuando apenas arañaba los 10.
“La canción ‘Contigo’ se trata de que él tiene una amiga que a mí no me cae muy bien y yo quiero ser su amiga, pero como que él no se entera”, le explicaba VF7 a la reportera de Press Pass Latino. No es que sea muy original el tópico de la canción, pero en ella suena novedoso porque es una nena. “¿Qué le dijiste a tu maestra para faltar a clase y estar hoy aquí?”, le preguntan y VF7 responde, sin vueltas: “¿Qué le dije? Me voy para Miami”. Las prioridades de esta preadolescente están claras: su carrera está por encima de todo.
Valeria Sofía Fernández Soto no da muchas más explicaciones de por qué eligió la música como una carrera, como un trabajo, a tan temprana edad. “Creo que saqué el gusto musical por mi mamá, porque ella canta un poquito, cuando está cocinando, pero yo pienso que desde la barriga de mi mamá. Mi mamá me dijo que cuando estaba en su barriga me ponía música de bebé”, explicó en una entrevista sin desmarcarse mucho de lo que diría cualquier niño de su edad. Lo que sí la separa de un contemporáneo normal es su estilo de vida y sus relaciones: Rauw Alejandro cantó con ella y Rosalía la sigue en Instagram.
Aunque su imagen de rapera imponga cierto respeto y sus uñas de cinco centímetros se vean como las de una pantera, Valeria es tímida cuando habla. A pesar de su vida ajetreada y de codearse con colegas que la doblan en edad, no deja de ser una nena que acaba de cumplir trece años. “Tendré alrededor de 40 gafas, esto no se lo he dicho a nadie, pero cuando me pongo gafas negras o un color fuerte me siento más segura”, le confesó a la revista Hola!.
Fanática también de Daddy Yankee, el rey del género urbano, VF7 evita sonar pretensiosa. Así como el autor de “Gasolina” (hitazo lanzado en 2004, cuando todavía faltaban años para que VF7 naciera), la estrella en ascenso no pretende dejar ningún mensaje, por ahora. Lo suyo es animar a la audiencia: “Tienen que escuchar mi música porque me gustaría que sintieran lo que yo siento y quiero inspirar a la gente porque les va a causar mucha alegría y mucha felicidad”.
La música es lo suyo a niveles extremos. Acaba de terminar séptimo grado y para sus últimos exámenes de primaria, optó por agarrar una pista de YouTube, mezclarla con el material de las pruebas en cuestión, inventar una canción con eso y finalmente aprendérselo. Según el diario Primera Hora de Puerto Rico, el origen de su carrera comenzó cuando en un restaurante, Valeria se cruzó con Yandel (pionero del estilo urbano junto con su socio Wisin). Inspirada, esa misma noche, la joven artista escribió “una canción loca” de la que no tiene casi memoria: “Yo ni me acuerdo. No sabía cómo escribir una canción, pues lo que me salía lo escribía. No tenía sentido. Eran muchas ideas”.
Este 2020 iba a ser su año, pero la pandemia congeló sus planes. Justo antes de que el mundo entero y la industria de la música se paralizaran, VF7 llegó a destacarse -el 5 de marzo- como presentadora de uno de los Premios Tu Música Urbano. Ese día se codeó con grandes de la escena como Ozuna y Daddy Yankee, quienes quedaron fascinados con su impronta. Debajo de ese look oversize (ropa que parece unos cuantos talles más grandes que los propios), las gafas de colores y las uñas súper esculpidas, la niña fan tocaba el cielo con las manos.
Luego iba a venir un tour por España, México, Argentina y Chile, pero quedó trunco. Hija de la generación Zoom, VF7 (y su equipo) resolvieron de manera práctica y anunciaron un recital online desde el Coliseo de Puerto Rico José Miguel Agrelot. La presentación denominada “Mi primer concierto” fue un éxito de audiencia, fogoneado por la presencia de Adexe & Nau: los originarios de Islas Canarias tienen más de 10 millones de suscriptos en su canal de YouTube.
“Primero quiero darle las gracias a Dios por hacerme cumplir este sueño que es cantar en ‘el Choli’ (apodo que le dan los puertorriqueños a ese estadio, que también se desprende del apodo de Agrelot, el comediante que da su nombre al recinto) y también a todos los países que me están viendo”, dijo Valeria en un alto de su set de canciones. Mientras caminaba por el escenario con ropa enorme y zapatillas aparatosas no tiró coreografías, no revoleó el pelo, apenas si movió sus uñas postizas como abanicos para acomodarse el micrófono entre los dedos, mientras su voz reverberaba al final de cada estrofa. Antes de que salga Núcleo, su primer disco, VF7 seguirá sacando singles, estrechando alianzas y planeando lo que viene. No tiene apuro, sabe que esto recién comienza.
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